Con la mentira más insolente: la supuesta privatización de Pemex que nadie remata y ningún comprador apetece, los hijos de SuFrida Kahlo se apresuran, en trajes de tehuanas, a salvar Pemex de una venta y unos clientes que no existen. La propuesta real es olvidar las prohibiciones impuestas por los presidentes Díaz Ordaz (en 1964), Luis Echeverría y José López Portillo, el par de "la docena trágica", y volver al texto de la Ley Reglamentaria del Artículo 27 como lo promulgó el Presidente Lázaro Cárdenas el 30 de diciembre de 1939.

Se oponen quienes simbolizan, con Kahlo, al México más conservador y atrasado: la hija de alemán con disfraz de tehuana, aferrada a no depilarse bigotes y cejas y que, en la misma lógica, tampoco debió lavarse los dientes; la oposición a la inversión de capitales en petróleo (ya única en el mundo, ni Cuba ni Corea del Norte la rechazan), la pobreza atribuida a políticos ladrones y no a un pueblo que rechaza todo cuanto le daría empleo digno: ahora mismo en Tepoztlán hay bloqueos contra ampliar la autopista, como los hubo hace 15 años contra una inversión para convertir un pedregal en prados y casas que habrían ofrecido miles de empleos.

Un chilango avecindado en Tepoztlán es el principal opositor a la ampliación de la carretera La Pera-Cuautla, estrecha y peligrosa, y las razones que dan él y sus secuaces son de asamblea de la Prepa Popular: una carretera ancha le modificará la vida al pueblito al que se mudó... Es que quieren conservar intocado su "Tepoz". Otro más en la odiosa tradición de eterno victimismo (tan mexicano) narcisista (tan mexicano, también).

Los números de Pemex son indefendibles: gracias al sindicato emplea 20 empleados para el trabajo que hace uno, uno solo, en las compañías internacionales. En 18 años, de Díaz Ordaz a JLP, el sindicato se adueñó de Pemex. ¿Qué hacen en el Consejo de Administración los que deben vigilar salarios y prestaciones? Los resultados son públicos: "En 2012 Pemex Refinación arrojó una pérdida neta de 142 mil millones de pesos", señala Adrián Lajous, director general de Pemex entre 1994 y 1999, (Nexos, junio de 2013). Una sola planta refinadora no pierde: la que debió abrir Pemex en Texas para poderse asociar con capitales privados... y dar empleo a texanos y algún mexicano residente en EU.

La refinería planeada para Tula, Hidalgo, costará unos 12 mil millones de dólares... si no la ataca el síndrome de la Estela de Luz y aumenta varias veces su precio. Pero sólo costó 848 millones, un 7 por ciento, "la refinería de Texas City que Marathon compró a British Petroleum en octubre de 2012, que es de mayor tamaño y complejidad que la que se pretende instalar en Tula", continúa Lajous (ídem). "Esta refinería busca exportar una buena parte de sus productos destilados a México..." ¡Pues claro! Mientras los mexicanos prohíban las inversiones, el negocio es para los texanos.

Y esas gasolinas se comprarán a un precio para venderlas a otro menor, con subsidio obtenido de impuestos, para que los dueños de autos no tengamos queja.

En perforación ocurre otro tanto: los yacimientos de gas y petróleo no respetan fronteras y se pueden extraer, desde Texas, las reservas bajo el suelo de Tamaulipas. Pero López ha hecho burla, sin más sustento, de la "teoría del popote": que si a un vaso de refresco nomás una persona mete su popote, se lo acaba, aunque la mitad pertenezca a otra... que no metió su popote. ¿Por qué Pemex no mete su popote en los yacimientos de Tamaulipas? Por falta de capital y de tecnología... disponibles en el mundo.

Eso, que entiende un niño, lo entiende López muy bien; pero dice lo contrario para salirse con la suya: "¡Que se hunda Pemex! ¡Ya lo salvaré yo cuando sea presidente!", gritó fuera de sí a los legisladores de su entonces partido, el PRD, asombrados ante ese pozo de egolatría y narcisismo. Es hora ya de volver a entrevistar al respecto a Carlos Navarrete, Graco Ramírez y otros.

la talacha fue realizada por: eltemibledani