El efecto chachalaca

publicado el 04 de diciembre de 2015 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

Los publicistas lo saben: una sobreexposición de mensajes trae un rebote en sentido contrario, hartazgo ante el político que está en todos los canales de tv y todas las estaciones de radio. Y cuando al parloteo se unen decenas en tiempos de campaña, ocurre la respuesta del sistema nervioso encargado de cuidar nuestras emociones: ya no oímos ruidos constantes, permanecen irritación y malhumor.

La exposición en medios es, sin duda, imprescindible en toda contienda electoral: no votamos por quien no conocemos; pero lo opuesto también es cierto: no votamos por quien conocemos tan bien que acumulamos rechazo. Las trampas electorales se revierten.

El alud de spots que López Obrador lanza por todos los medios sin duda lo han hecho el político mejor conocido de México; pero también sus niveles de rechazo aumentan. Se ha apropiado de los tiempos gratuitos que la legislación ofrece a legisladores, alcaldes y gobernadores. Solo oímos que hay un candidato de Morena y la voz, otra vez, de López Obrador y no del candidato anunciado. Obtiene presencia, pero también rechazo.

Los excesos abruman, la crítica se achata cuando es contra todo y todos: contra todo lo que no sea mi partido, pero si está dentro no me importa si carga la desvergüenza de Bartlett, el trapecismo de Muñoz Ledo, el arribismo de los que se van del PRI cuando piden hueso y no les dan. Parafraseando la expresión atribuida a Roosevelt: Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta. Parece que López firmaría lo mismo. Eso ha hecho mella: sus acólitos incondicionales son cada vez más fanáticos, pero menos numerosos.

La banda presidencial para su toma de posesión patito, su llamado a no pagar la luz, su alianza con los atracadores de la CNTE aún impunes, con el alcalde de Iguala que entregó a los normalistas de Ayotzinapa, su abierto conservadurismo hiper-panista al respecto de drogas y sexo lo harán el más conocido de los ahogados.

Medalla BELISARIO DOMÍNGUEZ 2016, post mortem, para Gonzalo Rivas Cámara, quemado vivo —con nobles fines— por los normalistas de Ayotzinapa: #GonzaloRivasParaBelisarioDominguez

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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