Comunicación y basura
columna: «la calle»
La oficina de prensa de Los Pinos, lo que ahora llaman con redundancia Comunicación Social (¿hay comunicación que no sea social?), sigue perdida: gastó nuestro dinero en un encarte, aparecido el pasado mes de diciembre, y titulado "A la mitad del camino", que alude a los tres primeros años de Fox. Bien, pues no sirve para nada. Quien desee defender la reforma eléctrica, la fiscal, la laboral, no encontrará allí dato alguno y sí muchos e irritantes saludos con sombrero ajeno, más una buena cantidad de mentirijillas. Claro, además de frases huecas como la primera en la portada: "En estos tres años, el Gobierno Federal ha construido bases sólidas que garantizan un mejor futuro para los mexicanos".
A ver, una, una sola, aunque no sea tan sólida. Abre uno el folleto para enterarse en el cuadro 01 de que la inflación anual alcanzó niveles históricamente bajos (cierto, bravo por Francisco Gil). Los demás cuadros son diversas formas de expresar lo mismo. Que los índices de riesgo para el inversionista han disminuido, lo dice la gráfica 06. Pero las industrias que se están yendo a China quizá no se han enterado.
Luego viene el apartado "Impulso a la Competitividad". Se ha reducido a un solo día el tiempo necesario para abrir una empresa. Eso en dos municipios, Los Cabos y Aguascalientes. Quizá. Pero un solo inspector de Hacienda que no encuentre un domicilio fiscal o no lo busque o tenga flojera o considere excesiva su carga de trabajo y aplique la fórmula fatal de "no localizado", produce el cierre de la empresa: la imprenta no puede hacerle facturas, el Padrón de Exportadores e Importadores la da de baja, se le niegan marbetes si los exige su mercancía. La total parálisis. Y sólo queda ir a reclamar y esperar, esperar semanas, en ocasiones meses, a que vuelva el inspector y dé por localizado el domicilio. Si le parece, y si no, pues no. "Presente su queja otra vez".
La multiplicación de la telefonía básica, la móvil y la Internet, que nos presentan en gráficas, es mérito de compañías telefónicas y de servicios por cable. ¿Por qué nos la reporta la Presidencia como en los tiempos en que Telmex era única y del gobierno?
El colmo se encuentra en los datos sobre generación de electricidad: presentan un incremento tan maravilloso que no entiende uno por dónde carajos se ve la crisis futura. Peor aún: como si el cuadro lo hubiera preparado el PRD o La Jornada (que es lo mismo), sólo encontramos los datos de la compañía eficiente, la CFE. ¿Y dónde están los números vergonzosos, insultantes, criminales de la LyFC? Pues nada: que los oculta la misma Presidencia que plantea la urgencia de abrir el sector eléctrico. Es de risa. Y así continúa "A la mitad del camino" entre botes y botarates. Resulta escalofriante el título porque nos recuerda que apenas va la mitad y quizá no la peor.
Luego viene la página final, la de conclusiones: "México es hoy más democrático porque hay mayor respeto a la legalidad". Falso: bastaron unos machetes, ilegales en toda manifestación pública, para detener la obra magna del sexenio; hubo patrullas incendiadas, policías desnudados y rociados de gasolina; hubo de cuanto quisieron los líderes. Hubo desprecio por el acuerdo de la mayoría que deseaba vender sus tierras salitrosas, se impidió por la fuerza la instalación de casillas electorales, se metieron caballos y se prendió fuego a puertas del Congreso. ¿Con qué cara nos vienen a hablar de "respeto a la legalidad"?
En buena hora se decidió investigar los crímenes cometidos por servidores públicos durante el combate a los levantamientos armados de hace 30 años. Todo delincuente tiene derecho a ser juzgado de acuerdo con leyes que para eso se escribieron y es obligación de las autoridades ser las primeras en no perseguir el delito con otros delitos. Pero en el camino algo extraño está ocurriendo y los guerrilleros de entonces son hoy los más puros legalistas: Entre quienes "ya adelantaron el veredicto condenatorio, están varios de los que robaron, secuestraron y ejecutaron a personas inocentes (a policías, soldados, empresarios y camaradas desviados), delitos por los cuales se les amnistió por iniciativa de don Jesús Reyes Heroles, a quien también han condenado postmortem. Esos condenadores guardaron silencio ante nombramientos, en gobiernos perredistas, de jefes policiacos absolutamente objetables (Carrola, Careaga Entrambasaguas, Antonio Carrillo) no por las acciones ilícitas de subordinados suyos sino por sus propias conductas en cargos policiales anteriores". Luis de la Barreda (La Crónica, 14 de noviembre).
Los "comunicadores sociales" olvidaron que el gobierno de Fox está metido hasta el cuello en obtener ciertas reformas. Perdieron espacio, tiempo, esfuerzo y nuestro dinero en informarnos sobre los "Conflictos Electorales por Trienio", que no son responsabilidad de la Presidencia, o los "Ingresos Corrientes por Decil", tema que exige preparación estadística elemental, cuando urge explicar al lector de diarios, que fue donde se insertó el folleto, la reducción del IVA de 15 a 10 por ciento propuesta por el presidente Fox y escamoteada por el PRI y el PRD. Urge sacar a luz los datos sobre el precio de la electricidad, sobre el remolino de miles de millones de pesos que desaparece en la Compañía de Luz y Fuerza, y por qué urge inversión privada en electricidad y petroquímica. Sobre los asuntos torales del sexenio, los de vida o muerte para la economía nacional, nada: un documento inocuo destinado a la basura.
Y como en los peores documentos del priato, el remate son las frases melosas, huecas, vacías: "México es hoy más fuerte porque cuenta con la energía y el esfuerzo diario de cada mexicana y cada mexicano". Ta-ta-ta-tán. ¿Alguien entiende eso? Antes de que Fox llegara a la Presidencia, ¿no poníamos esfuerzo diario? Es como recitar: "México, creo en ti, porque tu nombre se escribe con la equis, que algo tiene de cruz y de calvario...". El tango lo inventaron los argentinos, pero lo sufridor se nos da a los mexicanos. Y lo cursi, más todavía.
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