Cinco millones de pesos menos para la atención de los niños de la calle, 47 millones más para sus oficinas: y nadie se molesta en la nueva "izquierda" que se aglutina en torno del más grande demagogo desde Hugo Chávez, Andrés Manuel López Obrador. Puede hacer lo que le venga en gana: endeudar al DF para subir su rating, ser el único gobernante sin transparencia en sus gastos y contratos, lanzar a la calle a quienes le place y entregar predios a sus partidarios, remodelarles las calles a los ambulantes, reírse de las preguntas incómodas, todo impunemente. ¿Cómo lo consigue? No lo consigue él: es un regalo de Fox y sus tarambanas.

Jorge Fernández ha dado en el clavo: "El gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la capital [...] recurre a medidas que no terminan siendo escandalosas porque sus homólogos federales y los partidos cometen tantos errores y generan tantos escándalos, que le quitan la atención pública a la administración capitalina", señaló el viernes 5 en Milenio. Y si bien es cierto que "las propuestas de López Obrador en términos presupuestales harían enrojecer a cualquiera de los ‘neoliberales’ del gobierno", ¿quién le presta atención a esos abstrusos temas cuando aún recordamos una declaración del gabinete, según la cual un mexicano consigue empleo cada 15 segundos? Lo asegura un subsecretario del Trabajo, y se queda tan orondo.

Nada más con eso tenemos para buen rato de diversión, y no con la última de AMLO. Como que no dan ganas de hacerle chistes, porque tiene uno la cortina de ruido levantada por el subsecretario hace tres semanas. Vamos echando números: el año legal tiene 31 millones 536 mil segundos. Divididos entre los 15 segundos del subsecre dan 2 millones 102 mil 400 empleos al año. O sea, que más de 2 millones de mexicanos consiguen empleo. Según estadísticas del INEGI, en el 2002 la tasa de natalidad fue de 1.99 por ciento: nacieron un millón 990 mil mexicanos: 100 mil menos de los que obtuvieron empleo.

Dicho de otra manera: en México la tasa de empleo supera la de natalidad, y, como Francia, debemos importar mano de obra para cubrir nuestro faltante. Ooh.

Sólo algunos detalles no coinciden en ese cuadro idílico donde son menos los paridos que los empleados: resulta del todo inexplicable que los mexicanos sigan huyendo de México por la ancha frontera norte. Se van a donde hay todo lo que el dúo Bartlett-Cuauhtémoc nos prohíbe en defensa de su Patria (la de ellos dos): los mexicanos se van a Texas, donde Pemex sí pudo asociarse con capital privado para levantar una planta petroquímica que dé buenos empleos a texanos; se van a California, donde la tierra sí se vende y se compra, la inversión del propietario la defiende la ley, ningún senador encabeza "ocupaciones de latifundios" ni "repartos agrarios", y por eso California, un estado entre cincuenta, compite con países enteros, como México, y les lleva ventaja sin límite, según prueba "la flecha de la inmigración": ningún granjero californiano emigra a Zacatecas en busca de empleo.

Hace poco más de cien años, en Chicago nació la insurgencia obrera por mejores condiciones de empleo, y sus sindicatos son temibles; pero no hay, ni remotamente, uno que haya logrado la "conquista" de instalar 55 trabajadores, como ocurre en la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, para hacer la tarea que, en otra compañía del mismo ramo, realiza uno y un solo trabajador, la Comisión Federal de Electricidad en nuestro caso. Esa monstruosidad se observa al comparar cantidad de electricidad vendida y número de empleados en la quebrada LyFC y en la CFE que, sin ser un modelo mundial de eficiencia, es 550 por ciento más eficiente en su relación trabajador-ventas, según datos de Jaime Sánchez Susarrey en Reforma.

Ante tales datos se comprende la encarnizada defensa de la electricidad nacionalizada hace apenas 43 años por el presidente López Mateos, no por los constituyentes de 1917: nadie en su sano juicio cambiaría una plaza donde maman 55 por otra donde chambea duro uno solo.

Y este tan revelador dato, ¿lo encuentra cualquiera porque está destacado en la publicidad oficial en favor de la reforma que permita a los particulares invertir en electricidad? Nada de eso: lo encontró trabajosamente un ciudadano y lo incorporó a los argumentos que pueden esgrimirse a favor de la reforma. El presidente Fox tiene como prioridad la de seguir enamorado. Eso dijo. Sabe muy bien que, si la fallida reforma no pasa tampoco en los siguientes tres años, la hará el próximo gobierno, el cierrrtamente encabezado por el PRI-PRD que ahora entorpece como oposición, pero no comerá lumbre como gobierno. Recuerde usted la jubilosa "roqueseñal" ante el aumento del IVA de 10 a 15 por ciento. Ya volvimos a verla, convertida en pabloseñal de "mocos", porque el IVA no bajó a 10.

En efecto, éste es un país maravilloso: soportará sin derrumbarse tres años y, con el agua al cuello, veremos llegar al salvador de la patria: un hombre de autoritarismo feroz envuelto en campechanería que impondrá al país una sola voluntad, como ya lo hace en el Distrito Federal. Pero habrá una gran diferencia: el endeudamiento de esa ciudad acabará endosado a la Federación. En cambio, el endeudamiento del país, ya lo vimos con Echeverría, se convierte en una piedra atada al cuello. El presidente Fox está entusiasmadísimo tejiendo la alfombra roja para la llegada del caudillo.

Husein. A Sadam Husein se aplican las palabras de Bernal Díaz del Castillo acerca de Moctezuma: "Y en él se cumplió lo que de él se decía, que todo hombre cruel es cobarde". La greña y la barba delatan que estuvo en ese agujero ocho meses y no en la conducción de la resistencia y, teniendo tres armas, no se dio un tiro o, mejor aún, no salió disparando para hacerse matar mientras se llevaba algunos enemigos a la tumba.

(El próximo lunes, 29 de diciembre, no aparecerá esta columna. El 5 de enero sí.)

la talacha fue realizada por: eltemibledani