Y el sábado Dios descansó haciendo adobes

publicado el 27 de diciembre de 2015 en «Milenio Diario»
columna: «se descubrió que...»

 

"En el principio creó Dios los cielos y la tierra...", dice el Génesis, la bella narración de un pueblo precientífico que no se preguntó cuándo creó "el principio" mismo: el tiempo y el espacio, y los da por existentes de forma simultánea con Dios, o Yavé, usando la transliteración del Nombre que no debe pronunciarse y son cuatro letras, por lo que se conoce como el Tetragrámaton, griego para decir De cuatro letras, tetra como tetra-pack, gramma como gramática.

En Nature Physics, unos cinco mil años después de escrito ese principio al que le falta el principio, publican investigadores del Instituto Racá de Física en la Universidad Hebrea de Jerusalén que "el origen de los elementos pesados producidos en la naturaleza por captura de neutrones es al presente uno de los misterios de la nucleosíntesis".

Para muchos elementos pesados hay muy buena explicación: el Big Bang tuvo en sus primeros instantes una temperatura tan inmensa que la agitación de las partículas daba un denso plasma. Pero el Big Bang no comenzó creando los cielos y la tierra, sino el espaciotiempo que, al expandirse, trajo consigo un efecto que estudiamos en secundaria (si no nos dan clase maistros de la CNTE o más pior la CETEG): volumen y temperatura son inversamente proporcionales, la ley de Boyle y Mariotte, 1662 y 1676. Una temperatura inicial disminuye al repartirse en un volumen mayor.

Como Dios es muy listo y no reprobó secundaria, empleó la ley de Boyle y Mariotte para que, al crecer el espacio por obra del Bang, la menor agitación de partículas permitiera a los gluones atrapar quarks en tríadas y así formar protones y neutrones, cada protón atrajo un electrón y formó un átomo de hidrógeno-protio, el más elemental.

Pero la temperatura siguió bajando al crecer el espacio sin que se pudieran formar elementos pesados. Éstos fueron obra de la gravitación: las nubes de hidrógeno primigenio se contrajeron por acción de esta fuerza. Al encimarse capas de hidrógeno, los átomos del centro vencieron su rechazo y se unieron en pares. El proceso, o fusión, produjo un átomo de helio y un sobrante de energía. Hubo estrellas que iluminaron la noche. Brillaron para única gloria de Yavé porque nadie más las veía y, cuando agotaron su dotación de hidrógeno, las capas superiores detenidas por la energía de la fusión perdieron soporte y la gravitación las llevó contra el centro. La presión aplastó los átomos de helio, formó carbono, oxígeno, hierro y, conforme a Newton, a esa acción siguió una reacción: el aplastón causó un rebote y la estrella lanzó sus restos al espacio que así quedó sembrado de elementos necesarios para la vida.

Ni ese apachurrón fue suficiente para formar plutonio. "Todo el plutonio usado en la Tierra se produce de forma artificial en reactores nucleares. Pero resulta que también se produce en la naturaleza", dice el equipo de Jerusalén.

Y he aquí el misterio: el plutonio es un elemento radioactivo cuyo isótopo de mayor vida, el plutonio-244, dura 120 millones de años. "Detectar plutonio-244 en la naturaleza implicaría que el elemento fue sintetizado en fenómenos astrofísicos no hace mucho. El joven sistema solar contuvo una cantidad significativa de plutonio-244. Considerando su corto ciclo de vida, el que existía hace unos 4 mil millones de años, cuando la Tierra se formó, ya se ha desintegrado, pero pueden detectarse sus isótopos hermanos".

También hay plutonio-244 caído a la Tierra y depositado en los fondos marinos.

El equipo de la Universidad Hebrea de Jerusalén reconcilia estas contradicciones: "Si la fuente de plutonio radioactivo fueran fusiones de estrellas binarias de neutrones". Cuando una estrella chica o mediana, como el Sol, agota su hidrógeno y estalla, lanzando elementos pesados al espacio, su núcleo fusiona protones con electrones en neutrones y deja un cuerpo opaco formado ya no de átomos, sino de neutrones alineados uno con otro. Si es mayor, forma un agujero negro. Las estrellas binarias giran una en torno de otra.

Si dos binarias de neutrones chocan y se mezclan logran crear plutonio, si ocurre en las cercanías de nuestro sistema solar, algo nos llega.

Lo cual prueba que Yavé trabaja en sábado.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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