En descargo de Elena

publicado el 28 de marzo de 2011 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

Creo que le debo a Elena Poniatowska si no una disculpa, sí una justificación. Dicho en breve: en 1997 le pedí que hiciera unos 50 cambios a su libro La noche de Tlatelolco, unos porque la cita era errónea, por ejemplo quien relata el ingreso del Ejército a la Plaza no estuvo allí, y otros porque no era correcta. Llevo quince años con la pregunta en la cabeza: ¿Qué le pasó a Elena? Acabo de intuirlo por un lector de Milenio en línea y no fue su culpa. Aquí va:

En 1969, presos en Lecumberri varios dirigentes del 68, la prensa nos señalaba como los cobardes que habían disparado sobre su propia gente para darle un levantón a un movimiento alicaído, así que Raúl Álvarez, Gilberto Guevara y yo nos propusimos responder: yo haría el relato y ellos el análisis político. Semana a semana escribí lo que me sabía de memoria, cuando no había vivido los hechos, consultaba a compañeros que completaran mi información. Los citaba.

Esos capítulos se los leía a Raúl y a Gilberto y, ojo: le daba los originales a guardar a Raúl, yo me quedaba copias. Por enero de 1970 ellos no habían escrito una sola línea de análisis. Así que decidí tomar mi relato y añadir los años de cárcel (comenzando por el 1 de enero de 1970 y llevar luego el tiempo carcelario hacia atrás, con el 68 en orden cronológico): Los días y los años.

Elena Poniatowska comenzó a entrevistarnos en Lecumberri para su crónica. Le informé que tenía concluido un relato sobre el 68. Se ofreció a sacarlo y a buscar editor. Se lo agradecí mucho. Fue antes de mayo de 1970 porque en mayo dio a luz y se puso a trabajar sus entrevistas. Me solicitó permiso para usar párrafos de mi manuscrito y se lo di. Me sorprendió que párrafos completos eran idénticos, palabra por palabra, a mi texto y lo atribuía a otro preso. A veces no importaba, a veces era vital, como en el caso que ya mencioné.

Este lunes 21 de marzo de 2011, entendí lo que le pasó a Elena. Un lector en línea dijo que "Hasta las comas son las mismas"... entre un artículo que publicó Eduardo Valle, El Búho, en octubre de 1970, y la página de mi libro que entregué a ERA por abril de 70, donde refiero el arribo de hombres sin uniforme, con un guante blanco en una mano y pistola en la otra. Comienzan a disparar sobre la Plaza y el Ejército regular, que está llegando, les responde el fuego. Eso los sorprende, luego los atemoriza, se tiran al suelo, se arrastran para reunirse en grupos y, sin medio alguno para comunicarse con los mandos militares, sólo aciertan a gritar en coro: "¡Batallón Olimpia! ¡No disparen!" Así constatamos, los detenidos en el tercer piso, la descoordinación del operativo militar. Estaban a pocos metros de mí, ya detenido.

Mis compañeros no pudieron oírlos porque, al verlos llegar, buscaron la única salida: subir escaleras hacia ninguna parte. Se encerraron en un departamento del quinto piso. Pero yo fui detenido donde el Olimpia gritó su nombre y su súplica: ¡No disparen! Me pasé casi tres años de cárcel contándolo obsesivamente, como la clave de la masacre.

Raúl Álvarez es el último comunista sobre la Tierra y piensa, como Castro, que no existen los derechos de autor, o que todo escrito es Patrimonio Cultural de la Humanidad, así que, ojo: fue mi relato, sin firma, lo que dio a Elena y sobre el que ella se sintió autorizada para hacer cambios, no de mi manuscrito firmado que ella sacó en abril. También Valle pudo tomar de allí los hechos que no pudo ver ni oír. El desmadre lo hizo Raúl. El Búho lo empeoró porque relata como testigo presencial, y no lo fue.

No es asunto de créditos, sino de solvencia y credibilidad: Elena ponía a describir la llegada del Ejército a la Plaza a quien no lo pudo ver. Valle dice que describió en ¿Por qué? esa descoordinación de las fuerzas militares (el "¡No disparen!"), que ahora demuestra la intervención de otra mano, además de la Defensa Nacional. Sería un regalo invaluable, para quien sostuviera la versión de aquel gobierno (y aún los hay), demostrarle que no pudo ver ni oír lo que narra. El comentario del lector en línea es que esa página de mi crónica y la nota de Valle son idénticas "hasta en las comas". Creo que el anónimo lector es Valle.

Como relata algo que no pudo ver ni oír, concluyo que le ocurrió lo que a Elena: tomó mi original guardado como tierras comunales por Raúl.

Perdón si creen que estos temas ya deberían estar guardados. El hecho es que no lo están y nos jugamos con ellos nuestra credibilidad ante el futuro. Nada menos.

Más en Los días y los años (enero de 1971) y en Otros días, otros años (Planeta 2008).

 



artículos relacionados

la talacha fue realizada por: eltemibledani

0 animados a opinar:

 

 

ÍNDICE DEL BLOG

milenio diario

la crónica de hoy

la jornada

revistas

misceláneo

 

etiquetas:


pasaron por aquí


la plantilla de este blog es el "pizarrin" donde, durante sus ratos de ocio, eltemibledani hace sus pininos modificando el xhtml fuente.

páginas vistas

desquehacerados