Un equipo de filósofos y biotecnólogos belgas ha buscado explicación a la feroz oposición contra los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y el global rechazo en ciertos medios, y solo en ciertos medios, particularmente de clases medias e ilustradas en ciencias sociales, “a pesar de las contribuciones positivas de los cultivos OGM para la agricultura sustentable”. Uno, nada menor, es la poca o nula fumigación contra plagas cuando se siembran semillas resistentes. Pero ni la gente con enemistad eterna contra los insecticidas y los fertilizantes parece ver las ventajas de los organismos GM. El equipo argumenta en Trends in Plant Science “que la mente humana es muy susceptible a las representaciones negativas y con frecuencia emocionales lanzadas por ciertos grupos ambientalistas y otros oponentes a los cultivos con OGM”.

Los investigadores urgen a la población a revisar sus opiniones caso por caso y “no enfocarse en la tecnología sino en el producto resultante”.

Pero la pregunta que se hacen es acerca de la popularidad globalizada del rechazo. Sostienen que puede explicarse “en términos de procesos cognitivos subyacentes”. Ven que “los mensajes anti-OGM provocan intuiciones y emociones de gran atractivo”, dice el autor principal, Stefaan Blancke: “Las representaciones negativas de los organismos GM —por ejemplo las afirmaciones de que causan enfermedades y contaminan el medio ambiente— abren el grifo de nuestros sentimientos de asco y se pegan a la mente. Son emociones muy difíciles de contrarrestar, sobre todo porque la ciencia tras los organismos GM es compleja para comunicarla”.

Ha sido inútil repetir, una y otra vez, que los humanos no consumimos ningún alimento, vegetal o animal, que no haya sido genéticamente modificado durante milenios: el trigo y la cebada fueron pastos de pequeñas espigas hace 15 mil años. Una observación en la descendencia humana señala sin duda que los hijos se parecen a sus progenitores. Luego, la semilla grande dará semillas grandes...  Y comenzó la selección humana de genes. Así, en el Medio Oriente, los humanos creamos los cereales. La espera de la cosecha produjo las primeras ciudades: es la Revolución Neolítica que mis tíos, dice el Genographic Project, llevaron a todo el Mediterráneo. La vaca lechera y la manzana jugosa también son selección genética. Como lo son caballos, perros y gatos. Nada es como era hace 100 mil años.

Unos 7 mil años después que el Medio Oriente, los pueblos americanos crearon el maíz a partir del teocinto y sus minúsculas mazorcas. No domesticaron el caballo americano porque se lo comieron. ¿Por qué los argumentos razonables resbalan en una negativa cerrada?

La propaganda anti organismos GM se sostiene en “intuiciones de que todos los organismos tienen una esencia inobservable e inmutable y que las cosas en el mundo natural ocurren o existen con un propósito”, lo cual niega todo lo que sabemos acerca de la evolución de las especies y su transformación permanente e ininterrumpida. Es el muro contra el que se topa Darwin.

Aceptar que una especie pueda cambiar y ser otra, “nos hace muy susceptibles a la idea de que la naturaleza es una fuerza con un propósito o hasta con intenciones con las que no deberíamos entrometernos”.

En buena medida contribuyen las creencias religiosas. Pero el equipo sostiene que más bien es asunto de mensajes que compiten por atención, los de grupos ambientalistas son sencillamente mucho mejores para sentir en las tripas que los razonamientos basados en hechos presentados por científicos.

“Por un muy largo tiempo la gente ha estado oyendo sólo un lado”, dice Blancke. “Los científicos en general no se involucran en explicar al público lo que son los organismos GM, para no mencionar que la ciencia de estos organismos es altamente contraintuitiva y por eso difícil de transmitir a legos, así que desde el principio están en desventaja”.

Blancke y otro coautor, Geert de Jaeger, biotécnico de plantas, comenzaron por dar conferencias en sus comunidades para disipar mitos acerca de los organismos GM.

la talacha fue realizada por: eltemibledani