De intelectuales y cheques de la Presidencia
columna: «la ciencia y la calle»
Entrevistada en su casa en Chimalistac, Elena Poniatowska habló de la desazón que le provoca esta historia (los pagos de la Presidencia de la República a la revista nexos por diversos trabajos): 'Conocí a Héctor (Aguilar Camín, ex director de nexos) y a su esposa, Angeles Mastretta, en un viaje que hicimos en los setenta a Alemania; eran una pareja encantadora y sentí una gran simpatía por ellos. Me duele lo que ha pasado y creo que en el fondo desacredita a la comunidad intelectual de México'.
Señala, sin embargo, que en nuestro país 'hay ejemplos de escritores como José Revueltas, que se mantuvo incorruptible y al hacerlo se ganó a la gente. El que le apuesta a los que no tienen poder, a la gente común y corriente, finalmente es el que alcanza la verdadera riqueza. ¡Mil veces aparecer nombrado en las Islas Marías en calidad de preso político como Revueltas que en cheques de la Presidencia!'
¿Por qué cree usted que los intelectuales se muestren renuentes a opinar sobre este caso? "Porque tienen miedo a perder sus privilegios..." Proceso, 18 de febrero de 2001.
Elena Poniatowska obtuvo el premio de periodismo que entrega cada año el Presidente de la República. Por tanto ha recibido, por lo menos una vez en su vida, un cheque de la Presidencia. Elena tampoco ignora que nuestro querido Pépe Revueltas, antes de 1968, trabajaba en Cinematografía, o sea que recibía su cheque mensual de Gobernación, y, en 1968, cobraba en el Comité Olímpico, a donde pocas veces se presentaba a trabajar. Por tanto, seguía cobrando del gobierno con la agravante de gozar de una quasi aviaduría. ¿Sabe la escritora quién pagaba las cuentas hospitalarias de Pépe, incluida la última en Nutrición, donde murió?
En el mismo número donde Proceso da voz a Elenita hay más de media docena de páginas pagadas por el gobierno y otras muchas de gobiernos estatales, páginas que se pagan con cheques del gobierno, hecho vergonzoso al decir de Elena, pero ¿qué publicación no tiene, y exige, publicidad de gobierno? No es ilícito que Proceso reciba dinero por su publicidad al gobierno, sólo le quita todo derecho para escandalizarse por lo que otra revista vende. Recordemos, además, que cuando el presidente López Portillo decidió cortar la publicidad a las publicaciones no amistosas, con aquella frase de "no pago para que me peguen", Proceso encabezó el escándalo por el "ataque a la libertad de expresión" y las páginas de los diarios se llenaron de manifiestos a nombre de los siempre abajofirmantes exigiendo el retorno del cheque de Presidencia. ¿No firmó Elena?
En la propia elección del entrevistado, en este caso la entrevistada, el medio decide lo que desea oír. Todos sabemos lo que va a decir Elena Poniatowska ante cualquier asunto nacional. Y darle la única voz, así como tomar de ella el titular, es tramposo por parte de Proceso: sabía a quién recurrir para conjuntar fama y declaración contundente, sin matiz ni razonamiento. Es como entrevistar al CGH.
Elena jamás ha tenido necesidad de trabajar para comer. Trabaja por amor al periodismo, por gusto. Por lo mismo le resulta fácil condenar, con simpleza de joven izquierdista ultrosillo y acomodado, a quienes venden un trabajo al gobierno y aun se atreven a emplear su temporal influencia para que los trámites de pago, siempre remolones e indolentes en el reino de la burocracia (al grado de que "burócrata" se emplea como antonomasia de lento y lerdo), se apresuren.
La imprenta Madero, parte del grupo que posee la editorial ERA, de la que sé que Elena es socia, ¿nunca le ha hecho impresos a ninguna dependencia del gobierno? ¿Jamás? ¿Ni un cartel, ni un folleto, ni un tríptico, ni una estampa? Y si lo ha hecho esa empresa, cuya gran calidad es reconocida entre las empresas y empresarios del diseño gráfico, ¿sería una vergüenza publicar los cheques que ha recibido por sus trabajos o las utilidades de Elena? El gurú de la escritora, Carlos Monsiváis, ¿ha dado gratis sus centenares de conferencias a las que ha sido, es y seguirá siendo invitado por diversas instancias de gobiernos federales, estatales y municipales? ¿Escribe sin pago sus prólogos oficialistas? ¿Se acabaría Monsiváis si un acucioso reportero encontrara un cheque con el que el Departamento del Distrito Federal o los gobiernos recientes le pagan una plática o un estudio? Yo no lo creo, porque su trabajo le cuesta preparar sus escritos y conferencias. No tiene por qué darlas gratis.
He leído y releído los artículos donde se "descubren" pagos realizados a la revista nexos por trabajos claramente definidos y no veo cuál es la acusación ni el motivo de alarma. Encuentro más escandaloso que Elena Poniatowska se haya manchado con un cheque de la Presidencia o que Pépe Revueltas cometiera algunas ligeras deshonestidades, menores, por cierto. ¿Los cheques de la Presidencia son motivo de orgullo sólo cuando la beneficiaria es Elena?
Elena es como aquella llavecita de tuercas de un viejo anuncio de Volkswagen: "boba boba, pero viva viva". Veamos si no: A ese coco de la izquierda, Televisa, ese mal de todos los males, súmmum de la contrarrevolución, ¿le cobra o no le cobra sus lelas intervenciones en El Noticiero del canal 2? Si alguien muestra un cheque de Televisa por los mil dólares que paga esa transnacional globalizadora, a nombre de Elena Poniatowska, ¿la hunde? Parafraseando al general Obregón, ¿podemos decir que ni Elena resiste un cañonazo de mil dólares por un minuto? Tal demostración de nexos entre Elena y Televisa ¿es necesaria?, ¿sería "desoladora, lamentable y dolorosa para todos los que escribimos"? O sensatamente diremos que Televisa es un magnífico foro y mejor aún si está bien pagado. Es una respuesta que condenarían Marcos, el CGH, La Jornada y Proceso; debería por tanto condenar Elena; pero mil dólares bien valen un minuto de misa. ¿Reprueba la escritora a todos sus colegas que han publicado en el Fondo de Cultura Económica y por tanto reciben cheques del gobierno? ¿A todos los que han sido embajadores, secretarios de Educación o agregados culturales? ¿A todos los que han realizado un trabajo para el gobierno o sólo a nexos porque es un ataque aplaudido por las buenas conciencias?
Cuando nexos realizó los discutidos trabajos, Elena era consejera de la misma revista y no renunció entonces ni por esa causa al Consejo Editorial, tampoco manifestó su desacuerdo con aquellos estudios cuya asignación a nexos no fue secreta. Renunció hace poco, cuando un artículo en nexos le pidió correcciones a su libro más vendido. Y sólo entonces. No se fue por honestidad o antisalinismo, sino en mal entendida defensa de su fama y su obra. Lo que resulta "desolador, lamentable y doloroso" es que una gurú de la "izquierda", sea ya eso lo que sea, siga a estas alturas de su vida sin pensar mucho lo que dice y tan acertada en el blanco políticamente correcto. Eso también se vende bien, y muy bien, pregúntenle si no a Elena... en su hermosa casa de Chimalistac, elegante barrio de la ciudad de México, para quien no lo sepa.
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