El núcleo de la Tierra gira más rápido que la corteza
columna: «se descubrió que...»
Luego de debatir por nueve años, los científicos han terminado por probar una sospecha: que el núcleo del planeta gira más rápido que la superficie. El núcleo se adelanta mucho, tanto como 0.3 a 0.5 grados por año. "Afirmaciones extraordinarias exigen pruebas extraordinarias", dijo Xiaodong Song, profesor de geología de la Universidad de Illinois, autor principal del reporte en el más reciente (viernes 26) número de Science. La frase, ya famosa entre científicos, primero se la leí, hace muchos años, al inolvidable Carl Sagan en respuesta a las afirmaciones acerca de visitas extraterrestres que aportan "pruebas" como los raros monigotes de la Isla de Pascua o las celestes proporciones que se desprenden de la Gran Pirámide al sumar, dividir, multiplicar y añadir números mágicos: los extraterrestres encriptaron en las medidas de la pirámide hasta la distancia de la Tierra al Sol, dicen los creyentes. Las medidas de una página de Milenio Diario, sometidas a las conducentes operaciones, también nos proporcionan datos como la distancia a la estrella más cercana. Haga la prueba.
El núcleo de la Tierra es de hierro y consiste de dos partes, un centro sólido, con unos dos mil 400 kilómetros de diámetro, y una cubierta exterior fluida, con unos siete mil kilómetros de diámetro. El núcleo de hierro sólido es el enorme dínamo que genera el campo magnético de la Tierra. Ese campo magnético no sólo orienta las brújulas y al parecer también a las aves, sino que, antes de siquiera sospecharlo, nos dio un escudo contra radiación solar nociva (¿o se volvió nociva porque tuvimos el escudo y la evolución no necesitó producir otro?) A causa de ese electromagnetismo se pensó que el núcleo gira, a su vez, en relación al manto y la corteza terrestres.
La primera evidencia observacional de este diferencial en las rotaciones fue presentada en 1996 por el mismo Song y Paul Richards, un sismólogo del Lamont-Doherty Earth Observatory de la Universidad de Columbia. Pero en estos nueve años pasados, algunos sismólogos sospecharon que algunos errores en los datos fueran responsables del movimiento propuesto. Como siempre ocurre, toda afirmación extraordinaria es puesta en duda de inmediato... en espera de las pruebas extraordinarias que la apoyen. Es la gran, enorme diferencia, entre la ciencia, la religión y las seudociencias: nadie cree "porque, hombre, que te lo digo yo".
Para responder a las críticas, el equipo estudió ondas sísmicas que ocurren en el mismo lugar y son detectadas por la misma estación sísmica. Si podían encontrarlas, razonaron, las medidas en los tiempos de recorrido deberían presentar cambios medibles con mucha mayor precisión.
Al realizar estas comparaciones con sismos así definidos, cuya ocurrencia en el tiempo estuviera separada por años, Song y sus colegas encontraron, en las ondas sísmicas que atraviesan los núcleos fluido y sólido del planeta, evidencia que obliga a afirmar que existe un diferencial de rotación para el núcleo sólido. Los investigadores reportaron observaciones de 17 conjuntos de esas ondas sísmicas particulares, producidas durante terremotos en el extremo sur de Sudamérica, y registradas en 58 estaciones sísmicas de Alaska durante 35 años. Esas nuevas mediciones permitieron a los investigadores detectar cambios temporales a lo largo de las ondas muestreadas.
"Las ondas sísmicas similares que pasan a través del núcleo interno, muestran cambios sistemáticos en los tiempos de recorrido y en la forma de las ondas..." Esto ocurre siempre que tales ondas sísmicas están separadas en su ocurrencia por varios años. "La única explicación plausible es un movimiento del núcleo interno", dice Song.
¿Cómo ocurre? La explicación más verosímil es que "El campo magnético generado en el núcleo exterior (de hierro líquido) se difunde al núcleo interno (de hierro sólido), allí genera una corriente eléctrica. La interacción de esa corriente eléctrica con el campo magnético causa que el núcleo interno gire, como la bobina de un motor eléctrico". (Aquí no tengo a mano un electricista que hable español, pero Song se refiere a esa madeja de alambre de cobre enrollado, casi estoy seguro de que se llama bobina; si no, ustedes perdonen.)
Así es como el núcleo de hierro fluido desacopla del giro de la corteza al núcleo sólido. Como el fluido no es muy viscoso, el arrastre por fricción es pequeño. "Este diferencial en rotación es un proceso dinámico básico que va hasta el corazón del origen de nuestro planeta y de cómo ha evolucionado", dice Song. "Todavía hay mucho por aprender acerca de la Tierra interior."
Contacto con Xiaodong Song. En Columbia University: Ken Kostel.
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