Terror en el DF
columna: «la calle»
La policía del DF asesina a nueve adolescentes, asfixiados cuando intentaba una redada, ilegal como todas, pero mal organizada en la disco New’s Divine... y despojan al propietario por rentar su local. Las muertes no ocurrieron, siquiera, por faltas de la disco, como salidas de emergencia cerradas o incendio imprudencial. No: nueve jóvenes y tres policías fueron asfixiados en las escaleras porque los policías de arriba no los dejaban salir debido a que los camiones que debían acarrearlos a los separos, para extorsionar luego a los padres con 1,500 pesos, no habían vuelto luego de llevar la última carga de adolescentes.
El propietario de un hotel donde clientes de putas solicitaban cuarto ha perdido también su propiedad.
Ni el más viejo PRI de los tiempos de aquel Uruchurtu que acabó con la vida nocturna del DF obligando al cierre tempranero, ni el PAN de Guanajuato, ni el góber piadoso de Jalisco, ni el precioso de Puebla ni el de Oaxaca: ninguno ha hecho lo que la "izquierda" monjil del PRD: meter la cabeza de los defeños bajo una guillotina inapelable.
Formados en el PRI de Salinas de Gortari, en ese PRI que se saltó a los viejos dinosaurios estilo Bartlett (hoy aliado de López Obrador), y abandonó el proteccionismo que fomentaba la mala calidad y los altos precios de todo producto mexicano, era de esperarse que los perredo-salinistas fuera tolerantes. Pero el PRD se volvió refugio del peor desprecio por el súbdito. Recordemos al Mesías, desacatando un amparo ciudadano y otro y otro con la frase: "Los jueces me hacen lo que el viento a Juárez".
Como se probó que había al menos duda razonable acerca de abiertos desacatos del entonces jefe de Gobierno a amparos firmados por jueces, se le pretendió entregar a un juez, que sería quien decidiera si había culpa o no. Pero toda la intelectualidad, incluidos muy queridos y cercanos amigos míos, exigió trato especial para el presunto delincuente, en vez de igualdad ante la ley, porque, como era pre-pre-candidato presidencial, era necesario dejarlo competir. ¿A cualquier costo? ¿Aun si los delitos contra ciudadanos se comprobaban?
Por supuesto y sin ninguna duda el PAN intentaba detenerlo en su campaña de seis años hacia la Presidencia, pero él había dado motivos más que amplios, públicos, y había añadido la burla y la prepotencia. Entonces lo defendieron muchos pensantes y otros callaron (y que la Patria os lo demande), y un Fox blandengue reculó.
Además de los varios desacatos a órdenes de jueces, desvió recursos hacia obras visibles. Hoy el DF está sin agua porque recargar los mantos freáticos no da fotos ni se ve; otro tanto hizo López Obrador con la contraparte: los colectores de aguas negras, también sin mantenimiento porque no iría el cardenal con sus mariconas enaguas rojo frenesí a cortar los listones inaugurales. Nos equivocamos quienes dijimos que gobernaba con el apotegma de Luis XIV construyendo palacios: "Después de mí, el Diluvio..." No fue diluvio. Es que nuestro Rey Sol tropical lo que dijo fue: Après moi le dé sert, que, con una ligera variación en la pronunciación de la s (que no se le dan) puede significar: después de mí el desierto, o después de mí el postre.
La izquierda, asombrosamente, veía de izquierda a un hijo del más puro echeverriato. Tan puro, que aún pone a 1982 como el año en que México perdió el rumbo: al terminar el sexenio de López Portillo, con el país hundido en deuda y soñando en "administrar la abundancia". No levantaron voz ni, vaya, cejas. Se miraban las puntas de los zapatos, tralalá-tralalá...
Ahora tampoco se oyen voces en defensa de la propiedad privada porque se trata de un localucho donde funcionaba un antro de a 15 pesos la entrada y un hotel que rentaba cuartos por un rato. ¿Y ninguno de ustedes ha cogido en un hotel, pendejos?
Parafraseo a Brecht:
De madrugada vinieron por los judíos y no hice nada porque no soy judío.
Vinieron por los dueños de predios valiosos y no hice nada porque no tengo ningún predio valioso.
Vinieron por los contratistas extorsionados desde el poder y no hice nada porque no soy contratista.
Vinieron por los que bailan y beben en tardeadas y no hice nada porque no voy a antros de mala muerte.
Vinieron por los dueños de hoteles de paso y no hice nada porque mis putas dan servicio a domicilio y llegan en buen auto.
Vinieron por los putos y no hice nada porque no soy puto.
Anoche vinieron por mí y nadie dijo nada.
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