"¡Que se hunda Pemex para rescatarlo yo!"
columna: «la calle»
En mayo hará un año que el periodista Ricardo Alemán publicó en El Universal el siguiente altercado entre López Obrador y los senadores Carlos Navarrete y Graco Ramírez, sin réplica ni desmentido en un año entero: Los senadores del PRD argumentaron sobre la urgencia de rescatar a Pemex y así arrebatarle al gobierno de Calderón "la joya de la corona". "La discusión subió de tono. A gritos, López Obrador insistía: ‘¡No, no, no… nada que fortalezca al espurio!’, mientras que los senadores insistían en que se fortalecería a Pemex, al PRD y la posición pública de su movimiento. ‘¡No, Andrés, no podemos permitir que se hunda Pemex… Por el bien del país, por el bien de todos!’, dijo Navarrete, en abierto reto al legítimo. Pero la respuesta de Obrador dejó fríos, paralizados a sus interlocutores. ‘¡No me importa que se hunda Pemex… si se tiene que hundir que se hunda… Si tenemos que incendiar pozos, los incendiamos...! Pero no vamos a hacer nada que fortalezca al espurio...’."
Y con esta gente, ¿puede haber debate? Ellos mismos no lo desean, por eso inventan un tema que no está en la mesa: una privatización de Pemex que nadie plantea, y plazos que pueden ser tres meses o tres años. Los debates siempre habían durado lo que pidiera el debate, diría sabiamente Perogrullo, y no un tiempo, breve o largo, previamente fijado. Es que no buscan debate, van a lo suyo: a obtener por la parálisis del gobierno lo que no obtuvieron en las urnas, y a eso se le llama golpismo. Son golpistas, camisas negras blanqueadas. El rencor por su fracaso en las elecciones federales los lleva a repetir, y mal, el intento de aquel coronel Tejero, que al principio de la transición española intentó apoderarse de las Cortes, la Cámara de Diputados española. No han logrado probar el alardeado fraude, pero querían recontar nuestros votos, ¡ellos que luego de un mes no logran contar los de su elección interna y que terminaron a golpes y heridos en la sección PRD-DF!
Confían en dos chantajes: el "trauma de Tlatelolco" y el fuero que impide procesarlos. El uso criminal de la fuerza pública hace 40 años sigue inhibiendo la aplicación de la fuerza legal, y el fuero de que gozan exige que para aplicarles la ley se deba pedir el permiso de los secuaces.
Está el país en manos, en pies más bien, de "hooligans con fuero", los llama Jorge Fernández Menéndez. Fuero significa permiso para delinquir sin rendir cuentas a ninguna autoridad. Es su escudo legal. Y los delitos por los que no responden pueden ir desde faltas de tránsito, como pasarse los altos, hasta romperle en las narices un amparo al ciudadano que busca defenderse contra actos de la autoridad, o, como ahora, encadenar el Congreso para impedir un debate que saben perdido por falta de argumentos. ¿Usted les ha oído alguna contrapropuesta para salvar de la ruina a Pemex localizando nuevos yacimientos? Sí, la de López en su Proyecto de Nación: atraer capital privado. Pero ya la niega sin decoro. Fuero significa que Dolores Padierna puede ahorcar a Bejarano (¡Dios me oiga!) y, para detenerla y someterla a juicio, es necesario que sus secuaces en la Cámara la desafueren. Si dicen que no, es no sin remedio. ¿Deberemos comenzar a hacernos justicia por propia mano, pasando así, también, por encima de la ley? Es a lo que nos están conduciendo.
No puede ser que les conservemos estos privilegios a patanes y zafias que nos cuestan 8 mil millones de pesos, más sus comidas en El Cardenal, manicures, peluquerías y masajes, empleados para reírse de nosotros desde las fotos que los muestran en pleno jolgorio porque han logrado impedir, como legisladores, el acto de legislar para el que les pagamos.
Pasaron los hooligans con fuero hasta por encima de Carlos Navarrete, coordinador de los senadores del PRD, quien llevaba la propuesta, perfectamente aceptable para todas las partes, de discutir por tres semanas el proyecto presidencial de reformas a Pemex y modificar lo modificable. Esa postura de oposición seria, fue desbordada por las hordas de gentuza estilo Padierna, María Rojo, la señora Breacol, Guadarrama el neo perredista acusado de asesinar perredistas, y todo el bejaranismo crecido a la sombra de la transa con vivienda para pobres y la privatización de las calles a favor de sus ambulantes: mismo, idéntico origen que las camisas negras que fueron la base social del fascismo. Y no es exageración: así fue.
0 animados a opinar:
Publicar un comentario