La simpatía de dos péndulos: su sincronización con independencia de su posición inicial, fue descubierta por el holandés Christian Huygens en 1665. Es el mismo a quien debemos la teoría ondulatoria de la luz, olvidada porque el brillo de Newton impuso la teoría corpuscular. No fue menor el impacto de no poder responder la pregunta más sencilla: si la luz son ondas, ¿qué ondula entre el Sol y la Tierra si hay un espacio vacío? Huygens respondió que el espacio no estaba vacío, sino lleno de una materia perfectamente elástica a la que llamó éter.

Tiene todo el aspecto de una respuesta ad hoc y sin sustento en datos experimentales... fuera de que la luz llega y llega porque hay éter, y entonces resulta circular. Pero las observaciones que prueban cómo la luz son ondas, son muy variadas. El maravilloso experimento para comprobar la existencia del éter, 250 años después, por Michelson y Morley, conduciría a la teoría de la relatividad y el fin de la física clásica.

La duda entre las posturas de Huygens y Newton persistiría hasta 1905, cuando Albert Einstein probaría la naturaleza de la luz como un quantum de energía, un paquete, y la física se transformó desde sus cimientos: la luz y las partículas subatómicas tienen naturaleza dual: son onda y partícula. Están, respondió Bohr, en superposición de estados en tanto no ocurra una observación.

La sincronización de los péndulos, cuando cuelgan de una misma estructura de madera, la atribuyó Huygens a minúsculas vibraciones en la madera que soporta los péndulos. Se conoce como simpatía la sincronización transmitida de un objeto a otro. Ejemplo sencillo: para afinar una guitarra se pulsa una cuerda, digamos Mi, y se ve la cuerda contigua mientras la vamos tensando: cuando comienza a vibrar sin tocarla ya está en Mi. Así se continúa de una a otra. Para afinar la primera hay silbatos o se emplea otro instrumento.

Los constructores de instrumentos también han empleado la simpatía para dar timbres más cálidos. La viola d'amore tiene otro juego de cuerdas bajo las que toca el arco, Vibran por simpatía y añaden una calidad más llena.

También puede ser causa de desastres. ¿Por qué durante un terremoto algunos edificios caen y otros no, con independencia de la calidad de los materiales y del diseño? Es resultado de que la onda del terremoto es un tono y sus armónicos. El edificio que resuene por simpatía porque sus materiales y forma le dan ese mismo tono, se cae. El vecino resiste. El edificio posee un tono como un tubo de órgano.

He leído que las mujeres que viven bajo un mismo techo, conventos, internados, acaban por menstruar al mismo tiempo. Cuando estamos enamorados decimos que nuestros corazones palpitan al unísono. Algo hay de eso. Y el cine de terror induce miedo con sonidos en el ritmo del corazón temeroso. "Hay indicaciones de que algunos ataques epilépticos están causados por sincronización de neuronas", dice la nota sobre Huygens.

Científicos de la Universidad Técnica de Eindhoven, Holanda, y colegas mexicanos, han dado razón a Huygens: la fábrica mexicana Relojes Centenario hizo para la prueba un par de relojes de péndulo colgados de una estructura de madera. Además, para medir diversas variables, "analizaron y simularon el efecto empleando el más detallado modelo matemático desarrollado para este experimento".

Así pudieron desmenuzar correctamente y en detalle el mecanismo tras de la sincronización. Y tiraron a la papelera la teoría propuesta dos años antes y que atribuía la sincronización a pulsos acústicos.

El fenómeno ha fascinado generaciones de científicos por tanto como 350 años en parte debido al hecho de que en la naturaleza y en ingeniería ocurren sincronizaciones.

Como jarro DE atole, botella DE tequila, copa DE vino, taza DE café, cartón DE cerveza, así vaso DE agua: porque hablamos de uno lleno y no simplemente mojado. Glass OF water, verre d'eau, bicchiere Di aqua... etc.

Medalla BELISARIO DOMÍNGUEZ 2016 para Gonzalo Rivas Cámara, que salvó cientos de vidas a costa de la suya: #BelisarioParaGonzaloRivas

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