Bisexuales varones: grupo de mayor riesgo

publicado el 24 de febrero de 2013 en «Milenio Diario»
columna: «se descubrió que...»

 

El hombre bisexual se encuentra a dos fuegos: los hombres homosexuales y las mujeres heterosexuales lo consideran un gay miedoso. Ni siquiera hay muchos estudios sobre la salud mental de los bisexuales varones. Un equipo de investigadores de la Mailman School of Public Health de la Universidad Columbia, en Nueva York, ha descubierto que el bisexual varón oculta más sus actividades homosexuales y eso va asociado a mayores síntomas de depresión y de ansiedad.

El motivo para ocultar esa mitad de su vida es obvio: como el gay, sabe el rechazo social que le acarrea. Pero, además, tendrá la acusación, injusta, de su novia, mujer, de actuar una falsa heterosexualidad.

Dice una difundida verdad: "El clóset mata..." Y así es: el precio de ocultar la orientación homosexual cuesta con frecuencia la salud y no pocas veces la vida porque se llega al suicidio. De ahí que la "salida del clóset" de grandes figuras, ya sea en los medios, el deporte o la política resulte un descanso para miles de jóvenes que tienen un asidero inesperado. Para un adolescente parisino nada mejor que ofrecer el ejemplo del señor alcalde, Bertrand Delanoë. Otro tanto para un joven alemán que enfrenta a su Mutti con un: Pero, mamá, ¿y Klaus Wowereit, el alcalde de Berlín? Hay muchos más: Guido Westerwelle, el guapo ministro de Relaciones Exteriores alemán; Jerónimo Saavedra, alcalde de Las Palmas, Gran Canaria; Johanna Sigurdardottir, primera ministra de Islandia; Ole von Beust, reelegido alcalde de Hamburgo cuando no cedió al chantaje de hacer pública su relación con otro político.

Para los adolescentes de 1960 habría sido un icono la orientación sexual del ultra galán de mis tías, Rock Hudson o Cary Grant.

El estudio de Columbia se publicó este enero en el Journal of Consulting and Clinical Psychology, órgano de la American Psychological Association. Los investigadores se enfocaron en el subgrupo de hombres que viven una vida heterosexual de manera predominante y ocultan con cuidado su conducta sexual con otros hombres. Fueron 203 hombres que no se identificaron a sí mismos como gays en Nueva York, se consideraron bisexuales y dijeron no haber admitido su conducta sexual con los de su mismo sexo ante sus compañeras sexuales mujeres.

"Según los hallazgos, hombres que viven con esposa o novia, que se consideran a sí mismos heterosexuales y tienen una más baja frecuencia de relaciones sexuales con hombres fueron los que más ocultaron su conducta con los de su propio sexo"... Lo cual era fácil de suponer sin estudio. "Una mayor frecuencia de sexo con mujeres también se correlacionaba con mayor ocultamiento del sexo con hombres. Hombres con un ingreso familiar de 30 mil dólares o más al año reportaron un mayor ocultamiento de sus actividades sexuales con su mismo sexo que los hombres con menores ingresos". Sostiene el autor principal del estudio, Eric Schrimshaw, que "esa información fue crítica para entender cuáles de esos hombres bisexuales podían estar en mayor riesgo de tener problemas de salud mental".

Hay datos sorpresivos: si bien casi el 38 por ciento de estos hombres reportaron a los investigadores que no habían compartido con nadie el hecho de que tuvieran relaciones sexuales con hombres, un 41 por ciento dijo tener un confidente en uno de sus mejores amigos o en algún pariente. "El mayor ocultamiento se correlacionó con más síntomas de depresión y ansiedad y más bajas emociones positivas".

Otro dato sorpresivo de la investigación fue que el confiarse a pocos amigos o familiares cercanos no pareció ayudar mucho; abrirse a confidentes no se asoció a mejor salud mental comparados con los que no se destapan ante nadie. Abrirse a la familia y amigos puede resultar en aceptación, sobre todo de mujeres, pero también en rechazo, lo cual "está asociado de forma adversa con la salud mental".

El motivo de esta asociación entre ocultamiento de una parte de la vida sexual y problemas de ansiedad y depresión es que "son hombres que reportan un menor apoyo social y un mayor odio internalizado a la homosexualidad, esto es, actitudes negativas hacia su propia conducta con los de su mismo sexo".

La conclusión del equipo de Columbia es clara: puede no ser necesario abrirse a todo el mundo para mantener buena salud mental, "mientras los hombres bisexuales tengan un adecuado apoyo emocional". Hum... la conclusión no me resulta muy clara. El apoyo emocional que requiere un bisexual es precisamente en el área de su vida íntima que él mismo rechaza y considera sórdida o vergonzosa.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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