Se nos ríen en la cara

publicado el 16 de junio de 2008 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

Impedir el funcionamiento de uno de los tres poderes de la Unión, como ocurrió cuando el PRD y sus partidos satélites (que sus enemigos mantenemos, por cierto) ocuparon la tribuna de la Cámara de Diputados, es un acto no solamente violento, pues sólo con violencia es posible apoderarse de la tribuna y sólo con violencia se encadenan las puertas del salón de sesiones; es un acto bochornoso, inconcebible en un sistema apenas civilizado, ya no digamos democrático. Es un feroz atentado contra la soberanía del país porque el Poder Legislativo pierde no solamente soberanía sino que cesa de existir.

Mucho menos que esto dijo el PAN en su denuncia y por hacerlo se consiguió una multa aplicada por un IFE vasallo de la oligocracia partidaria. Que el PAN denuncie lo que todos vimos, cuya verdad nos consta a 100 millones de mexicanos, ni siquiera importa. No es objeto de la ley si la denuncia es calumniosa o comprobada, sólo importa que algunos partidos se sintieron deshonrados. La multa del IFE contra el PAN demuestra que los partidos triunfaron en sus propósitos de imponer sirvientes temerosos del despido en donde debería haber árbitros inamovibles y con plena autonomía, prueba también que esas leyes que hicieron para defenderse de toda crítica atentan, como no ocurrió ni durante el apogeo del PRI, contra la simple expresión de las ideas.

Poner cadenas a las puertas del auditorio donde ejerce uno de los tres poderes de la Unión es no sólo un acto violento, palabreja tibia, sino criminal y plenamente tipificado en leyes y códigos penales desde que el Estado mexicano existe.

Los diputados (y diputadas) delincuentes quedan impunes no sólo cuando se mean en su propia tribuna, sino en el caso de que ahorcaran a su madre, pues se amparan en el fuero, reliquia de aquellas guerras "por religión y fueros" que ensangrentaron nuestro siglo XIX e impidieron el desarrollo del país, que se mantuvo clerical y virreinal hasta que un indio en la Presidencia acabó con las leyes para indios y dio al país la legislación liberal que exigen la ciencia, la industria y el desarrollo. Ahora poseen, además de fuero, un escudo legal por el que no se puede llamar "puta" a quien vende sus favores, como hacen no solamente las putas, sino los partidos.

Y, como decían las abuelas, el mal ejemplo cunde: en México ya todo inconforme (o inconforma) cierra calles y carreteras para exigir atención. Lo hicieron los camioneros españoles ante el alza mundial de las gasolinas. Pero el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero actuó conforme a la ley: intentó negociar, les dio un plazo y concluido éste empleó la fuerza pública sin temor.

En México no podemos hacer lo mismo. Nuestras policías parecen no conocer términos medios: o disparan por la espalda a quien huye luego de hacer una pinta o miran cómo una turba destruye comercios, autos… y desvían el tránsito para que los forajidos actúen a sus anchas, como, otra vez, vimos en Oaxaca.

Los estados en donde más "combativos" son los maestros y con más frecuencia van a la "lucha" son, por eso mismo, los de peor y más inaceptable índice de analfabetismo, por lo mismo los más pobres en un país de pobres, los que atraen menos inversiones: ¿quién desea poner su fábrica de fertilizantes en donde los trabajadores no saben leer el aviso "peligro" o se rigen por el tiempo indígena, "cósmico", etcétera?

Los appos degollaron a un maestro que pretendió dar clases, asesinaron a un joven que movió una piedra para meter su coche… y están sueltos para volver a cerrar escuelas y negocios en Oaxaca sin que el acobardado gobierno federal tome la decisión de hacer el trabajo principal para el que fue elegido: dar seguridad a los habitantes.

Una solución es que los appos declaren, ya, la independencia de la República Libre y Democrática de Oaxaca: eso ahorraría a los demás estados el 98 por ciento del presupuesto que en Oaxaca tiramos a la basura. Quien deseara ir a pescar brucelosis, salmonela, infecciones intestinales o al menos indigestión con moles de carnes sospechosas, debería tener visa. Algunos ni siquiera la pediríamos.

Pobre Brasil

La compañía española Repsol acaba de encontrar yacimientos petroleros en aguas profundas de Brasil. ¡Pobres brasileños! ¡Ya se quedaron sin soberanía!... esa es la "lógica" del obradorismo que ahora impide hacer lo que propuso en su mismísimo proyecto de gobierno, ése con el que buscó llegar a la Presidencia.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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