Segundo y último tránsito de Venus

publicado el 27 de mayo de 2012 en «Milenio Diario»
columna: «se descubrió que...»

 

Al atardecer del próximo 5 de junio tendremos un fenómeno que no se repetirá en este siglo, sino hasta el año 2117: un tránsito de Venus por el disco aparente del Sol. Para que eso ocurra deben alinearse Tierra-Venus-Sol en un mismo plano. Habrá quizá notado que Venus está más brillante que nunca, como el Hada Azul de Pinocho. Su mayor brillo aparente se debe a que ya está del mismo lado del Sol que la Tierra. Alcanzó su máxima elongación (o separación aparente respecto del Sol) y ya regresa a toda marcha. En los próximos días lo encontrará cada vez más cercano al Sol poniente. Luego se opacará entre el resplandor del Sol y, finalmente, en vez de un punto brillante será un punto negro sobre el Sol: un mini eclipse. Habrá empezado el tránsito de Venus.

Entre el primer contacto y el final pasarán unas seis horas, así que en México no lo veremos completo, solo el inicio y luego se pondrá el Sol tras el horizonte. Mientras aquí se está poniendo el Sol, en el meridiano opuesto está saliendo. Nuestros antípodas, en la India, lo verán al amanecer del 6 de junio. No se verá en Brasil, Argentina, Chile, España, Portugal y el occidente y sur de África. Verán el tránsito completo al oeste del océano Pacífico y tierras colindantes, costa china, Japón, este de Australia.

Los tránsitos de Venus ocurren en pares separados por ocho años. Luego, el siguiente par ocurre en lapsos que varían entre 105.5 y 121.5 años, siempre más de un siglo. El último ocurrió en 2004. El que viene el 5 de junio completa el par. Son escasos porque muchas veces Venus pasa por "encima" o por "debajo" del Sol debido a la ligera diferencia en el plano de nuestras respectivas órbitas. Algo semejante ocurre con los eclipses de Sol por la Luna: tendríamos un eclipse cada 28 días, cada luna nueva, si nuestro satélite tuviera su órbita en el mismo plano que la Tierra, sobre la eclíptica. La inclinación de la órbita lunar hace que la luna nueva ocurra encima o debajo del Sol y no lo eclipse. En un eclipse anular, como el que acaba de ocurrir, la Luna está a su mayor distancia de la Tierra, su tamaño aparente es menor y su disco no alcanza a cubrir por completo al Sol.

El primer tránsito de Venus (y de Mercurio) frente al Sol fue predicho con éxito por Kepler en 1631. Pero fue el segundo del par, en 1639, el primero en ser observado. Edmond Halley, quien calculó la órbita del cometa que por eso lleva su nombre, propuso en 1716 que el tránsito de Venus podía emplearse para medir la distancia precisa entre la Tierra y el Sol, a lo que hoy conocemos como unidad astronómica. El siguiente par, luego de esa predicción hecha por Halley, ocurrió en 1761 y 1769. El famoso capitán James Cook fue a Tahití para observarlo desde un sitio todavía por eso llamado Point Venus, señala el Institute of Physics, organización que comprende unos 40 mil miembros distribuidos en el mundo entero y publica mensualmente Physics World.

En esta publicación mensual, Jay M. Pasachoff, astrónomo en el Williams College, Massachusetts, dice que espera confirmar con este tránsito, la teoría denominada "efecto de gota negra": una extraña banda oscura que parece estirarse de Venus a la superficie del Sol un minuto antes de que Venus haga el primer contacto con el disco solar. También servirá a los astrónomos que buscan los cada vez más abundantes planetas en torno de otras estrellas, planetas extrasolares. Han empleado una ligera disminución del brillo de la estrella en estudio para sostener que se debe al tránsito de un planeta y, a partir de ese dato, calcular masa, órbita y distancia del planeta a su estrella. Cálculos hechos casi a ciegas que podrán verificarse "al estudiar hechos en nuestros alrededores. Se podrá verificar si las técnicas para estudiar acontecimientos en torno a otras estrellas se confirman en nuestro propio barrio. En otras palabras, al ver de cerca tránsitos en nuestro propio sistema solar, podremos detectar efectos sutiles que ayuden a los cazadores de exoplanetas a explicar lo que observan en soles distantes", escribe Pasachoff.

Científicos de Francia usaran el Telescopio Espacial Hubble para observar el ligero oscurecimiento de la superficie lunar durante el tránsito. Pasachoff y su equipo esperan detectar con el Hubble el tránsito de Venus como sería visto desde Júpiter, el próximo 20 de septiembre. Y con la nave Cassini en órbita de Saturno verán el tránsito de Venus desde Saturno el 21 de diciembre.

Atención: como en la playa en día nublado, el Sol poniente es engañoso: no puede verse de manera directa ni con lentes oscuros para sol. El vidrio que traen las mascarillas de soldador es buena protección. Pero deben hacerse observaciones breves, no fijar la mirada por minutos para ver avanzar el puntito negro sobre el Sol.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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