Hay buenas noticias en VIH
columna: «se descubrió que...»
El retrovirus que produce el sida, VIH, está cercado, pero no derrotado. Una treintena de fármacos han abatido la mortalidad en los países cuya población tiene acceso a estos inhibidores de la replicación. En México, tanto el Seguro Social como el Seguro Popular los tienen en su cuadro.
El problema se vuelve muy serio en poblaciones sin cobertura médica o sin capacidad para sostener el tratamiento, ya sea de forma privada o por instituciones públicas. De ahí que los investigadores afirmen: "Necesitamos desesperadamente controlar la dispersión del VIH, particularmente en los países en desarrollo. Una vacuna todavía está fuera de perspectiva, pero los microbicidas podrían proveer una solución más inmediata, siempre y cuando podamos superar obstáculos mayores en cuanto a alta eficacia, bajo costo y amplia disponibilidad", dice Julian Ma, del Departamento de Medicina Celular y Molecular perteneciente a la Universidad Saint George, en Londres.
Un equipo encabezado por Ma puso en línea un reporte que describe una nueva proteína capaz de matar el virus al emplearse como microbicida. Es todavía mejor noticia que el reporte muestra cómo este fármaco es posible producirlo en cantidades lo bastante grandes para hacerlo disponible a gente de países en desarrollo.
En el reporte, Ma y sus colegas describen cómo lograron combinar dos microbicidas (anticuerpo monoclonal b12 y cianovirin-N) en una molécula, más activos contra el VIH combinados que por separado y, aún más interesante, han logrado producir esa molécula al introducirla en plantas. Con estas plantas transgénicas (que automáticamente están prohibidas en México por nuestros geniales legisladores... y legisladoras) produjeron la molécula fusionada. Posteriormente prepararon el microbicida. Para obtenerlo hicieron un extracto de esa planta transgénica por el sencillo procedimiento de moler las hojas.
"Esta investigación es un gran avance: no sólo aporta una nueva droga para pelear con la dispersión del VIH, sino también nos muestra cómo podemos producirla en la escala necesaria para ponerla en manos de quienes más la necesitan", dice Gerald Weissmann, editor del Journal de la FASEB (Federation of American Societies for Experimental Biology). "Estos científicos están empleando los motores de la naturaleza para manufacturar fármacos que aún deben pasar por extensas pruebas de seguridad y eficacia antes de que el primer gel o crema se administre."
Para más información: www.fasebj.org. Contacto: Cody Mooneyhan.
Macrófagos: nuevo objetivo
El desarrollo de drogas contra el virus del sida, VIH, se ha enfocado a las células predilectas por el virus, los linfocitos T, que infecta para poner a trabajar su maquinaria genética en la replicación de más virus. Ahora los investigadores anuncian avances que podrían acercarnos a la erradicación de la enfermedad. Han puesto su atención en otra célula de nuestro sistema inmune, los llamados macrófagos, que, como su nombre lo indica, se encargan de comerse al enemigo detectado y marcado.
Un equipo de la Universidad de Florida y otras cinco instituciones ha realizado el más grande estudio de su tipo y encontró que, en las células enfermas, por ejemplo las cancerosas, que a la vez resultan infectadas por VIH, casi todos estos virus estaban empaquetados dentro de macrófagos. Más aún, tantos como la mitad de los macrófagos eran híbridos formados cuando piezas de material genético procedente del VIH se combinaban para formar nuevas cepas. Esa recombinación es responsable de que se formen mutantes para quienes resulta fácil eludir la vigilancia del sistema inmune y, además, evitar las drogas anti VIH, que por lo mismo no han tenido la eficacia completa que se les atribuyó en sus inicios.
"Los macrófagos son pequeñas fábricas productoras de nuevos híbridos del virus, lo cual hace al virus probablemente más agresivo con el tiempo", dice un coautor del estudio, Marco Salemi, del Colegio de Medicina en la Universidad de Florida. "Si deseamos erradicar el VIH necesitamos encontrar la forma de acertarle a los que infectan los macrófagos." Al menos 33 millones de personas, hombres, mujeres y niños, de todas las orientaciones sexuales, viven con VIH en el mundo.
Las combinaciones de drogas bloquean la infección, pero no reducen el nivel de virus a cero. ¿Por qué? "¿De dónde vienen?", se pregunta Michael McGrath, de la Universidad de California. "Creemos que vienen de los macrófagos". Estas células, a diferencia de las T que mueren pronto tras la infección, logran sobrevivir infectadas por algunos meses, durante los cuales se siguen reinfectando con virus de diversa genética. Así es como dan lugar a híbridos.
El equipo, en consecuencia, está diseñando drogas dirigidas a los macrófagos y deben estar probándose en humanos dentro de pocos... años. Contacto: Czerne M. Reid.
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