Hay nuevos datos para la neuroeconomía
columna: «se descubrió que...»
Cuando enfrentamos opciones ambiguas o bien opciones que implican solamente riesgo, se nos activan distintas regiones del cerebro, según descubrieron investigadores del Duke University Medical Center.
Los investigadores encontraron que podían predecir qué áreas cerebrales se activarían, según los participantes enfrentaran situaciones de riesgo o de ambigüedad. Los hallazgos confirman que las diversas actitudes en la toma de decisiones, pueden reflejar diferencias básicas en la función cerebral. Estos conocimientos del funcionamiento neural contribuirán a entender por qué la gente elige opciones riesgosas, y cómo esa toma de riesgos se vuelve patológica, como ocurre en las adicciones o en la conducta del jugador compulsivo.
El estudio se publicó este mes de marzo en la revista Neuron. "Podemos ver diferencias individuales en la activación cerebral, dependiendo de las preferencias o aversiones de la persona al riesgo y a la ambigüedad," dice Scott Huettel, principal autor del estudio en la Duke University. "La gente que prefirió la ambigüedad tuvo un incremento en la activación de la corteza frontal, y quienes prefirieron el riesgo tuvieron incremento en la actividad de la corteza parietal. Esto abre la posibilidad de que existan mecanismos neurales específicos para diferentes formas de toma de decisiones económicas, lo cual es una idea muy excitante."
El equipo presentó a los participantes una elección entre pares de juegos con dinero que habían sido previamente clasificados como "seguro", "riesgoso" o "ambiguo". Fueron premiados en efectivo según ganaran o no en sus juegos. Por medio de resonancia magnética funcional (fMRI) los investigadores determinaron cuáles áreas del cerebro se activaron mientras los participantes hacían sus elecciones. La fMRI es una técnica ampliamente usada para observar el cerebro por medio de inofensivos campos magnéticos y ondas de radio que miden la oxigenación de la sangre cerebral, la mayor o menor oxigenación refleja el nivel de actividad de una región porque las neuronas activas consumen más oxígeno.
Así el equipo determinó que la activación de diversas regiones cerebrales dependía de la preferencia, en los participantes, por el riesgo o la ambigüedad: actividad en la corteza lateral prefrontal indicaba elección de juegos ambiguos, mientras que actividad en un área de la corteza posterior parietal mostraba elección de juegos riesgosos. Además, descubrieron algo sobre la impulsividad: "Algunas personas son impulsivas, otras no; algunas personas meditan sus decisiones, otras no. La conducta impulsiva se asocia con desórdenes mentales como las adicciones o problemas con el juego de azar. Si se pudiera demostrar que podemos cambiar, con medicamentos que influyan la química cerebral, la forma como la gente percibe el riesgo y la ambigüedad, algún día podríamos aliviar algunos tipos de toma de decisiones patológicas," dice Michael Platt, neurobiólogo y coautor del estudio.
Los resultados proveen datos importantes para el campo emergente de la "neuroeconomía", añade Huettel, el autor. La neuroeconomía es un área relativamente nueva de investigación en la que neurocientíficos, economistas, psicólogos y psiquiatras colaboran para mejor comprender cómo trabaja el cerebro cuando la gente toma decisiones, evalúa riesgos y recibe recompensas. Los resultados del equipo podrían arrojar nuevas luces en la economía, dice Jill Stowe, investigadora del equipo de Duke, "así que esto podría conducir a mejores modelos económicos y tener implicaciones para la política económica futura". Más información.
Los gorilas se civilizan
Repito, como cada año: Jalisco y Durango están cruzados por el meridiano 105, el que marca la llamada "hora del Pacífico". Una hora menos que la hora central del país. No está mal el adelanto para ahorrar luz, está mal nuestra colocación con la misma hora que Mérida, por donde pasa el meridiano 90 y nos queda a un huso horario de distancia. Cuando en Mérida ya se metió el sol, en Guadalajara es de día, pero tenemos la misma hora oficial. Es aberrante.
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