Creer en la libertad

publicado el 11 de noviembre de 2013 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

Es un diálogo maravilloso en TV: un productor de metanfetaminas le pregunta a otro si no se siente culpable por el mal que hace a tanta gente. Cito de memoria y de seguro lo aderezo: "Creo en la libertad de los adultos para consumir cualquier cosa que les produzca placer. Yo les garantizo un producto de primera calidad, hecho con alta tecnología y sin adulteraciones que suelen ser peores que la droga misma... Hago la mejor metanfetamina y la más pura. Eso vendo con garantía de pureza absoluta".

La serie es una delicia: Tarantino y los hermanos Coen juntos: Breaking Bad: un químico de enorme capacidad subempleado en una high school recibe la noticia de que tiene cáncer de pulmón y meses de vida. Tiene un hijo adolescente con parálisis cerebral que no lo incapacita para seguir una carrera universitaria: lo dejará incapacitado la muerte prematura de su padre y la falta de un seguro para sus estudios; una esposa embarazada que quizá deba parir en el pasto, una casa hipotecada a la que faltan 15 años de pagos. A su muerte, perderán la casa. Se pone a fabricar un muy buen producto, con alta calidad y sin adulteraciones. Yo haría lo mismo. ¿Dónde firmo?

El Ejército y la Marina debieron tomar el puerto michoacano Lázaro Cárdenas para detener la entrada de precursores químicos de esa droga sintética que se produce, sin riesgosos cultivos, en laboratorio. Droga que, comparada con la mariguana, es como mala cerveza ante un buen tequila. El consumidor paga el precio de la peor cerveza y eso recibe. Paga un gran tequila Siete Leguas y eso le dan.

Lo mejor es que Salud imponga controles y Hacienda cobre impuestos. Y la gente se meta lo que le venga en gana.

El horror cotidiano de Michoacán y Tamaulipas no lo producen los adictos que, en el peor de los casos, mueren de un pasón. Viene de la guerra por territorios disputados entre los vendedores acosados por las fuerzas armadas. Compran las policías locales y tanto Ejército como Marina corren el riesgo de corromperse ante fortunas inmensas.

¿Qué pasa si los precursores químicos entran por la aduana, pagan aranceles y van a laboratorios que cumplen las normas de producción porque no son clandestinos, ni hay tres inexpertos con un libro de química?

Ya se ha dicho con respecto al aborto: la mujer que no desea al hijo, y está dispuesta a abortarlo, puede ir a una clínica clandestina atendida por gente que hará lo mismo que sacar la última aceituna de un frasco estrecho: meter una cuchara y jalar. ¿No es igual? Saben que no ante la muerte. Si además el lugar, por clandestino está sucio, la mujer se salva del aborto, no de la infección. Eso o hacerse en un quirófano con toda la asepsia necesaria.

Hay el riesgo añadido, y visto en Colombia, de que guerrillas y narco sean indistinguibles. En México tenemos, además, la confusión de las autodefensas buenas y las malas. Los Caballeros Templarios surgieron como autodefensa contra el crimen organizado y acabaron haciendo lo mismo... que ahora combaten las autodefensas buenas en lo que se vuelven malas...

¿No es hora de cortar por lo sano? Y lo sano es que el negocio sea legal y compita como Cuervo contra Sauza en un mercado abierto en el que hay tequilas baratos y malos, buenos, magníficos y los muy sofisticados. ¿Recuerdan cuando Jimador era bueno? ¿Cuando el vino Calafia era nuestro mejorcito? Pues igual: drogas baratonas y malas, regulares y magníficas. Que las use quien quiera. Yo prefiero pagar una cara cerveza Minerva, ya inconseguible, por cierto. Hay quien no soporta la cerveza, ninguna. Y ya.

Nadie habla de legalizar la sandía, el pay de manzana o la escoba: no tiene sentido, simplemente no se prohíben. De igual forma, las drogas no se legalizan, se elimina una penalización que nunca debió existir. Y come sandía quien guste. "Y el que no, pos no".

El crimen persistirá: extorsión a negocios y a contratistas, homicidios por no pagar cuotas. Pero se habrá eliminado el atractivo mayor. Lo demás es trabajo cotidiano de una buena policía, tecnificada y honesta.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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