Pudo haber un 'antes' del Big Bang
columna: «se descubrió que...»
Con el Big Bang, hace unos 13 mil 700 millones de años, comenzaron no únicamente la materia y la radiación, sino el espacio mismo. Resulta imposible para quienes estamos entre la mayoría de los humanos, imaginar una nada, tan absolutamente nada que no tenga ni espacio vacío. Lo más que algunos logramos es imaginar un inmenso espacio oscuro en donde, súbitamente, estalla un minúsculo reducto de materia y energía comprimidas hasta carecer de tamaño.
Esa imagen es falsa: el Big Bang creó también el espacio, éste pasó por un instante llamado "inflación" y luego adoptó su tasa de crecimiento actual, porque está claro que la expansión, el Bang, continúa y, como supimos hace apenas una década, se acelera. Pero no hay espacio sin tiempo. Hay espacio-tiempo, como demostró Einstein pronto hará un siglo. El tiempo también comenzó su tictac con el Big Bang. ¿Y antes? Antes no había nada, ni tiempo, ni espacio. Por eso mismo, los astrofísicos nos han dicho que no tiene siquiera sentido la pregunta ¿qué había antes del Big Bang? Si no había tiempo, no había "antes".
Pero la ciencia siempre está en revisión. Había la posibilidad de que la causa del bang no fuera otra sino la voluntad divina o cualquier otra que nos quedara para siempre fuera de todo análisis. No fue difícil imaginar otra alternativa: que el bang hubiera sido causado por un previo gran crunch, un gran aplastón del universo anterior a nosotros. Esto abría la posibilidad, y da vértigo el sólo pensarla, de una eternidad de bangs y crunchs, aplastones que rebotan y crean un nuevo universo... que detiene su marcha, la revierte, cae sobre sí mismo, se aplasta y vuelve a rebotar. Así por siempre jamás: un eterno latir.
Aun esta posibilidad se consideró por siempre fuera de toda comprobación, ya que el aplastón del universo anterior no dejaría traza alguna de información que pudiera llegarnos al nuevo bang.
Pero hay quienes están cambiando de opinión: "Ya no es algo completamente loco preguntar qué ocurría antes del Big Bang", comenta Marc Kamionkowski, profesor de física y astrofísica en el Tecnológico de California, el famoso Caltech. En el journal Physical Review, él y su equipo proponen un modelo matemático para explicar cómo fue que ocurrieron anomalías en el bang y no una explosión uniformemente distribuida de radiación y materia.
Estas anomalías, descubiertas por el satélite COBE que analizó la radiación de fondo (CMB: Cosmic Microwave Background), la "ceniza" del Big Bang, permiten explicar que existan galaxias, estrellas... y humanos, pues si el atole primigenio no se hubiera hecho grumos, no estaríamos aquí para ver ese tedio de perfecta homogeneidad, sin átomos, que ya son un primer grumo y se forman cuando la temperatura baja lo suficiente para permitir que las partículas se atrapen unas a otras y formen estructuras: protones y neutrones, núcleos, átomos, moléculas... supercúmulos de galaxias, redes de supercúmulos...
Hasta allí íbamos bien. Pero nos faltaba saber por qué la radiación de fondo mostraba esas anomalías sin las cuales no existiríamos. Una respuesta está en el principio antrópico: porque de no haberlas nadie habría para hacerse la pregunta. Respuesta que a nadie le gusta. Una mejor respuesta fue: hubo mínimas fluctuaciones cuánticas, producidas por el principio de incertidumbre, y en torno a ellas se aglomeró la materia.
Pero un grupo conducido por Krzysztof Gorski revisó datos de la NASA y descubrió que la amplitud de las fluctuaciones en la radiación de fondo (CMB) no es la misma en todas direcciones. Hay algo más que principio de incertidumbre porque no muestra azar.
El equipo probó algunas alternativas teóricas y ninguna dio la distribución observada en la radiación de fondo (CMB). El modelo más cercano, hasta ahora puramente matemático, predice algo semejante a las imágenes de la CMB, pero con más puntos fríos que calientes. Se pondrá a prueba el modelo con el satélite Planck, una misión internacional conducida por la Agencia Europea del Espacio, que estará en órbita en este mes de abril.
El modelo empleado por el equipo podría ofrecer un primer vistazo a lo que ocurrió antes del Big Bang, porque eso podría haber dejado su sello en el tiempo antes de la inflación, durante la llamada "era de Planck", que es una fracción de segundo, inmediata al Big Bang, tan minúscula que se expresa con punto, 42 ceros y un 1... de segundo.
Habrá qué esperar porque, en ciencia, las ideas más maravillosas, coherentes y razonables, se vienen abajo si no soportan la prueba de los datos. Si el satélite Planck encuentra lo mismo que el modelo, "tendremos una oportunidad de ver más allá del velo", dice Kamionkowski, el velo que nos tiende el inicio del Big Bang.
Contacto: Martin Voss, California Institute of Technology.
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