Imagine una esfera con un diámetro ocho veces mayor que la distancia promedio de la Tierra a la Luna. Imagine que gira a casi la velocidad de la luz... Así comienza la nota del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics. "Tal objeto existe: es el agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia espiral NGC 1365". Tiene una masa de varios millones de soles como el nuestro. Creció a ese tamaño al chupar estrellas, gas y otros agujeros negros.

El inglés puede ser muy gracioso e intraducible: "Los astrónomos midieron su jaw-dropping tasa de spin usando nuevos datos procedentes del conjunto de telescopios NuSTAR y de satélites de la Agencia Europea del Espacio que captan luz en la longitud de onda que llamamos rayos X. Jaw-dropping: que cae la quijada de asombro, como en el filme La Máscara.

Un agujero negro es fácil de imaginar en dos dimensiones: en un cielo raso tenso ponemos una pelota y, visto por debajo, hay una curva de la manta. En el espacio, esa curva es la gravitación según la relatividad de Einstein. Una pelota mayor hace una curva mayor. Ahora dejemos caer una bola de boliche. La manta se rompe. Tenemos un modelo de agujero negro en dos dimensiones.

"Ésta es la primera vez que alguien ha medido con precisión el spin (o giro) de un agujero negro supermasivo", dice el autor principal Guido Risaliti en Nature del pasado 28 de febrero. La NASA presentó un día antes los resultados en una teleconferencia.

"La gravitación del agujero negro es tan fuerte que al girar arrastra consigo el espacio entorno". Otra predicción de Einstein comprobada. Que la Tierra arrastre la atmósfera se comprende. Pero que la Tierra arrastre el espacio, como si giramos una sopera colocada sobre un mantel: el mantel hace espirales en torno a la sopera, es algo que no podemos imaginar si consideramos el espacio un simple vacío, un hueco. Más aún: el espacio y el tiempo son uno: espacio-tiempo, así que el giro de un objeto arrastra el espacio y el tiempo. Para probarlo se ha diseñado un sistema de satélites en posición polar para cronometrar el arrastre del espacio-tiempo que la Tierra enrolla sobre los polos.

Si un agujero negro por definición no es visible, ¿cómo hacen los astrónomos para descubrirlos y estudiarlos? El agujero es gravitación pura, no hay superficie. Pero hay un límite, conocido como horizonte de eventos, que es el punto de no retorno: al pasarlo, todo es jalado sin remedio hacia el interior del agujero negro a donde cae en espirales en las que el tiempo casi cesa de transcurrir, y cae, y cae, y cae... por siempre. Pero al cruzar el horizonte de eventos crea un disco plano en torno al agujero. La fricción de ese disco lo calienta y emite rayos X. Esa luz, que escapa antes de ser engullida tras el horizonte de eventos, es detectable por satélites ajustados para radiación en esa frecuencia, como los Newton de la Unión Europea.

"Risaliti y sus colegas midieron los rayos X procedentes de NGC 1365 para determinar el extremo interno del disco. La órbita circular interna estable, o el punto de no retorno del disco en torno al agujero negro, depende del spin del agujero. Puesto que un agujero negro con spin distorsiona el espacio (lo arrastra, y también al tiempo), el disco de materia puede acercarse más al agujero antes de ser chupado dentro".

La Madre Teresa fue todo menos santa

No le faltaba dinero, pero el hacinamiento y falta de higiene de sus centros eran peores que las atiborradas, carentes de asepsia y malolientes salas de Emergencia en nuestro IMSS.

A la muerte de la Madre Teresa, su Orden de las Misioneras de la Caridad tenía 517 misiones en más de 100 países. "Dos tercios de la gente llegaba en busca de un doctor y tratamiento", eso no había; "un tercio más yacía muriendo sin cuidados. Sin higiene, comida escasa y no se administraban analgésicos", observa investigación médica en el journal Studies in Religion/Sciences religieuses de marzo. Lo presentan Serge Larrivé y Genevieve Chenard, de la Universidad de Montreal, y Carole Sénéchal de la de Ottawa, Canadá.

"El problema no era de falta de dinero —la Fundación creada por la Madre Teresa recogía cientos de millones de dólares— sino más bien una particular concepción del sufrimiento y la muerte: Había algo hermoso en ver a los pobres aceptar su sufrimiento, como en la Pasión de Cristo".

Tras de la explosión de la planta de pesticidas en Bhopal, India, ofreció muchas oraciones y medallitas de la Virgen, pero ni un centavo para las víctimas. Aceptó la Legión de Honor ofrecida por la dictadura feroz de Duvalier en Haití. "Millones de dólares fueron transferidos a las varias cuentas bancarias de la Orden de las Misioneras de la Caridad". A las críticas, la respuesta de la Madre Teresa era elevada: "El mundo gana mucho con su sufrimiento". Para ella, buscaba tratamiento en los mejores hospitales de EU.

la talacha fue realizada por: eltemibledani