Las trampas de la pobreza

publicado en la revista «Nexos»
# 449, mayo de 2015

 

Viví en Chile los últimos ocho meses de 1971 y recibía constantes felicitaciones de chilenos porque “México ya despegó”. Veían un país con crecimiento sostenido que no bajaba del 6% año tras año. No era mayor su crecimiento por el estrecho nacionalismo protector de malas calidades de exportación imposible, por el corporativismo que entregaba desde el petróleo hasta las tortillerías a los sectores del PRI; el cine y los cines mismos incluidas sus dulcerías, el abasto de maíz y de leche, mal transporte ferroviario y entrega del carretero, teléfonos y electricidad a los feudos atrincherados en el PRI. Y con todo, México crecía a tasas que no hemos vuelto a ver.

El presidente Luis Echeverría se iba a encargar del descarrilamiento de la economía, seguido con el mismo éxito por su amigo el presidente López Portillo: la docena trágica y su vorágine de gasto a cargo de las actuales generaciones. Echeverría se aplicó en arruinar todos los proyectos económicos exitosos y de endosar a deuda su galanteo con la clase media: aumentos de presupuestos a las universidades públicas de hasta 600%, a los salarios de los burócratas, a la obra pública.

El caso es que llevamos 45 años en el “ahora sí” y hemos mejorado, sin duda, pero seguimos atrapados en una pobreza inexplicable para un país productor de plata, petróleo, televisores, autos; con dos océanos y dos golfos en sus costas; con bosques, selvas y desiertos.

Un equipo de la Universidad de Upsala, Suecia, ha desarrollado un modelo matemático para explorar las múltiples trampas en que se atoran los países en desarrollo. “¿Por qué algunos países parecen desarrollarse con rapidez mientras otros siguen pobres? La pregunta se localiza en el corazón del llamado problema de la trampa del desarrollo. El modelo permite sugerir de qué países puede esperarse un desarrollo más rápido”. El trabajo lo publica el journal Big Data.

“Algunos países parecen pegados no sólo a una trampa del desarrollo económico, sino también a una trampa del desarrollo político con falta de democracia”. David Sumpter, del Departamento de Matemáticas en Upsala, sostiene que el estudio publicado permite comprender las trampas en diferentes tipos de desarrollo, “cómo se relacionan y cómo interactúan, posiblemente reforzando una a otra”.

Los investigadores aplicaron el método a conjuntos de datos obtenidos del Banco Mundial, de la ONU, Freedom House, Human Rights Data Project, World Values Survey y otras instituciones. Identificaron dos tipos de trampas en el desarrollo político, además de una trampa en el económico. “Una fue institucional: donde países con bajos niveles de crecimiento económico y bajos niveles de educación fracasan en desarrollar democracia. La segunda trampa se relaciona con valores y normas de los ciudadanos, que se desarrollan más lentamente en países con bajos niveles de democracia y esperanza de vida”.

Esto es: los valores y normas de los propios ciudadanos son parte de los niveles de democracia. Lo que aquí en México se ha repetido hasta el cansancio: somos una democracia sin demócratas. “Demostramos que muchos países en desarrollo como India, Egipto, Jordania o Ucrania caen cerca del borde en la trampa del desarrollo. También predecimos cuánto tiempo tomará a estos países hacer una transición hacia más altos niveles de democracia y de bienestar socioeconómico”, explica Shyam Ranganathan, principal autor del estudio.

El grupo de Upsala muestra que ese tiempo puede variar mucho pues una pequeña variación “en el sector correcto en el momento correcto podría ayudar al país a salir de la trampa. Por otro lado, para países más alejados de cierto umbral, debe hacerse una inversión significativa por un más largo periodo de tiempo”.

Luego de tanta medición de variables, consideración de las relaciones entre democracia, economía y salud, Stamatios Nicolis introduce lo impredecible: cambios políticos, conflictos y similares. Con lo que nos deja más o menos igual: ningún modelo matemático pudo predecir el despilfarro de la docena trágica, la estatización de la banca, los hallazgos de yacimientos petroleros que se nos revirtieron en peor recaudación de impuestos y más deuda pública y privada. O cómo la entrada al primer mundo con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá tuviera el inesperado portazo de un levantamiento armado que duró tres días en una microrregión, y los asesinatos políticos que, mientras cancelaron el desarrollo económico, dieron la presidencia a Ernesto Zedillo, un hombre que aceptaría el triunfo en las urnas de un partido de oposición.

O el crecimiento económico de Singapur, que contradice todas las teorías y los modelos.

Tampoco hubo modelo que previera la guerra sangrienta entre cárteles de la droga en México, el auge del secuestro, el cobro de “impuestos” a productores de Michoacán por parte de criminales y luego por los enemigos de los criminales y toda la cauda que ha traído una pelea que nunca debimos dar: el combate a los productores y distribuidores de drogas.

La marihuana en Colorado

Mientras tanto, a más de un año de haberse legalizado la marihuana en Colorado, Estados Unidos, grandes laboratorios producen variedades dos a tres veces más potentes. En el último congreso de la American Chemical Society (ACS) se presentaron las últimas mejoras a la hierba por la que en México tenemos masacres y fosas clandestinas llenas de cadáveres que nadie reclama. Andy LaFrate, presidente y director de investigación en Charas Scientific, uno de los ocho laboratorios certificados en Colorado para probar la potencia de la marihuana, dice:

“THC es abreviación para tetrahidrocanabinol, el compuesto psicoactivo en la planta. Hemos visto valores cercanos al 30%, lo cual es enorme”. El presidente del laboratorio explica que “hace tres décadas los niveles de THC estaban muy por abajo del 10%. El contenido de la planta se ha triplicado con la cruza de variedades para satisfacer las demandas de los usuarios”.

El laboratorio de LaFrate busca contaminantes de la marihuana, tanto biológicos como químicos, así como microbios patógenos y solventes. “Puedes ver un brote de marihuana que parece hermoso. Luego hacemos pruebas biológicas y encontramos que está cubierto de hongos”.

La marihuana “es un producto natural”, dice LaFrate. “Va a tener crecimiento de microbios sin importar lo que hagas. Así que la pregunta se transforma en: ¿Cuál es el umbral seguro? Y de qué contaminantes debemos preocuparnos”.

¿No es así como deberíamos estar hablando? “No compre la marihuana del Chapo porque está plagada de un hongo dañino para la salud”. En Colorado la marihuana está regulada por laboratorios que certifican su potencia y su falta de contaminantes. De eso trató la conferencia de prensa ofrecida este 23 de marzo en el Centro de Convenciones de Colorado.

El nuevo mercado de la marihuana, así como los laboratorios que la analizan y mejoran, deberán plantear regulaciones “conforme los científicos, legisladores y otros aprendan más acerca de la planta y sus productos”.

Es asombrosamente sencillo.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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