Las tesis de Zedillo

publicado el 30 de diciembre de 2002 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

En su reciente colaboración para Foreign Affairs en Español, el ex presidente Ernesto Zedillo señala que los problemas económicos de América Latina, contra lo que piensan los opositores a las reformas que abrieron los mercados, no se deben a tales reformas, sino a que fueron insuficientes:

"Por ejemplo, la crisis mexicana de 1994-1995 ocurrió porque las reformas económicas de años anteriores, no obstante haber sido muy significativas, resultaron insuficientes para aumentar la tasa de ahorro interno. Así, el crecimiento siguió dependiendo en demasía de la disponibilidad de capital externo, cuya naturaleza era crecientemente volátil. Cuando este flujo de capital se revirtió —debido tanto a factores políticos como al temor que suscitaba el tamaño alcanzado por el desequilibrio externo de la economía— al final de 1994, el déficit en cuenta corriente llegó a cerca del 8 por ciento del PIB y la acumulación de deudas con vencimiento casi inmediato a más de 41 mil millones de dólares, la crisis sobrevino. La situación se agravó porque la privatización de los bancos comerciales, realizada pocos años antes y que sin duda fue una reforma necesaria, no fue acompañada por otra que proveyera un sistema eficiente de regulación y supervisión bancaria. Una reforma tributaria que hubiese fortalecido estructuralmente las finanzas públicas y el ahorro interno, una reforma bancaria consecuente con los objetivos de modernización financiera, así como la flexibilización oportuna de la política cambiaria, habrían evitado el tropiezo mexicano de esos años. Es decir, se necesitaban más reformas, no menos reformas."

No está de más recordar que la reforma eléctrica propuesta por un presidente priista, Zedillo, fue congelada por el entonces partido de oposición, el PAN, que hizo las mismas cuentas de costos políticos que hoy hace el PRI, como nueva oposición, para impugnar lo mismo que antes promovió. En fin, que ni uno ni otro partido ha visto primero el interés de México a la hora de realizar las reformas urgentes.

Nuestros políticos, acostumbrados al proteccionismo con el que supuestamente íbamos a crear industrias capaces de competir en el mundo, se detuvieron a medio camino y efectuaron reformas tímidas que sólo sirvieron para que los opositores les imputaran las actuales crisis, pero resultaron por completo insuficientes para impulsar nuestras economías. Hoy lanzamos culpas sobre la medicina amarga sin ver que la enfermedad avanzó porque no apuramos el frasco completo debido al mal sabor. Eso, en otras palabras, es lo que afirma Ernesto Zedillo.

Y seguirán congeladas las reformas necesarias porque los diputados, al no poderse reelegir, no tienen interés alguno en sus electores ni menos aún en las urgencias del país, así que ponen por delante los mandatos de su partido, que será de donde les llegue la siguiente chamba. Y los partidos ordenan no meterse en reformas que pueden ser impopulares en una primera instancia porque sólo piensan en ganar las siguientes elecciones. Ganar por ganar, el poder por el poder: es el círculo vicioso en donde tienen entrampado al país. Vea, quien lo dude, a López Obrador, aplicando todas las viejas recetas del PRI para hacerse de una base social y pagando el mismo costo que pagaba el PRI: bonos, lonches, obras notorias aunque sean inútiles, vista gorda ante las infracciones de la ley cuando las cometen grupos que suman un buen número de votantes.

Zedillo parece estar pensando en ese tipo de política cuando sostiene: "En muchos países, los mecanismos de elección y decisión política siguen impregnados por la ideología populista. El populismo —que tanto ha dañado a quienes reclama proteger: a los pobres y a las clases medias— continúa siendo, con su promesa fácil de progreso sin disciplina, ahorro y esfuerzo, el mayor adversario de la política racional y responsable".

Riesgo de invertir en México

Es moda políticamente correcta atribuir todos los males de México al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, como si antes del TLC no hubiéramos sido pobres. Por el contrario, ha aumentado sustancialmente nuestro comercio y convirtió nuestro eterno déficit comercial con Estados Unidos en superávit: ahora le vendemos a nuestros vecinos más de lo que les compramos. A pesar de los números, nuestros diputados y burócratas siguen viendo con sospecha la inversión extranjera y se esmeran por ponerle obstáculos mientras China ofrece al capital exenciones de impuestos, infraestructura y facilidades.

Invertir en México es un riesgo porque nadie ignora que en cualquier momento las industrias pueden quedar paralizadas por falta de electricidad, porque los burócratas entorpecen los trámites, porque el transporte es pésimo y la red ferroviaria obsoleta, porque los impuestos se cuentan entre los más altos del mundo y a cambio de ellos no se obtiene ni siquiera seguridad en la vida cotidiana, porque la electricidad y la gasolina son más caras que en el país más rico del planeta, por la incapacidad de la policía y el consecuente riesgo de vivir en México, porque los trabajadores fueron educados por el sindicalismo aliado al PRI en la noción de que todo empleo es una forma de explotación ejercida por ricos granujas. ¿Quién puede pelear contra semejante constelación de intereses contrarios a la inversión que van desde el alto burócrata y el diputado hasta el último trabajador? Aun la tradicional "csenofobia" del mexicano, siempre suspicaz del extranjero, siempre lanzando culpas sobre los demás, complaciente consigo mismo, regocijado con sus derrotas, lastimero con él y prepotente con otros, nos hace poco atractivos para la inversión.

Los resultados están a la vista: la industria del vestido está en quiebra ante un alud de productos chinos a precios inferiores a los costos mexicanos; las fábricas de zapatos cierran, las maquiladoras abandonan México, donde siempre han sido vistas con ideológico y olímpico desprecio. Ni que no hubiera países donde son bien recibidas.

Jesús y los mercaderes

Dice Edmundo O’Gorman, y con razón, que la Navidad es la venganza de los mercaderes contra Jesús por haberlos echado del Templo.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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