Ciudades inhabitables III

publicado el 23 de diciembre de 2015 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

El lugar tenía nombre aterrador para quien pensara vivir en el vecindario: La Mitotera, una cafetería en una casa amplia de Guadalajara, esquina de Unión y Vidrio, con venta de cerveza y vino, que no hacía honor a su nombre, pues ni siquiera a unos metros se distinguía si estaba abierta o cerrada.

Pero cambió de propietario y el nuevo, con ímpetus de gorila, comenzó por derribar las paredes de la finca, lo cual hizo imposible cumplir con la reglamentaria insonorización. Ningún inspector le clausuró la demolición. Luego construyó una concha acústica de láminas, cornetas hacia dos calles, y puso pantallas con música o futbol. A una cuadra se pueden oír las conversaciones de los muchachos, hasta en voz normal y sin gritos, no digamos las risas y la música. Y nada puede hacerse sino aguantar y en tres años cobrar la factura al gobierno municipal.

Soy de los que se han llevado insultos de regidoras panistas mochas por insistir en que el centro de Guadalajara debe revitalizarse con muchos permisos para cafeterías donde se pueda pedir un expreso y un brandy. Pero ¿derribar paredes en zona habitacional agradable para que hasta las conversaciones se oigan a través de la calle?

La zona en torno a Chapultepec tiene valor arquitectónico en su conjunto, sin que eso signifique casas diseñadas por grandes nombres, aunque las hay. Una ciudad es armoniosa o no en conjunto y la piqueta destruyó Guadalajara para abrir vialidades al auto. En los sexenios del PAN no se construyó ni una estación más de tren ligero o metro. Como ocurrió en el DF con López Obrador que hizo segundos pisos para bendición del cardenal y uso de quien tenga auto.

Parte del placer cotidiano en Madrid, París o Buenos Aires son las aceras caminables, el tránsito respetuoso (incluido el de ciclistas) y la multitud de cafecitos con vinos y licores, plato del día, ni un ruido hacia la calle y varios por cuadra.

Pero no sabemos otra: o prohibición total o cantinas con música de banda a los cuatro vientos. O cadenas de Vip’s o barrios sin un lugar para comer y tomar una copa. La desigualdad de México no es sólo económica y social, abarca la vida entera y hace insoportable el país.

Medalla BELISARIO DOMÍNGUEZ 2016 para Gonzalo Rivas Cámara, quemado vivo —con nobles fines— por los normalistas de Ayotzinapa: #GonzaloRivasParaBelisarioDominguez

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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