Adicciones, neurotransmisores y mercado
# 396, diciembre de 2010
La mariguana de México genera sólo mil a dos mil millones de dólares anuales puesta en Estados Unidos, según un estudio del RAND Policy Research Center, organización sin fines de lucro dependiente de la RAND Corporation. “El único panorama en el que la legalización en California podría reducir sustancialmente las utilidades de los traficantes de droga sería si la mariguana producida en California, de alto poder, fuera contrabandeada hacia otros estados de la Unión, y a precios inferiores a los comunes para la hierba mexicana”.
El cálculo de uno o dos mil millones anuales es muy inferior a las estimaciones realizadas por el gobierno de Estados Unidos y otros grupos. Sostiene que la muy citada afirmación según la cual la mariguana forma el 60% de las utilidades para el narcotráfico mexicano sencillamente no es creíble. “Ninguna fuente disponible de forma pública permite verificar o explicar el mítico 60% y análisis posteriores hechos por el gobierno han revelado una gran incertidumbre en tales cifras”, dice Jonathan Caulkins, coautor del estudio. “Nuestros análisis sugieren que el contrabando de mariguana por la frontera sur hace un 15% a 26% de las utilidades”. Un rango más creíble.
Dado que California sola, sigue el estudio, da cuenta del 14% del consumo nacional de mariguana, eso sugiere que la legalización allí sólo influye el mercado californiano, “y podría tener un pequeño efecto en las organizaciones de narcotráfico: les reduciría utilidades por quizá de 2% a 4%”.
Pero el mismo análisis destaca cómo el impacto de la legalización en los cárteles mexicanos podría incrementarse si la mariguana cultivada en California fuera contrabandeada a otros estados porque si esa mariguana de bajo costo y alta calidad dominara el mercado de Estados Unidos, las utilidades obtenidas por los cárteles mexicanos “podrían reducirse en más de 65% y es probable que se acercaran más al 85%”. De ser así, el estudio RAND sugiere que los traficantes de droga podrían perder cerca de un 20% de sus utilidades.
“Legalizar la mariguana en California no influirá apreciablemente los cárteles mexicanos y la violencia relacionada con ellos, a menos que las exportaciones de California saquen del mercado la mariguana mexicana en otros estados”, dice Beau Kilmer, autor principal del estudio. Pero no cree que hubiera resultados a corto plazo en cuanto a reducción de la violencia en México.
Contacto: Warren Robak, robak@rand.org
Por qué la cocaína es adictiva
Investigadores de la Escuela de Medicina Monte Sinaí han descubierto cómo el cerebro se vuelve adicto a la cocaína. Encontraron que dos principales tipos de neuronas (D1 y D2) en el nucleus accumbens (núcleo interno del cerebro), centro especializado en detectar recompensas luego de una conducta, ejercen efectos opuestos respecto de la cocaína, activar las neuronas D1 incrementa la recompensa y las D2 la disminuyen.
“Los datos sugieren un modelo por el cual la exposición crónica a la cocaína resulta en actividad desbalanceada entre los dos tipos de neuronas: mayor actividad en las neuronas D1 combinada con menor actividad de las D2”, señala Mary Kay Lobo, principal autora del estudio publicado por Science.
Esta nueva información muestra cómo la cocaína envicia el centro cerebral de la recompensa y cómo tiene efectos opuestos en neuronas, dice Eric Nestler, coautor del estudio. “Podemos emplear esta información para desarrollar nuevas terapias para la adicción a la cocaína, posiblemente apuntadas a alterar selectivamente la actividad en ambos tipos de neuronas”.
Contacto: Mount Sinai Press Office, newsnow@mountsinai.org
Por qué hay más alcohólicos varones
Es una observación común y sin más estadística que la memoria: conocemos más hombres con problemas de alcoholismo que mujeres. No, no es la educación, el patriarcado y el machismo. Eso puede explicar la borrachera de cantina, pero el alcoholismo es una adicción, una enfermedad con elementos comunes entre los más diversos hombres y compartidos por las drogas ilegales. Por lo pronto, es necesario explicar por qué hay dos veces más hombres alcohólicos que mujeres.
