Anoche se añadió un segundo
columna: «se descubrió que...»
Anoche, a las 00:59, el National Physical Laboratory añadió un segundo al Tiempo de Verano Británico a fin de corregir un error acumulado respecto del UTC o Tiempo Universal Coordinado, como se conoce desde 1972 al antes llamado GMT (Greenwich Meridian Time) que daba un saborcillo a Imperio Británico al hacer referencia mundial el meridiano que pasa sobre el observatorio de Greenwich, en la desembocadura del Támesis.
Hay otro buen motivo para comenzar a contar desde Greenwich, y es que, si continuamos ese meridiano sobre los polos, su opuesto cruza el océano Pacífico: la Línea Internacional del Tiempo. Es muy importante que pase sobre mar y no sobre tierra porque nadie quiere que entre dos lugares no muy distantes no sólo cambie la hora, sino el día de la semana. Si reservo hotel en Culiacán y mi entrada es a las doce... ¿de allá o de aquí? Me faltaría saber si será domingo o lunes.
Por eso va dando tumbos por el Pacífico: es que los isleños de las Fidji, remoto rincón del Paraíso a donde fue arrojado como embajador Luis Echeverría al terminar su presidencia, no querrían salir de una aldea y en una hora de camino llegar a otra un día antes o después.
En fin, para quitarle todo sabor a reina Victoria, la hora internacional no se mide con observaciones celestes realizadas en Greenwich, sino con apolíticos relojes atómicos que cuentan el tiempo en base a frecuencia de resonancia: cuántas ondas produce por segundo un elemento. Ahora tenemos la definición de segundo como picos en la radiación del cesio.
Pero el planeta no es regular en su movimiento de traslación en torno al Sol, lo cual sabemos desde Kepler: cuando va hacia el Sol se acelera, cuando se aleja de retrasa. Tampoco es regular en su rotación diaria. Además, el número de rotaciones tampoco da un número exacto respecto de la traslación. De ahí que, para no tener años con fracciones de día y de hora, lo cual haría este mundo aún más confuso, el calendario romano (juliano por Julio César) añadía un día entero cada cuatro años al hacer dos días 6 en marzo: 6 y 6bis (bis-sextilis dio bisiesto). Pero ese número redondo introduce otro error que, 1500 años después ya eran 10 días.
Desde la reforma del papa Gregorio, en 1582, le damos al año 365 días y la fracción la sumamos cada cuatro años con un 29 de febrero. Ese número también se pasa un poco, así que los años que cierran siglos (que terminan en 00), y deben ser bisiestos por ser divisibles entre 4, lo son siempre que también lo sean entre 400. Por eso el 1900 no fue bisiesto, pero sí lo fue el 2000. El cálculo se facilita si eliminamos los dos ceros: 19 no es divisible entre 4.
Al papa debió importarle muy poco la exactitud astronómica, pero mucho el desfase de la Pascua y, por consiguiente, de la crucifixión de Jesús. Es Pascua la primera semana con luna llena después del equinoccio de primavera. Así que dio una orden muy sencilla: "Hoy es 4 de octubre y mañana será viernes... 15 de octubre. Punto. Papa dixit. La Iglesia Ortodoxa Rusa lo mandó a decir misa y no hizo la corrección. La hicieron los sóviets, y por eso el desfile militar por la Revolución de Octubre ocurría en noviembre.
Anoche se insertó un segundo "bisiesto" (desambiguador:1/60 de minuto) porque el planeta no es muy exacto en su rotación, cambia por fenómenos de la atmósfera y de su núcleo de metal derretido. La exactitud es indispensable para los satélites de navegación, cuyos relojes internos también deben ser ajustados para los efectos relativistas de la mayor velocidad o nos darían errores sumables: nos dice nuestro navegador en el auto que ya llegamos cuando nos faltan kilómetros. Debe considerarse la relatividad porque un satélite geo-estacionario (que permanece sobre el mismo punto de la superficie terrestre), traza un círculo mayor en el mismo tiempo, va más rápido que un reloj en la superficie de la Tierra. Es irremediable porque a mayor velocidad más lento transcurre el tiempo, así está hecho el universo. A la velocidad de la luz... no transcurre el tiempo. Por eso es la velocidad límite.
El segundo "bisiesto" no lo acepta EU. La International Telecommunication Union tomará la decisión en 2015.
HOY
Hoy saldremos a votar. Los funcionarios a cargo de la casilla que me toca, quienes me pedirán la credencial, buscarán mi nombre en el padrón y me darán las boletas, serán vecinos que conozco hace años. Tienen, supongo, predilección por un partido, pero por distintos, y diversas religiones o ninguna. Cerrada la casilla, mis vecinos, bajo la mirada atenta de los representantes de partido y observadores, contarán voto por voto. Así en casilla por casilla.
Al final, cada partido tendrá una copia del acta y esa misma noche podrá sumar sus votos. Una copia se fijará en el exterior de la casilla para que todos podamos ver los resultados. Novedad: se subirán a la internet y así con paciencia y una sumadora, todos podremos sacar los resultados.
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