Impunidad total o masacre, ¿no saben otra?
columna: «la calle»
Hoy, domingo 12, no se conoce el paradero de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero. Buitres carroñeros subieron a la red la foto de un motín en un Tutelar de Menores, en 2011, como los desaparecidos a punto de ser asesinados (y fotografiados con sus verdugos sin encubrir). Los exámenes no han confirmado que sean sus cuerpos los encontrados en fosas clandestinas... de un estado lleno de fosas clandestinas por los decenios de gobiernos criminales, los Figueroa y sus herederos, hoy en el PRD.
Deben aparecer vivos. La suma de los muchos y graves delitos cometidos por los normalistas, no hace una sentencia de muerte. Las autoridades los miraron impasibles bloquear autopistas, tomar casetas de pago, vaciar camiones de cerveza, robar tráilers de golosinas, asaltar comercios, incendiar gasolineras, cerrar aeropuertos, destruir autos. Hasta los protegieron de la justa ira de terceros afectados. Eso y más han hecho a nombre de una exigencia que debería avergonzarlos: plaza automática de maestro al terminar los estudios, sin examen de oposición para seleccionar a los mejores.
El “movimiento” por las plazas automáticas llevó a los normalistas a incendiar una gasolinera. Así fue como quemaron vivo al trabajador Gonzalo Rivas, empleado de la gasolinera a la que pusieron fuego. Asesinato no solo impune, sino ni siquiera investigado. Peor: echado al olvido por las conciencias sociales del país. Es que su horrible muerte fue producto de “la lucha”... Y eso todo lo justifica: hasta quemar vivo a un asalariado.
Tampoco han abierto el pico en estos días: es que Iguala y Guerrero los gobierna el PRD.
Por si algo faltara en el currículum de barbarie de los futuros maestros de niños, agreden a botellazos y pedradas a Cuauhtémoc Cárdenas, acompañado de Adolfo Gilly, ex preso político y luchador de izquierda. A Cárdenas le gritaron “asesino” y así desvaloran la palabra, la vacían de sentido. ¿Cómo llamarán a los culpables si los jóvenes aparecen muertos?
No hay plazas automáticas de médico al terminar la carrera, y jamás nos atenderíamos con uno. ¿Por qué debería haberlas de maestros?
El gasto de México en educación es más alto que en Defensa y Marina, es uno de los porcentajes más altos entre los países miembros de la OCDE. Pero hay escuelas con infraestructuras indignas de niños: pisos de tierra, falta de excusados, carencia de electricidad y de agua. No falta dinero: sobran maestros que no dan clases, que cobran por trabajar en campañas para que los líderes sindicales lleguen a diputados.
El gobernador Ángel Aguirre, quien abandonó el PRI como todos los perredistas, cuando no obtuvo la candidatura a gobernador de Guerrero y se la ofreció el PRD, hace el ridículo al solicitar otra de las “consultas populares” de moda para seguir en el cargo. Así comienzan a perder sentido los tres poderes de la Federación: el Ejecutivo se sustituye por consultas, el Legislativo por “mesas de diálogo” y el Judicial debe plegarse a esa voluntad “popular” directa. No necesitamos sino votos a mano alzada, asambleas.
Nada menos que René Bejarano había denunciado el asesinato, de dos escopetazos, de un miembro del PRD por otro en oficinas del PRD: el hoy alcalde prófugo José Luis Abarca asesinó, personalmente, a Arturo Hernández. Cero investigación. A la incapacidad de las autoridades para imponer sin remilgos la ley, o síndrome deTlatelolco que padecen desde el final de la guerra sucia contra la guerrilla, hace 35 años, ahora se sumará el síndrome de Iguala: el pánico a detener normalistas que asaltan camiones de carga, roban negocios y matan un trabajador al incendiar una gasolinera. La parálisis será completa.
Victimizarse
Es muy triste comprobar, una y otra vez, que los mexicanos no sabemos ganar y por fuerza debemos ser víctimas. A los estudiantes del IPN les aceptó el secretario de Gobernación en persona, en público, en la calle, punto por punto. Y la respuesta es que “quiere aplastar el movimiento”... dándole solución... Uf...
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