El cerebro cultiva su "mota"

publicado el 26 de abril de 2009 en «Milenio Diario»
columna: «se descubrió que...»

 

Crece el convencimiento de que, siendo las drogas perjudiciales, es peor su prohibición porque trae la guerra entre bandas que se disputan territorios, los altos precios permiten adquirir armas crecientemente sofisticadas y eso eleva la mortandad. Hay otro daño, y no es secundario: la corrupción de los cuerpos encargados de combatir a las bandas se origina, también, en la prohibición. Y una vez corrompido un policía o un militar, lo mismo está disponible para el tráfico de droga que para el secuestro, delito que afecta mucho más que la droga, sin comparación, a la sociedad. Las familias que han huido de México para establecerse en Estados Unidos, Canadá y más lejos, luego de varios secuestros y amenazas, son ya incontables. Ninguna se ha ido porque descubrió que su hijo fumara mariguana o empleara otras drogas.

Se ha citado millares de veces el ejemplo de la prohibición de bebidas alcohólicas en Estados Unidos: no redujo el consumo, pero creó la violencia que tantas películas y series de tv nos ha dado, y el nombre inolvidable de Al Capone, asociado a Chicago y la metralla que barría los bares clandestinos de la banda enemiga. La prohibición, además, impedía, e impide ahora respecto de la droga, aplicar reglamentos sanitarios a la producción.

Mata la heroína, sí, pero es peor la adulterada. No es lo mismo emborracharse con un buen tequila (aunque no deba uno excederse nunca...) que hacerlo con el producto de un alambique escondido en un sótano.

Hoy es la prohibición la que nos da los decapitados y los muertos con avisos. Son pocas las que pudiéramos llamar "bajas civiles": personas que tuvieron la desgracia de estar junto a la mesa de los narcos ametrallados por sus contrarios.

El método mexicano de limpiar cuerpos policiacos, que es lanzar a la calle a los atrapados en flagrancia, abona las bandas del crimen con personal entrenado en el uso de armas y habituado a maltratar personas: esto último es decisivo porque exige callo en el alma.

Pero la batalla contra las drogas está perdida, sobre todo, porque el cerebro produce las suyas. No sólo endorfinas de composición y acción similar a la morfina, sino mariguana, según reporta la semana pasada la Federation of American Societies for Experimental Biology.

"La guerra de las drogas ha pegado muy cerca de casa", dice Gerald Weissmann, coeditor del Journal de la Federación. "El año pasado, los científicos encontraron que nuestra piel hace su propia sustancia parecida a la mariguana. Ahora, vemos que nuestro cerebro fabrica proteínas que actúan directamente en los receptores para la mariguana en nuestra cabeza. El paso próximo es que los científicos logren medicinas para eliminar los aspectos desagradables de la mota... un mejor porro, para decirlo claro."

Científicos de Estados Unidos y Brasil han descubierto que el cerebro produce ciertas proteínas que tienen el efecto de la mariguana en receptores específicos del cerebro. Este descubrimiento, publicado en línea en www.fasebj.org, puede conducir a diseñar nuevas drogas, semejantes a la mariguana, para el manejo médico del dolor, estimulación del apetito y la prevención del abuso con mariguana de la verdadera... ¿No es algo profundamente idiota? Van a hacer drogas sintéticas, y de seguro caras, en vez de permitir que la gente siembre sus macetitas en el balcón y produzca mariguana "orgánica", como ahora se estila decir cuando se evitan los insecticidas, y la fertilice con restos del café.

Las nuevas drogas activarán los mismos receptores, pero "no tendrán los efectos secundarios que limitan el empleo de mariguana", dice Lakshmi A. Devi, del Departamento de Farmacología y Sistemas Terapéuticos de la Escuela de Medicina Monte Sinaí en Nueva York, y uno de los principales investigadores participantes en el estudio. Mota... sin efectos secundarios. No suena mal. Le preguntaré a mis amigos motos porque no sabía, hasta ahora, de efectos secundarios desagradables.

Iniciar, iniciarse

Iniciar es un verbo transitivo, esto es que ejerce su acción sobre algo: "El concierto de hoy inició... la temporada". ¿Qué cosa fue iniciada? La temporada. ¿Quién la inició? El concierto de hoy. Pero es una barbaridad escribir: "La temporada inició con el concierto de hoy" porque falta la cosa iniciada, por ejemplo: "La temporada inició con el concierto de hoy... su gira nacional", la cosa iniciada es la gira. Si lo iniciado es el concierto mismo, entonces "La temporada se inició con el concierto de hoy". "El concierto de hoy se inició con un allegro" porque la cosa iniciada es el concierto mismo. Pero está bien "El concierto de hoy inició con un allegro... su desastre total". Lo iniciado es el desastre. Eliminar ese reflexivo o pronominal es error típico de periodista que desea ahorrarse tres míseros espacios, la inmensa mayoría de la gente lo dice bien, salvo aquella que quiere "hablar bien" e imita a los periodistas que escriben mal.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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