Nuevo PRI, nuevas adivinanzas...

publicado el 24 de septiembre de 2012 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

Como siempre nos ocurre con el PRI, el Presidente electo Enrique Peña Nieto dio en Brasil una respuesta que puede leerse como sí o como no, importante o trivial al respecto del futuro mexicano: "No se puede hacer tampoco una reforma [laboral] de oídos sordos a los sectores que se verán impactados", afirmó. "No se trata de hacer una reforma a espaldas de las organizaciones sindicales [...]": la vieja y conocida ambigüedad de oráculo de Delfos. Nadie ha pedido "oídos sordos", pero debe estar claro: la rendición de cuentas al respecto de las cuotas sindicales, ¿se consultará a los mineros o a Napoleón Gómez Urrutia, huido a Canadá acusado de al menos 50 millones de dólares esfumados?

Recabar la opinión de los trabajadores de Pemex al respecto de nuevas modalidades de ingreso: contrato de aprendiz, contrato a prueba, temporal, por obra, ¿es ir a preguntarle eso a Romero Deschamps en su cueva de Alí Babá? Ya sabemos la respuesta: los trabajadores tienen para expresar su voz un representante elegido democráticamente por ellos, y es el un día senador y al otro diputado Romero Deschamps. Es como ir a preguntarle a Fidel Castro sobre las elecciones democráticas en Cuba: "Lah ha habido siempre, chico...".

El soporte del PRI y ancestros ha sido el corporativismo perfeccionado por el presidente Lázaro Cárdenas: tú me tienes quietos a tus sindicatos con unas conquistas que me arrancarás de vez en cuando y yo te pago con puestos en el gobierno, con cuotas sindicales descontadas de manera forzosa desde la nómina, el sindicato como única vía de acceso al empleo, y con la piedra clave de este arco: la cláusula de exclusión: al rebelde que expulses del sindicato la empresa lo despide. Así te evitas problemas internos y se los evitas al gobierno de la Revolución. Todos contentos. Durante los primeros meses de su mandato, Vicente Fox pudo desmontar esta maquinaria corporativa, pero no la conocía, y gastó su popularidad inicial, enorme, en sacarle a Marcos, olvidado por todos y escribiendo páginas para La Jornadaen la selva, una sonrisita. Nunca leyó la Declaración de la Selva Lacandona: una declaración de guerra.

El segundo gobierno del PAN, el de Felipe Calderón, cometió un error aún más costoso: buscó un aliado en el PRD que ha gritado su negativa a todas y cada una de las reformas porque es el núcleo duro del PRI.

Pero el de Calderón fue el mismo error que cometimos muchos en la izquierda: no vimos que la Corriente Democrática, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y (¡qué vergüenza!) Muñoz Ledo, dejaba el PRI por las peores razones: el abandono de la economía cerrada y de paraestatales que vendían desde papel hasta tortillas, poseían los cines y las palomitas. Grupos y partidos de izquierda habíamos integrado el Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Cuando se negoció una alianza con el faltante PMT, fundado y conducido por Heberto Castillo, y creamos el Partido Mexicano Socialista (PMS), nos pareció obvio que el candidato natural era Heberto... hasta el momento en que Cárdenas dejó el PRI.

Heberto era otro candidato nominal para ir a la derrota, en cambio Cárdenas podía ganar la Presidencia. La idea de fondo era que la Revolución de 1910 había sido traicionada, interrumpida, después de Lázaro Cárdenas: la misma idea del PRI cardenista. Eso nos unía a Cuauhtémoc. Estábamos a un año de que cayera el Muro de Berlín y arrastrara al socialismo real con la URSS incluida. Pero no se veía la grieta. De la Madrid, Salinas y Zedillo fueron tolerados a disgusto por ese PRI que hoy está en el PRD.

Sólo por disciplina, ese núcleo duro del PRI aceptó la apertura a los mercados mundiales y luego el TLC que nos dio, por primera vez en 200 años, una balanza comercial favorable con EU, y favorable en miles de millones de dólares porque les vendemos mucho más de lo que les compramos.

Hoy el Presidente electo ya no tiene esa disyuntiva, el camino de España, Chile, Brasil o el retorno de Echeverría y el agua de jamaica en banquetes oficiales, pero despilfarro y endeudamiento.

Con el derrumbe de la Unión Soviética, sólo hay derecha torpe o socialdemocracia.

Gustavo Rivas

Ahora que el conflicto de Ayotzinapa "culminó de manera pacífica y consensada" (sic), según comunicado del gobernador de Guerrero, ¿cómo va la investigación sobre el asesinato de Gustavo Rivas, quemado vivo por los normalistas que intentaron incendiar la gasolinera donde él trabajaba?

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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