¿Bach escribió un palíndromo musical?
columna: «se descubrió que...»
No imagino una corte real más cercana a la mítica Castalia de Hermann Hesse en El juego de abalorios, que la de Federico II de Prusia, filósofo, compositor, buen flautista. Su reinado fue largo, de 1740 a 1786, durante el cual con brillantes campañas militares que dieron fama a la escuela prusiana de guerra, duplicó el territorio de Prusia y se ganó el título popular de Federico el Grande. Admirador de la Ilustración francesa, amigo de Voltaire, democratizó Prusia con leyes que prohibían la tortura y protegían a los pobres.
Siendo aún príncipe heredero y a disgusto con lo que seguimos llamando "disciplina prusiana", intentó escapar con su amante, el teniente Hans Hermann von Katte, a Gran Bretaña, una monarquía constitucional con Parlamento. Fallaron los jóvenes y el príncipe fue enviado a prisión domiciliaria dos años por su padre. No fue lo peor, sino verse obligado a presenciar la decapitación del teniente.
Federico el Grande se hizo construir un palacio de verano al que llamó Sanssouci, en francés y con claras connotaciones disolutas porque significa "sin preocupación", "sin cuidado", sin ceremonias. Allí se refugió Voltaire un par de años, tiempo más que suficiente para ponerse al tanto de las diversiones del gran rey con los más atractivos elementos de su guardia y por eso lo llamaba "puta simpática". Federico el Grande murió sin hijos porque, por más esfuerzos que hicieron, ni él ni su amado teniente von Katte, lograron un embarazo.
Federico el Grande llenó su corte de los más famosos artistas. Y entre ellos Bach, invitado a tocar en el gran órgano de Postdam. Luego de escuchar las improvisaciones de Bach el 7 de mayo de 1747, el rey le presentó un reto: improvisar sobre un tema que allí mismo tecleó: es una frase musical llena de alteraciones y de ritmos sincopados. Bach armó todo un juego de abalorios con ese material de pocos segundo de duración. El rey pidió a Bach una improvisación en seis partes. El reto era enorme porque la tonalidad del tema real divaga debido al gran número de alteraciones. Va en breve: el vals 13 de Chopin, un siglo posterior, está en re bemol, tonalidad que exige cinco bemoles, entre ellos la nota sol bemol. Pero ya en el primer compás Chopin indica una alteración: sol natural. Ha pasado un siglo, han muerto Mozart, Beethoven y Schubert.
En otro ejemplo: cante usted la primera frase de Cenizas: "Después de tanto soportar la pena de sentir tu olvido..." Puede comenzar desde cualquier nota y eso marcará la tonalidad, no importa cuál, pero debe ser menor. Decidido el tono en esa primera frase, vista la partitura, no hay ninguna indicación de eliminar o poner un bemol o un sostenido. No hay alteraciones a la tonalidad.
En el Thema Regium todo está alterado. Para decirlo en forma técnica y elegante: es un desmadre. Bach hizo lo que pudo con aquel mazacote, y pudo mucho. Pero se quedó con la espinita.
A su regreso a Leipzig, Bach continuó trabajando los raros compases tocados por el rey, el Thema Regium, y el resultado fueron trece composiciones que Bach envió a Federico el Grande como Ofrenda Musical un par de meses después.
En esa maravilla de título Gödel, Escher, Bach, Douglas Hofstadter analiza diversas paradojas y lazos lógicos. La clásica: Dice Epiménides el cretense: todos los cretenses son mentirosos... ¿Es verdad eso o falso? Si son mentirosos necesariamente lo que dice es falso y no son mentirosos, luego lo que afirma es verdad y sí son mentirosos... Así hasta el fin de los tiempos. El bestia de San Pablo, ignorante de sutilezas filosóficas griegas, dice en una de sus epístolas que los cretenses son tan mentirosos que hasta ellos mismos lo aceptan: orejas de Elba Esther para San Pablo.
Hofstadter analiza el canon 4 en la Ofrenda: cada que concluye queda en una tonalidad ascendente. La dedicatoria de Bach en ese canon, dice: "Como crecen las notas, así crezca la fortuna del rey".
Pero debió enviarme un face-amigo, Ernesto Ramírez, un video que ilustra con movimiento la partitura del canon cancricans (canon cangrejo), para que entendiera yo la maravilla que hizo Bach. Tengo la Ofrenda tocada por The Academy of St. Martin-in-the-Fields, dirigida por Neville Marriner, pero no había entendido el título: canon cangrejo. Es que Bach desarrolla el Thema Regium en el sentido que le dio Federico el Grande, pero luego lo toca al revés, como los palíndromos (del griego pali: otra vez, y dromos: camino, calle): Dábale arroz a la zorra el abad, o Adán nada. No lo es porque difiere, pero tiene sentido. Luego se cruzan: si es teclado una mano va al derecho y la otra al revés, y así continúa Bach divirtiéndose con ese juego de abalorios. Aquí lo pego en clavecín. Los primeros compases son el Thema Regium. Vea que casi todas las notas tienen un simbolito de alteración, quitar o poner y no se pierda el video, ¡es maravilloso, hasta cinta de Moebius hace!:
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