La característica más notable de la ciencia, su autocorrección permanente, queda ilustrada por el súbito cuestionamiento de la "materia oscura". Esa hipótesis, bien establecida en astronomía, podría caer ante otra más sencilla. La materia oscura, una materia que no vemos, fue propuesta en el siglo XX cuando se conoció el número aproximado de estrellas, gases y polvo que componen las galaxias y la velocidad a que giran: masa y velocidad. Con esos datos, las leyes de Newton para la gravitación predecían que las galaxias, incluida la nuestra, la Vía Láctea, no podrían mantenerse unidas al girar: no deberían existir. Como esas leyes y ecuaciones han sido comprobadas millares de veces al predecir órbitas de cometas, de planetas, y en otros cálculos, y las galaxias sí existen, debía haber más materia en ellas, más "pegamento gravitatorio", aunque no visible, concluyeron los astrónomos, y la llamaron materia oscura.

¿De qué estaba hecha la materia oscura? No sabían, pero ha habido todo tipo de candidatos: desde materia común, pero no luminosa porque ni emite ni refleja luz; hasta otra materia cuyos átomos los forman partículas exóticas, no descubiertas en nuestros laboratorios.

Un reciente hallazgo proporciona una respuesta más sencilla: "La Vía Láctea, nuestra galaxia, podría mantener juntas todas sus estrellas por efecto de la vieja y sencilla materia ordinaria", dicen Isabelle Grenier y sus colegas de la Universidad de París VII en el último número de febrero de la revista Science. "El espacio entre las estrellas contiene dos veces más gases fríos que lo antes calculado. De ser así, el gas proveería suficiente fuerza gravitatoria para evitar que la galaxia se despedazara por efecto de su giro, eliminando así la necesidad de la misteriosa materia oscura." Los investigadores calculan la cantidad de hidrógeno caliente por las ondas de radio que emiten sus átomos. Pero el hidrógeno frío no emite señal detectable con facilidad.

El satélite observador de rayos gama denominado EGRET, por sus siglas en inglés, detectó más de estos rayos que los esperados. Los gama se originan cuando los rayos cósmicos golpean polvo o gas estelar; de ahí que se tenga ahora un nuevo método para detectar gases fríos. Extrapolando de las regiones observadas a toda la galaxia, resulta que la Vía Láctea contiene dos veces más materia ordinaria que la antes supuesta. Bastante fuerza gravitatoria para mantenerla unida.

Faltan confirmaciones, pero, en principio, es notoria la belleza y sencillez del hallazgo. De comprobarse, podremos decir que la "materia oscura"... son gases comunes fríos. Aquí vemos la más radical diferencia entre el pensamiento científico y las creencias. Todas.

Marte: ¿océano de hielo o de lava?

El anuncio de un mar helado bajo la superficie de Marte, a fines de febrero, hecho por un equipo internacional europeo, ya encendió la primera polémica: ¿Es hielo o es lava?

La sonda europea Mars Express, en órbita sobre Marte desde la Navidad de 2003, tomó fotografías tridimensionales de lo que parecen témpanos de hielo sobresaliendo de un mar congelado. El agua que forma este mar pudo haberse originado en erupciones ocurridas hace cinco millones de años. Al parecer, una capa de polvo y cenizas volcánicas cubrió el hielo y lo protegió así de la evaporación.

Por lo pronto, geólogos estadunidenses no están convencidos: "La lava de Marte se ve igual a un mar de hielo porque procesos similares dan forma a ambos", dice el geólogo planetario Alfred McEwan de la Universidad de Arizona. El vulcanólogo planetario Laszlo Keszthelyi, hace notar que las formaciones interpretadas como hielo podrían ser sólo el resultado de lava al escurrir bajo una costra sólida.

En mayo próximo, la Mars Express podría confirmar la existencia del mar de hielo por medio de un radar diseñado para penetrar la superficie y buscar hielo o agua. En agosto será lanzado el Mars Reconnaissance Orbiter. Mientras tanto, usted puede ver las imágenes del hielo o lava de Marte.

La infección por VIH sigue ascendiendo

Según el British Medical Journal (BMJ), se estima en 38 millones la población mundial de infectados con el virus que causa el sida. Dos millones son niños. El año 2003 tiene el récord de infectados: 4 millones 800 mil. "El motivo subyacente de este incremento es socioeconómico", dicen los autores del estudio británico, "pero también representa una falla en la prevención." Y la prevención tiene un ABC teórico, a saber Abstinencia, Fidelidad y Condón (en español resulta un AFC). El práctico, porque ninguna población es santa, se reduce a C: condones y más condones. Los hay de sabores. Para más información, contacte a Emma Dickinson.

la talacha fue realizada por: eltemibledani