Una pregunta elemental que cualquier persona puede hacerse, a la luz de Darwin, es la siguiente: el homosexual, sobre todo el varón, rara vez se reproduce y, aunque todos conozcamos gays casados y con hijos, estaremos de acuerdo en que son la excepción. Luego entonces: "¿No deberían haberse extinguido esos genes hace mucho tiempo?", es la pregunta que se hace la Association for Psychological Science en publicación reciente. "¿Qué valor (adaptativo) puede tener esa orientación sexual que la ha hecho persistir por eones aun sin ninguna ventaja reproductiva distinguible?"

Buena pregunta. Pero recordemos que no todos los rasgos de las especies favorecen la sobrevivencia, uno es la enorme, pesada, bella pero estorbosa cola del pavo real. Ese lujo es producto de la selección sexual por parte de las hembras: ellas eligen al más esplendoroso, con lo cual éste deja más progenie... a su vez con colas más largas y brillantes. Atraen a lobos, águilas y demás predadores, pero antes de perecer ya dejaron más genes suyos en circulación porque las hembras los prefieren al aparearse.

Lo mismo se puede afirmar de todo macho escandaloso y casi no hay alguno que no lo sea: atrae a los predadores y es quizá eso lo que gusta a las hembras. No sólo a las humanas les gustan machines. Pero la homosexualidad no está entre esos rasgos. ¿Entonces?

"Una posible explicación es la que los psicólogos evolutivos llaman 'hipótesis de la selección por parentesco'. Significa que la homosexualidad podría aportar un beneficio indirecto al aumentar las posibilidades de sobrevivencia de los parientes".

La hipótesis fue puesta a prueba por Paul Vasey y Doug van der Laan, de la Universidad de Lethbridge, Canadá. Escogieron la paradisíaca isla de Samoa, en el Pacífico, famosa por los muy tontos estudios de Margaret Mead en las primeras décadas del siglo XX, de donde salió la corriente del relativismo cultural y la más boba del sexo libre entre las palmeras ondulantes y las noches cálidas. Vasey y Van der Laan eligieron Samoa porque allí los hombres que prefieren hombre son ampliamente aceptados, y por eso no se ocultan. La muestra para el estudio era fácil de identificar.

Sus hallazgos, reportados en Psychological Science, proveyeron fuerte apoyo a la idea de la selección por parentesco. Las familias donde hay un homosexual tienen dos hijos más en promedio que otras. El homosexual compensa su falta de hijos y apoya la existencia de dos sobrinos más. Pero, a diferencia de las sociedades occidentales, muy individualistas y homofóbicas, la de Samoa posee estrechos lazos entre toda la familia extensa. El rol de los tíos gays no es importante en las sociedades modernas, "pero la homosexualidad evolucionó hace eones", recuerdan los investigadores, "así que no es el tío soltero el que está mal adaptado al mundo, sino el moderno mundo occidental el que ha evolucionado hacia una lugar donde ya no son bienvenidos".

Contacto: Paul Vasey.

Otro salto a la computadora cuántica

Un bit en nuestras computadoras se expresa como un transistor encendido o apagado, 1 o 0. En las cuánticas tendremos qubits, que toman valores simultáneos 1 y a la vez 0: superposición de estados en el transistor. El qubit más elemental sería un electrón cuyas características cuánticas pudieran ser manipulables para procesar información.

Y bien, pues Jason Petta, de Princeton, ha descubierto como hacerlo: diseñó un método para atrapar uno o dos electrones en "corrales" creados al aplicar voltajes a minúsculos electrodos. "Si puedes tomar un objeto lo bastante pequeño, como un solo electrón, y aislarlo muy bien de toda perturbación externa, se comportará quantum-mecánicamente por un largo período", dice Petta. "Lo único que deseamos es que haga lo que le pedimos, pero el mundo externo hace las veces de un atizador que produce la pérdida del estado cuántico". Si desaparece la superposición de estados tenemos ya no un qubit, sino un bit común: 0 o 1.

Una característica manipulable del electrón es el spin: una rotación para decirlo de forma poco exacta, pero sin matemáticas. En 1945, el austriaco Wolfgang Pauli propuso que los electrones podían estar a la vez "hacia arriba y hacia abajo". Un qubit basado en el spin de un electrón posee un potencial ilimitado porque no existe nada más elemental, sin partes, y que pueda asumir diversos estados para emplearlos como expresión de los datos por procesar.

Los qubits de Petta pueden ser el núcleo de los futuros elementos lógicos de las computadoras basadas en la física cuántica. Antes de su experimento no estaba claro cómo se podría manipular el spin de un electrón sin modificar el de otro vecino.

Nuestras universidades pública deberían pagar un salario modesto a los estudiantes de física cuántica. Si mil recibieran 3 mil pesos al mes, nos costarían lo que un solo diputado con sus gastos extra. En vez de eso, la UNAM cerrará el Museo de la Luz.

la talacha fue realizada por: eltemibledani