La UdeG o el farol de la calle
columna: «la calle»
El autoritarismo tiene sus ventajas: cuando el rector Guillermo Soberón se propuso construir el Centro Cultural de la UNAM, pegamos de gritos en los sindicatos (entonces dos: maestros y trabajadores). Lo hizo y hoy es orgullo de México. Pero lo hizo mientras era rector.
El actual conflicto en la Universidad de Guadalajara se gesta porque, con independencia de la corrección de unas propuestas y aberración de otras, el grupo que clama por respeto a "reglas no escritas" (sic) se aglutina en torno a un ex rector… que ex no ha sido nunca. La obra de Raúl Padilla es admirable: la Feria del Libro, el Festival de Cine, los teatros, son su obra personal y tesonera. Son más de veinte instituciones, entre mayores y menores, que ha fundado… y sigue presidiendo. Quizá podría aceptarse que no hay otro talento en la UdeG, lo que resulta incompresible del todo es que estas empresas universitarias no se sometan a la misma transparencia que el resto de la UdeG, y dondequiera que haya dinero público.
A diferencia de Soberón, toda su vida un investigador, un científico, que dio a los institutos de la UNAM y a las facultades del área de ciencias instalaciones a la altura del área cultural, la UdeG tiene los mismos laboratorios de química de hace 40 años, con nuevas capas de pintura. En resumen, el grupo Padilla, que reformó la UdeG, puso candiles antes de echar un firme de cemento en sus pisos de tierra.
Sin duda, la UdeG ha cambiado: desde los tiempos en que la FEG (Federación de Estudiantes de Guadalajara) detuvo a balazos todo intento de solidaridad estudiantil en 1968, e igualmente a balazos dirimía sus conflictos postelectorales, desde aquellos oscuros tiempos en que el nombre de Carlos Ramírez Ladewig producía terror hasta hoy con el imponente Auditorio Telmex hay años luz de distancia, aunque cualquier tapatío de edad madura haya vivido ambos extremos. Ese avance, en mucho, es obra de Raúl Padilla, como rector y luego como ex rector. Pero son instituciones que no tienen por qué pasar exentas de examen.
El último proyecto de Raúl Padilla me resulta del todo incomprensible: un Centro Universitario de Los Ángeles, California, el estado más rico del país más rico del mundo. Comenzó con la Cátedra de Literatura Latinoamericana inaugurada por Carlos Fuentes. La UdeG avisó a la prensa lo que Perogrullo ya sabe: que no podrá competir con la Universidad de California ni con el Caltech. Por supuesto y la sola mención es ridícula. ¿Entonces? La conferencia de Fuentes fue pronunciada en donde más tesis de doctorado rigurosas se hacen sobre Latinoamérica. ¿Cuál es la verdadera finalidad de tan extraña ocurrencia? Con un premio literario a quien hace periodismo casi siempre incomprensible, Raúl consiguió que Monsiváis lo dejara de llamar "capo con pretensiones culturales". ¿Y ahora?
Mientras las preparatorias de la UdeG lanzan hasta la calle la fetidez de sus excusados, los maestros faltan a la mayoría de sus cursos y la aproximación a la ciencia y las matemáticas es nula en esas deterioradas y a veces inmundas aulas, ya se propone:
"Con el objetivo de contribuir a mejorar la situación educativa de la población de origen mexicano radicada en Estados Unidos, la Fundación Universidad de Guadalajara, A.C. comenzará este mes de febrero la primera etapa de un proyecto para promover la internacionalización de la Universidad de Guadalajara, reconocida en México por la calidad de sus actividades internacionales, mediante actividades académicas y culturales en Los Ángeles, California."
El diplomado: "Narrativa Latinoamericana del siglo XXI: escenarios locales, horizontes globales y voces del relevo" tiene un costo de 500 dólares, que los braceros de San José se apresuran a pagar, interesadísimos en las "voces de relevo" literarias.
En una tercera etapa, la UdeG llevará, a Hollywood, su Festival de Cine (wow!) y su Feria del Libro. "La cuarta etapa del proyecto comprende ofertar (sic travestido de Monsiváis, el segundo conferenciante) estudios de bachillerato, carreras técnicas y educación a distancia en la región. La etapa final, prevista para 2010, consiste en el acondicionamiento de una sede académica de la UdeG en Los Ángeles, en donde se ofrezcan programas de nivel superior en modalidades presenciales (resic travestido de presencial) y a distancia".
Podrían aprender español antes de ir a enseñarlo, faroles de la calle y oscuridad de sus aulas.
0 animados a opinar:
Publicar un comentario