El corazón avisa nuestras fallas

publicado el 25 de marzo de 2007 en «Milenio Diario»
columna: «se descubrió que...»

 

El corazón señala cuando somos vulnerables a una tentación, sostiene un artículo de Psychological Science, publicado este 21 de marzo. Todos hemos tenido nuestros momentos de debilidad al tratar de controlarnos: comer esa tarta de peras que rompe nuestra dieta, vengarnos de quien nos ha producido un daño, perder la paciencia con nuestros niños, molestarnos cuando estamos tratando de conservar la calma. Parece como si fueran hechos que simplemente ocurrieran durante suspensiones del juicio.

Hay evidencia, medible en electrocardiogramas, que explica este fenómeno de la vida cotidiana. La autorregulación, nuestra fuerza para inhibir impulsos, tomar decisiones, persistir en tareas difíciles y controlar nuestras emociones, es similar a un músculo que levanta objetos pesados: cuando empleamos la fuerza en una tarea, no podemos realizar otras. Si hemos gastado energía en controlar nuestra indignación ante la petulancia de un jefe, nos queda menos para emplearla en resistir la tentación de comprar chocolates al volver a casa.

Lo más curioso de ser vulnerable en, por ejemplo, perder la dieta o hacer lo que no debíamos ante el enojo, es que los humanos no percibimos que sea un momento de debilidad, a diferencia de la fatiga que sentimos en los músculos después de trabajarlos. Una investigación reciente, conducida por las psicólogas Suzanne Segerstrom y Lise Solberg Nes de la Universidad de Kentucky, sugiere que puede haber un indicador biológico que nos señale cuando hemos trabajado duro en resistir una tentación y en consecuencia somos vulnerables a realizar cosas en contra de nuestras intenciones.

Hay una medida llamada "tasa de variabilidad cardíaca" (TVC) (Heart rate variability —HRV en inglés), que es una medida de las variaciones latido a latido en el ritmo cardiaco, según la fase de la respiración: durante la inspiración aumenta el ritmo, con la expiración disminuye. Ese patrón rítmico resultó extrañamente relacionado con la autorregulación de la conducta, según la mencionada investigación.

Las autoras efectuaron el estudio en dos partes. En la primera, se pidió a los participantes ayunar durante tres horas para poder tomar parte en lo que creían que iba a ser un experimento en "fisiología de las preferencias alimentarias". Se les monitoreó la TVC mientras se les presentaba una charola de galletas, dulces y... zanahorias. La tentación, en este caso fue escoger lo más sabroso pero menos saludable. La tasa de variabilidad cardíaca fue considerablemente más alta cuando las personas trabajaban en resistir la tentación (comer zanahorias en vez de galletas y chocolates) que cuando no tenían esa tarea, lo cual sugiere que la TVC reflejaba que la autorregulación estaba teniendo lugar.

En la segunda parte del experimento, después de resistir la tentación o caer en ella, las autoras dieron a los participantes tareas difíciles, algunas imposibles de resolver. Se trató de anagramas (palabras que resultan de trasponer letras, como en "cosa", "caso" y "saco"). Se midió el tiempo en que los participantes perseveraban en resolver los anagramas y, como predecía la hipótesis, quienes habían ejercido más alta autorregulación al resistir las golosinas, se rindieron antes frente a la nueva tarea. Más aún, las personas con más altos niveles naturales en la TVC tuvieron mayores probabilidades de perdurar más tiempo en la tarea.

No fue ése el único indicador. Las investigadoras observaron que las estructuras cerebrales involucradas en autorregular la conducta se sobreponen considerablemente en las que controlan la TVC, lo cual sugiere que esta tasa cardíaca podría reflejar acertadamente la autorregulación.

No se concluye que en un futuro cercano podríamos estar llevando un monitor cardíaco para evaluar si estamos en un momento vulnerable para el autocontrol. Sin embargo, en ciertos grupos donde fallar trae consecuencias serias, como ocurre con los alcohólicos, ese monitoreo podría determinar si se están dando las condiciones para reincidir en una falla de la regulación.

Para obtener una copia del artículo "Heart Rate Variability Reflects Self-Regulatory Strength, Effort, and Fatigue", contacte a Catherine West. Contacto con la autora Suzanne Segerstrom, Association for Psychological Science.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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