Cómo Twitter moldea la opinión pública
# 437, mayo de 2014
El American Institute of Physics puso en línea una publicación del journal Caos según la cual Twitter tiene 241 millones de usuarios repartidos por el mundo entero, éstos cruzan entre sí más de 500 millones de tuits diarios. Los puntos de vista de la mayoría emergen con rapidez en Twitter y, "una vez estabilizados, se vuelven difíciles de cambiar". Usuarios y no, sabemos que circula todo tipo de contenido: desde páginas porno hasta mensajes del Papa y de jefes de Estado. ¿De qué manera estos intercambios moldean la opinión pública? Investigadores de China se propusieron descubrirlo.
Ese equipo recogió unos seis millones de mensajes tuiteados durante los primeros seis meses de 2011. Los clasificó por medio de algoritmos para computadora según el dispositivo, por ejemplo iPhone 4, Blackberry, y analizó la evolución de los sentimientos allí expresados.
La investigación "revela algunas sorpresas acerca de cómo Twitter moldea la opinión pública", dice Fei Xiong, de la Universidad Jiaotong, de Pekín (la capital de China se sigue llamando Pekín en español, Pekino en italiano y Pekin en francés), quien recogió y analizó los datos con Yun Liu. "Las revelaciones podrían moldear la forma en que los políticos trabajen sus candidaturas durante las campañas en los medios o la forma en que las compañías lancen al mercado sus bienes y servicios".
Xiong y Liu descubrieron que "la opinión pública evoluciona con rapidez en Twitter y pronto se ordena en niveles dentro de los que una opinión persiste como dominante". El apoyo de grupos más y más grandes se convierte en consenso que tiende a alcanzar la mayor influencia.
"El trabajo reveló también que cuando emergen opiniones dominantes tienden, sin embargo, a no alcanzar consenso total. De hecho, dice Xiong, cuando los usuarios de Twitter con puntos de vista minoritarios se enfrentan a oposición abrumadora, sigue siendo poco posible que cambien de opinión".
Y luego sigue algo que hace pensar en el inicio del tiempo y el espacio con el Big Bang: "Puesto que la opinión pública se nivela y evoluciona hacia un estado ordenado en poco tiempo, pequeñas ventajas de una opinión en las etapas iniciales pueden transformarse en mayores ventajas durante la evolución de la opinión pública", dijo Xiong. Pero, una vez estabilizada una opinión, es difícil que cambie, añade.
Comentario: en estudios de liderazgo que emplean grafos, cuyas bases matemáticas fueron impulsadas por Claude Berge durante el siglo pasado, también se observa que, una vez estabilizado un proceso, ya no cambiará.
Una observación de los autores: el trabajo "también reveló que los usuarios de Twitter, en promedio, son más dados a trabajar en cambiar las opiniones de otros que en admitir cambios en la suya".
Ejemplos mexicanos
El actual presidente de la República, Enrique Peña, adquirió súbita fama de ignorante en Twitter, Facebook, caricaturas en prensa, comentarios en TV y radio, cuando no tuvo tablas para responder una pregunta ya en sí misma tonta: cuáles son los tres libros que le han cambiado la vida. Respuesta ágil: ninguno. No la tuvo y ardió en la hoguera de Twitter. Ya nada cambia esa opinión: aparece saludando a la bandera con saludo militar: mano a la sien y no al pecho, y los idiotas se carcajean y lo llaman idiota porque ignoran que es el comandante supremo de todas las fuerzas armadas. El presidente de México, quien sea, es general cinco estrellas, las traiga puestas o no. Está obligado a saludar la bandera como militar. No es opcional, es orden. Pero los ignorantes lo llaman ignorante. Y nada cambia esa opinión estabilizada.
Felipe Calderón, durante su presidencia, mató 80 mil mexicanos. Punto final. Discutir esa "evidencia" es evidencia de que alguien paga. Ya lo dice hasta Fox, de tan escasas luces y enorme mandil.
Octavio Paz era un pensador de derechas y López Obrador es de izquierda, la única izquierda. Paz fue a la España republicana durante la Guerra Civil. Paz renunció a la embajada de la India a causa del 2 de octubre de 68. López Obrador se inscribió al PRI después de ocurrido el 2 de octubre y allí compuso el Himno al PRI; ha estado contra el aborto voluntario, contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, contra los manifestantes que denuncian el alza en criminalidad y los llama "pirrurris", contra la transparencia en su obra pública, contra rendir cuentas de los millones que ha costado levantar MoReNa, esa House of Cards con todas sus puñaladas traperas entre sonrisas amistosas. Pero "esta cabra es mi vaca" porque lo digo yo.
Play it again, Sam
Es la frase que nunca pronuncia Ingrid Bergman en Casablanca. Pero se ha estabilizado como trivia. Ya también es trivia que no la dice. Alguna vez leí que Humphrey Bogart no la dice nunca… Pero nunca se ha atribuido a Bogart. Alguien, como decía mi abuela, "oyó cantar el gallo y no supo por dónde".
Que la música nos trae recuerdos no es novedad. Pero sí lo es que para reconocer melodías esté involucrado el sistema motor.
Investigadores de la Universidad McGill, Canadá, han descubierto que las redes motrices del cerebro, las que organizan las señales para caminar, bailar, escribir en un teclado o a mano, facilitan las memorias. Por eso quienes tocamos al piano el Preludio 15 de Chopin lo reconocemos de inmediato y sin duda. Pero podemos, por un largo rato, atribuir a Mozart el bellísimo adagio del Concierto Emperador de Beethoven o creer parte de la Ofrenda Musical una fuga que Bach compuso para el Libro II de El clave bien temperado, que no tocamos. Los dedos que interpretan música, las piernas y pies que bailan dejan conexiones neurales más firmes que lo nada más oído, visto, leído.
Podemos olvidar, de pronto, la melodía de The man I love (yo nunca), pero los dedos recuerdan las teclas. El estudio de McGill demuestra en el journal Cerebral Cortex: "La memoria se beneficia más de ejecutar una melodía que de sólo escucharla, más de hablar en voz alta que de leer". El trabajo muscular reafirma recuerdos.
Se pidió a pianistas en Lyon, Francia, que aprendieran melodías sencillas oyéndolas varias veces o ejecutándolas al piano también varias veces. Fueron mejores en detectar cambios hechos en melodías que hubieran ejecutado antes. Se observó el cerebro con electroencefalografía (EEG) cuando una melodía incluyera notas falsas. Eran mejores en descubrirlas si la habían ejecutado que si nada más la conocían por haberla oído.
Parece irrebatible el aspecto motor de las memorias, pero no lo es: Los científicos han debatido si la mejoría en memoria "se debe a memorias motrices, como sería el sentir una secuencia particular de movimiento en los dedos sobre las teclas de piano, o simplemente a que se fortalecen las memorias auditivas, como ocurre al recordar cómo van las notas de una melodía".
El asunto tiene inmediatas repercusiones en los métodos de enseñanza. El equipo de McGill provee nueva evidencia de que las memorias motrices mejoran el reconocimiento de las notas cuando se han ejecutado previamente, al comparar con la sola audición.
Nunca he sido bueno solfeando (leyendo música escrita), así que al ver las notas si, do, do#, re, no reconozco la canción. Pero si tengo a mano un piano, enseguida me es claro: ¡Star Dust! Polvo de Estrellas. Y una reacción vagal me recorre con unos versos finales: "Adiós, dulces amantes invisibles,/ siento no haber dormido en vuestros brazos./ Vine por esos besos solamente;/ guardad los labios por si vuelvo". Cernuda a los muchachos del futuro.
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