Un estudio en Biological Psychiatry señala hacia un neurotransmisor, la dopamina. Investigadores de las universidades de Columbia y Yale estudiaron hombres y mujeres bebedores sociales. Después de consumir una bebida, alcohólica o no, cada participante se sometió a un escaneo con tomografía por emisión de positrones (PET). Así pudo medirse la cantidad de dopamina liberada por el cerebro a causa del alcohol. La dopamina es el neurotransmisor por excelencia para transmitir señales placenteras entre neuronas, está presente en las experiencias sexuales y en el consumo de drogas porque, cuando una sustancia produce liberación de dopamina, el placer producido nos aficiona a esa sustancia.
Los resultados mostraron que, ante similares consumos de alcohol, los hombres tenían mayor liberación de dopamina que las mujeres. Ese incremento se localizó en el núcleo estriado ventral, área del cerebro fuertemente asociada con el placer, con el reforzamiento y la formación de adicciones.
“En hombres, la intoxicación alcohólica produjo una mayor liberación de dopamina”, explica Nina Urban. “Esto puede contribuir a las iniciales propiedades reforzantes del alcohol y al riesgo de que se forme hábito”.
La autora principal del proyecto, Anissa Abi-Dargham, hace notar que la repetición de sesiones con abundante bebida reduce la liberación de dopamina inducida por alcohol. Y eso puede ser un marcador de que está creándose una mayor tolerancia o un hábito.
Que el alcohol estimule la liberación de dopamina puede tener un importante y complejo papel en los efectos de recompensa y en su abuso. La identificación de este mecanismo neuroquímico in vivo puede llevar a explicar las diferencias sexuales en alcoholismo y es un paso adelante en su mejor conocimiento.
Contacto: Chris J. Pfister, C.Pfister@elsevier.com
Y genes
Además de diferencias intersexuales en el alcoholismo, es notable su presencia en familias. De nuevo es fácil atribuir el efecto a la educación: el niño ve al padre borracho y a su vez luego será borracho. Podría ser al contrario si se piensa dos veces: ver el estado deplorable de un padre alcohólico y los efectos en la vida familiar podrían más bien inducir un total rechazo al alcohol en el niño que ha sufrido los excesos paternos, o maternos (aunque es mucho menos frecuente).
Bien, pues la susceptibilidad a volverse adicto al alcohol tiene ya su primera evidencia experimental de que es genética. Entendámonos: no hay genes del alcoholismo, sino de la predisposición. Ya luego cada quien hace con sus genes lo que pueda. En el reporte publicado por Alcoholism Clinical Experimental Research de nuevo encontramos las neuronas D2, que responden a la dopamina, el neurotransmisor de “sentirse bien”.
“Los receptores D2 en ratones normales de alguna manera inhiben la expresión del gen cannabinoide tipo 1”, dice Panayotis Thanos, autor principal, neurocientífico en el Brookhaven Lab. Es el gen responsable de los receptores cannabinoides, localizados junto a los receptores de la dopamina y por eso importantes para las adicciones.
La combinación Nature-Nurture la expresa con claridad Thanos: “Nuestros hallazgos permiten explicar cómo algunos perfiles genéticos pueden interactuar con el medio ambiente para producir ciertos cambios sólo en algunas personas, pero no en otras con menos vulnerable perfil genético. El estudio apoya la idea de que un análisis genético podría aportar a las personas información valiosa en cuanto a entender los riesgos cuando deciden consumir alcohol”.
“Más investigación acerca de la relación entre el arreglo genético y el medio ambiente nos ayudará a comprender mejor la enfermedad crónica de la adicción en términos de factores de riesgo que pueden elevar la vulnerabilidad de una persona”, concluye Thanos.
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