¿Hay una copia de usted leyendo este artículo?, es la escalofriante pregunta con la que da inicio Max Tegmark su artículo "Universos paralelos" sobre las fronteras de la cosmología en Scientific American de mayo. Continúa el profesor de astronomía y física de la Universidad de Pennsylvania: "Una persona que no es usted, pero vive en un planeta llamado Tierra, con montañas neblinosas, campos fértiles y ciudades desparramadas, en un sistema solar con otros ocho planetas", una persona idéntica a usted salvo en que, al llegar a estos tres puntos... deja de leer el artículo. ¿Qué pensará el cardenal Ratzinger, cabeza de la Inquisición, si uno es gay y el otro no? ¿Un yo se salva y el otro no?

No se trata de ciencia ficción ni de especulaciones esotéricas, sino de la conclusión a la que llegan las dos ciencias más exactas que haya creado el ser humano, la física cuántica y la relatividad. "El modelo cosmológico más simple y popular predice que usted tiene un gemelo en una galaxia distante 10 a la 10 a la 28 metros de aquí". Los matemáticos, para ahorrarse ceros y escribir números que se llevarían páginas y páginas de ceros, han creado una notación sintética por la que 100 se escribe como 10 al cuadrado (10x10), 1000 es 10 al cubo (10x10x10). Bien, ese gemelo suyo que ya no está leyendo este artículo vive en una galaxia que se encuentra mucho más allá del universo observable. Para dar una idea somera, recordemos que, dado que nuestro universo nació hace unos 15 mil millones de años, sus confines en expansión se encuentran —calcula Tegmark—, a una distancia que no lleva más de 26 ceros. La galaxia donde habita el gemelo de usted no idéntico (pues dejó de leer estas líneas) está a una distancia que se expresa con billones de billones de ceros. Produce mareo.

Pero el mareo se transforma en vértigo al saber que aún más lejos, a una distancia que se expresa como 10 a la 10 a la 118, hay otra copia suya, absolutamente idéntica en todo, hasta en el hecho de que ha seguido leyendo hasta aquí.

Esta noción de universos paralelos, o multiverso, como se la llama acuñando un neologismo, podría esperarse que permaneciera "por siempre en el dominio de la metafísica. Si bien la frontera entre física y metafísica se define por el hecho de que una teoría sea experimentalmente comprobable, no porque sea rara o involucre entidades inobservables. Las fronteras de la física se han expandido gradualmente para incorporar conceptos alguna vez abstractos (y alguna vez metafísicos) tales como la redondez de la Tierra, campos electromagnéticos invisibles, tiempo que se vuelve lento a grandes velocidades, superposición cuántica, espacio curvo y agujeros negros. En años recientes el concepto de multiverso se ha añadido a la lista".

La cuántica y la relatividad no sólo predicen los universos paralelos, sino cuatro diversos niveles. Para el primer nivel, el autor propone una explicación sencilla: imagine usted un "universo" con tan solo cuatro partículas. ¿De cuántas formas distintas pueden colocarse? La estadística dice que son 2 a la 4 o 2x2x2x2=16 arreglos distintos. Si existieran más de 16 de tales universos, luego de 16 comenzarían a repetirse (la disposición de las 4 partículas sería idéntica a otra ya aparecida).

Conocemos el tamaño de nuestro universo y su número aproximado de partículas subatómicas, así que sin muchos cálculos se encuentra que hay lugar para unas diez a la 118 (1 seguido de 118 ceros) partículas. Así que las combinaciones posibles son diez a la diez a la 118. Con la misma argumentación empleada para un "universo" de 4 partículas, se concluye que luego de diez a la diez a la 118 metros en promedio nuestro universo debe repetirse, idéntico.

Pero no es eso todo: nuestro multiverso nivel I se repite infinitamente en el multiverso de nivel II, como las burbujas en la espuma. En el multiverso de nivel III se crea una bifurcación paralela ante cada alternativa en la existencia de una partícula y sigue su camino en otro conjunto de tres dimensiones tomadas de las dimensiones infinitas de que consta una abstracción matemática llamada espacio de Hilbert. Y en el multiverso de nivel IV, todas las constantes físicas pueden variar y existen realmente todas las alternativas posibles...

Y hay quienes buscan seudociencias y religiones para asombrarse.

Nido de maricas

Ya varios amigos me han preguntado por qué no he comentado el documento vaticano "Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales". Aquí van algunas razones:

1. El documento viene firmado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, nuevo y adecentado nombre de la antigua y muy Santa Inquisición. Y eso basta.
2. Porque los únicos seres humanos que se ponen anillos enjoyados por encima de guantes rojos son La Tigresa y todo el santo colegio de cardenales.
3. Porque el cardenal Ratzinger, autor del documento, usa falda roja de cola larga, zapatillas de raso rojo (bordadas), chalinas de encaje de bolita con medio metro de ancho y estola de armiño que haría la envidia de la emperatriz Carlota.
4. Porque todo el mundo sabe que el Vaticano es un nido de maricones de la peor ralea.
5. Porque se echó tierra sobre el reciente homicidio pasional entre el jefe de la guardia suiza del Papa y el guardia que era su amante. Si bien, dicen que "para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo".
6. Porque se elige Papa bajo las maravillosas pinturas de un homosexual llamado Miguel Ángel Buonarotti; todas las familias católicas tienen en su comedor una reproducción de La última cena, pintura de otro homosexual, Leonardo da Vinci; las famosas "estancias vaticanas" están decoradas por otro homosexual: Rafael Sanzio. Y ni por eso dejan de joder.
7. Porque la Iglesia católica ni siquiera ha terminado de aceptar que metió la pata en el juicio contra Galileo, acusado de sostener que la Tierra gira alrededor del Sol, y luego de 400 años sacó una excusa hipocritona. Y quemó vivo a Giordano Bruno por sostener que podía haber otros planetas habitados. A miles por nada.
8. Porque a estas alturas del milenio, el tema es profundamente estúpido, aburrido y enfadoso.
9. Por el inmenso número de curas católicos acusados de seducir jovencitos menores de edad.
10. Porque estoy profundamente convencido de que la Iglesia católica no tiene remedio y arderá en las llamas del infierno.

la talacha fue realizada por: eltemibledani