Aplausos de focas
columna: «la calle»
Nuestros legisladores nos venden como gran éxito que se hayan podido poner de acuerdo en casi nada respecto de la reforma energética. Después de que, a millón mensual por cabeza en salarios y prestaciones, lograron seguir prohibiendo la apertura del petróleo y la electricidad a cuantos capitales deseen invertir, lograron conservar a México como el único país sobre el planeta Tierra donde se impide que compañías con inmensos capitales corran el riesgo de explorar nuestros suelos y mares en busca de petróleo, lograron impedir que las refinerías privadas que nos venden gasolinas en el extranjero se instalen en territorio nacional con la obvia derrama en empleos a mexicanos, compras de suministros a mexicanos y abatimiento de costos a mexicanos.
Eso lograron y, como focas de circo, se aplauden a sí mismos con entusiasmo. En Cuba, país comunista sin propiedad privada, exploran noruegos, brasileños y españoles los yacimientos submarinos compartidos con México y Estados Unidos. China comunista atrae la mayor cantidad de capitales de su historia y "sólo" crecerá 8.5 debido a la crisis mundial; aquí debaten los especialistas si creceremos 1 o 1.2, ¡magníficos números! La más siniestra de las dictaduras aún existentes, Corea del Norte, pide inversiones en áreas que estuvieron reservadas al gobierno.
Sólo México y nada más México prohíbe invertir en electricidad y en exploración, explotación y refinación de petróleo. También prohíbe su transporte si es con tubos, no si es con camiones. ¿Alguien entiende por qué?
Sufrimos 70 años de PRI y lo derrotamos sólo para caer en algo peor: un régimen con todos los defectos del viejo PRI y ninguna de sus virtudes. Ni siquiera los partidos políticos, sino las oligarquías en sus cúpulas, hacen cuanto les viene en gana, como antes el PRI. La gran diferencia es que bastaba la decisión de un hombre y podía ser correcta. Sin democracia electoral, México crecía, las clases medias se ampliaban, la educación superior era motor del ascenso social.
Ahora, el problema no es, por supuesto, la democracia, sino que ésta entregó a los partidos el poder que antes fue monopolio del PRI, y nuestros partidos no son democráticos ni están constituidos por demócratas. Así que nuestra flamante sistema electoral, inmensamente caro para blindarlo contra todo fraude imaginado, entregó el poder a las oligarquías de los partidos. Y no pensamos en darnos, los ciudadanos, controles sobre estas cúpulas. Así es como ahora lo mismo se suben salarios, a costa de la seguridad, que se reparten miles de millones de pesos para sus campañas. Podemos argumentarles que si ya no pagarán la publicidad en tv, la más cara, se debería disminuir drásticamente el financiamiento. Pero, ¿y dónde haremos esa exigencia? La ley da una respuesta: en la oficina de nuestro diputado. Esto significa que denunciaremos el secuestro en el cubil de los secuestradores (como, por cierto, a veces ocurre).
El legislador no tiene motivación alguna para quedar bien con sus electores porque los partidos se han cuidado bien de no permitir la reelección consecutiva. Quien de todas formas no podrá conservar su poder ni sus millonarias prestaciones sólo estará interesado en ser leal a la cúpula de su partido, única que podrá volver a regalarle un buen hueso.
Esto es: no supimos ni cómo nos echamos un lazo al cuello. En los tiempos del priato podía haber sensatez para decidir una acción correcta. O no. Ahora tenemos una olla de grillos empecinados en meterse zancadilla. Un ejemplo monstruoso: cuando el presidente Zedillo propuso una reforma energética mucho mejor que la actual, se opusieron los panistas. ¿Razones? Ninguna, nomás por joder, sólo porque era propuesta del PRI. Ahora al proyecto panista le pagan con la misma moneda los priistas de dentro y fuera del PRI. Y ai la llevan.
El PRI nos subió el IVA de 10 a 15 por ciento. Cuando Fox propuso bajarlo de nuevo a 10, pero generalizado, se mesaron barbas y desgarraron vestiduras a nombre "del pueblo". Jamás lograron responder números tan sencillos como éstos: una familia que paga 5 mil pesos de renta, se ahorra 250 con IVA al 10, suficientes y sobrados para pagar IVA en alimentos. ¿No saben aritmética? La saben, pero conocen mejor las mañas de la demagogia más barata.
Fue un error inmenso el que cometimos al dejar el viejo poder presidencial en manos de partidos con más turbios intereses que la antigua clase gobernante.
0 animados a opinar:
Publicar un comentario