Motivos de celebración

publicado el 07 de enero de 2002 en «La Crónica de hoy»
columna: «la ciencia y la calle»

 

Se fue, ya hace un mes, el día mundial dedicado al sida sin ninguna noticia de primer orden. Pero la investigación científica ha producido ya varios milagros que han detenido la mortandad y convertido al sida en una afección no necesariamente mortal, sino crónica, de por vida, milagros muy superiores al de Juan Dieguito, que salvó de morir a un albañil caído (siendo tantos los que caen y no se matan). Estos 20 años de investigación han proporcionado 16 medicamentos que deben, todos ellos, administrarse en combinaciones de al menos tres. Son los siguientes en orden alfabético, aunque el primero en aparecer fue el Retrovir o AZT: Agenerase (amprenavir), Crixivan (indinavir), Epivir (lamivudina o 3TC), Fortovase (saquinavir), Hivid (zalcitabina o ddC), Kaletra (lopinavir), Norvir (ritonavir), Rescriptor (delavirdine), Retrovir (zidovudina o AZT), Sustiva (efavirenz), Videx (didanosina o ddI), Viracept (nelfinavir), Viramune (nevirapine), Viread (tenofovir DF), Zerit (stavudina o d4T), Ziagen (abacavir). Hay uno, el Trizivir, cuya triple combinación lo hace un tratamiento completo, y el Combivir con dos fármacos para añadirles otro más de entre la lista.

Otro, el Viread, está recién aprobado en Estados Unidos por la FDA, equivalente a nuestra Secretaría de Salud. Y uno más, conocido como T-20, se puso a disposición de 56 médicos que lo recetarán a tres de sus pacientes. Es el primer miembro de una nueva clase llamada "inhibidores de LA fusión", que bloquean la entrada del VIH a la célula. Destaco el artículo LA porque una pésima traducción del inglés al español ha hecho que los "protease inhibitors" se conozcan como inhibidores de proteasa (como si estuvieran hechos de esa enzima) y no de LA proteasa, que es lo que inhiben. Si el último gran salto terapéutico fueron los inhibidores de la proteasa, ya tenemos a la vista el primer inhibidor de la fusión. Demos gracias a los santos que trabajan en laboratorios y hospitales diseñando estos milagros no explicables para la ciencia de hace apenas 10 años.

Aviso: Quienes tomen Fortovase (saquinavir) en su tratamiento, no deben añadir, entre sus vitaminas y complementos, los populares e inocuos concentrados de ajo porque reducen los niveles sanguíneos del medicamento hasta en un 50 por ciento y así resulta equivalente a disminuir la dosis diaria. El hallazgo, hecho por investigadores de los National Institutes of Health (NIH), fue puesto en la red hace apenas tres semanas.

Alternativos

En cambio, otros medicamentos de los llamados alternativos, están siendo probados con éxito, sobre todo los que fortalecen la inmunidad innata, una de las dos grandes ramas de nuestro sistema. La otra es la adaptativa, dirigida por los linfocitos T, la célula predilecta del virus del sida, que diseña un ataque adecuado para cada invasor. A los animales invertebrados les basta con la inmunidad innata para combatir eficazmente una infección. Entre los viejos remedios llevados al laboratorio se encuentra la plata, que actúa tan bien como la tetraciclina contra ciertas bacterias.

Pero, cuidado, no todo lo que estimula la inmunidad natural del cuerpo es benéfico para una persona infectada por VIH, pues el virus ataca de preferencia los linfocitos activados.

Los Ig Nobel 2001

Mientras algunos científicos fueron citados a Estocolmo para recibir el premio más deseado en sus respectivos campos, otros estaban celebrando un honor muy diferente: los Ig Nobel o Nobel Ignominiosos. Por "tacklear" tópicos tan diversos como ¿por qué cuando estamos en la regadera la cortina de baño flota hacia adentro? un selecto grupo procedente de seis países y cuatro continentes fue introducido al panteón científico de la ignominia con una desternillante ceremonia en la Universidad de Harvard, señala Science.

Medicina. El Ig Nobel de Medicina fue para Peter Barss de la Universidad McGill de Montreal, quien viajó a Papúa Nueva Guinea (no sabemos con beca y gastos de cuál organización humanitaria) para completar su acucioso estudio sobre las heridas causadas por la caída de cocos. Concluyó que las peores heridas ocurren a individuos dormidos al pie de los cocoteros.

Física. David Schmidt de la Universidad de Massachusetts lo recibió por su trabajo para explicar por qué las cortinas de baño flotan hacia adentro cuando estamos en la regadera. Dijo a la audiencia que el valor de tal investigación, para la que no recibió apoyo alguno, es obvio para cualquiera que se duche.

Biología. Para el inventor Buck Weimer, de Pueblo, Colorado, por sus calzones herméticos que incluyen un filtro de carbón reemplazable. El calzón evita la salida de gases, excepto por el filtro de carbón, que elimina los olores. El inventor regaló muestras del calzón antipedo a los cuatro Nobel genuinos presentes en la ceremonia.

Economía. Para Joel Slemrod de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y Wojciech Kopczuk de la Universidad de British Columbia en Vancouver, por su investigación sobre la influencia de los impuestos a los bienes raíces en la hora de muerte de una persona.

Astrofísica. Lo recibió el físico Walter Lewin, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), por su descubrimiento de que los hoyos negros llenan todas las características técnicas del infierno.

Tecnología. Fue para John Keogh de Hawthorn, Australia, quien logró patentar en su país nada menos que... la rueda. Por videotape, el exitoso inventor explicó que sólo había querido exponer lo disparatado del sistema de patentes australiano.

 

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