La cepa más virulenta se extingue

publicado el 31 de octubre de 2011 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

La idea de perseguir selectivamente al grupo delincuente que produzca más temor social se traduce en ir primero contra el secuestro, homicidio, venta de protección, asalto y robo. Y que se despenalice la producción y consumo de drogas, como ya se hace con el tabaco y el alcohol. La muestra la da la naturaleza:

Es bien conocido por los biólogos el fenómeno por el que desaparecen las cepas más virulentas, más mortíferas, de un microorganismo causante de una enfermedad. Decimos que la naturaleza es sabia y con eso hasta los ateos entramos al terreno de la teleología y el diseño, sólo cambiamos un dios por otro.

La naturaleza es ciega y sobre todo impasible: no la enternece la gacela perseguida por los leones ni toma en consideración que sea "adulta mayor" o padezca algún tipo de incapacidad. Por el contrario: son motivos para eliminarla y que deje de consumir un pasto que otras necesitan. Lo dijo de los humanos Steve Jobs en su estremecedor discurso en Stanford.

Con los microorganismos ocurre otro tanto: las variedades o cepas más mortíferas resultan eliminadas de la competencia por infectar nuevos organismos porque matan demasiado pronto al que infectan y no les da tiempo de pegar el salto a otro, sano, para subsistir como especie.

Las cepas menos violentas dejan vivir al organismo infectado y así consiguen que disperse por más tiempo la infección. Si un infectado de gripa muriera en un día, no andaría por la calle estornudando virus durante una semana entera y causando así una epidemia. No es un diseño divino, es azar: los virus que matan pronto se esparcen menos o nada. Son un callejón sin salida evolutivo, un error que la selección natural elimina, sus primos menos belicosos se esparcen porque no matan pronto.

Con asombrosa clarividencia lo descubrió la poesía:

Comme la vie est lente
Et comme l’Espérance est
violente...

Dice Apollinaire en versos intraducibles: violente se oye igual que vie au lent: Cómo la esperanza es violenta (o es vida estilo lento). Sous le pont Mirabeau coule la Seine () L’amour s’en va...

En 2006 escuché por tv a un intelectual informar que las elecciones federales habían demostrado la sabiduría profunda del pueblo mexicano, pues los electores no le habían dado mayoría a ningún partido. Otros podríamos decir, con los mismos datos, que el pueblo mexicano es profundamente variado y el diseño de los poderes de la Unión perverso porque lleva a la parálisis legislativa que nos tiene empantanados, como se constata desde que en 1997 el presidente Zedillo perdió la mayoría en la Cámara de Diputados y una pequeña compañía, Petrobras, se convirtió en éxito rotundo mientras Pemex languidece rumbo a la extinción.

El pueblo no es ni sabio ni estúpido, sino un organismo al que en ocasiones se imponen callejones sin salida. Como le ocurre a tantas especies que, por eso mismo, desaparecen.

La imagen de sabiduría en la naturaleza nos viene de que sólo vemos los diseños exitosos; los fracasados no, porque ya no existen. Lo mismo ocurre con los pueblos: Afganistán tiene fama de ingobernable hace milenios, allí fracasó Alejandro Magno y también George Bush. Es que "Afganistán" es una entelequia, una creación de Occidente. Como lo es Oriente Medio. Lo que existe todavía en muchos países del mundo son grupos tribales que no sienten pertenencia alguna a una entidad mayor, a un Estado. La tribu A es enemiga de la tribu B y no sabe de fronteras.

Mark Kleinman, experto en seguridad, citado el mismo día por Carlos Puig y Jaime Sánchez Susarrey, propone dar prioridad a combatir los delitos que más atemorizan a la mayoría de la población, y no es la venta de drogas ilícitas, sino el secuestro, el homicidio, el asalto en carreteras, el cobro de seguro "para que tu negocio no se vaya a incendiar". No se trata de pactar, ni de un cese el fuego, sino de enfocar la fuerza del Estado, de manera selectiva, a quienes nos sumen en terror. (Cese EL fuego" y "alto EL fuego" porque es un imperativo: ¡Que cese el fuego!).

GDL y transporte nocturno

Guadalajara, como un rancho perdido, no tenía transporte público a partir de las 10 de la noche. En semanas pasadas pusieron magníficos camiones llamados BuHo. Pero transportan 80 personas y son 200 las que hacen redituable el negocio, así que ya amenazan con suspender. Exactamente por eso el transporte público es, en todo el mundo, un servicio municipal.

De cómo una bellísima mujer hace todo por destruir su vida, y casi lo consigue: Olga (Planeta, 2010).

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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