Guerra o infección hacen la diferencia

publicado el 27 de febrero de 2011 en «Milenio Diario»
columna: «se descubrió que...»

 

Las palabras nunca son neutrales y tampoco las metáforas que empleamos para referirnos a un problema. ¿Hay guerra con el narco o combatimos una infección social? Un estudio de la Universidad de Stanford, California, sostiene que una sociedad acepta o rechaza ciertas medidas para combatir el crimen según cómo describan las autoridades el problema. Esto es, la metáfora empleada no es inocente.

"Imagine que su ciudad ha dejado de ser segura. Los atracos van al alza, los robos a domicilios también y la tasa de homicidios se ha duplicado en los últimos tres años". Parecen observaciones realizadas en México. La población dará preferencia a unas medidas puestas en marcha por las autoridades y rechazará otras según las palabras que empleen para describir el fenómeno. La metáfora es central para el convencimiento de la sociedad. La diferencia entre aceptar o rechazar puede ser una sola palabra.

El estudio de Lera Boroditsky y Paul Thibodeau en Stanford ha mostrado que si a los criminales se les describe como "bestias" que han hecho presa de una sociedad, la población se inclinará a pensar que la solución está en contratar más policías y construir nuevas prisiones. Pero si las autoridades describen el alza en crímenes como un virus o una enfermedad que está infectando la ciudad, la gente se inclinará a aceptar reformas sociales como solución. La nota aparece en PLoS ONE del 23 de febrero.

Prueba que algo tan sutil como las palabras usadas por las autoridades al describir el problema produce muy diversas posturas ante la solución. "Algunas estimaciones sugieren que una de cada 25 palabras que encontramos es una metáfora", dice Thibodeau. La metáfora es una mudanza que oscurece o ilumina un tema cualquiera. Llamar sirena a una campeona de natación es metáfora que de inmediato nos hace pensar que, además, es bella. Una de las sorpresas que da Grecia es que los camiones para mudanzas lleven un enorme letrero: Metáfora (en realidad Metaforá), la salida de los trolebuses diga "Éxodo" y los elevadores pongan aviso de cuántos átomos (in-dividuos) caben. En el habla común, no sólo en poesía, creamos continuamente metáforas y el hallazgo de estos investigadores ha sido que el fraseo, la forma particular de expresión acarrea cambios de opinión y de actitud.

"No podemos hablar acerca de alguna situación compleja, como el crimen, sin emplear metáforas", dice Boroditsky, "y no son únicamente propias de lenguaje florido, sino que dan forma en la conversación a cosas que tratamos de explicar o imaginar. Y tienen consecuencias al determinar lo que nos parece correcto en la solución de problemas".

El estudio fue de sencillo diseño: en cinco experimentos se pidió a los voluntarios que escribieran un párrafo breve acerca del incremento en la criminalidad de una ciudad ficticia llamada Addison. Luego respondieron preguntas acerca de la ciudad. Los investigadores evaluaron la forma en que respondieron las preguntas según si el crimen se describía como producto de bestias o de virus. Los sujetos experimentales propusieron soluciones diversas correlacionadas con la metáfora empleada para describir a los criminales.

Un alto 71 por ciento de los participantes propuso medidas de fuerza cuando leyeron: "El crimen es una bestia que asuela Addison". Pero el número se redujo a 54 por ciento entre los participantes que leyeron: "El crimen es un virus que asuela Addison".

Cuando se pidió al grupo destacar lo que a su juicio había sido la parte de mayor importancia del reporte, sólo 15 personas de 485 identificaron la metáfora como esencial para proponer soluciones. Todos los demás dijeron que eran las estadísticas las que habían inclinado sus decisiones acerca de cómo reducir el crimen.

"A las personas les gusta pensar que son objetivas y que toman sus decisiones en base a números", dice Boroditsky. "Desean creer que se conducen con lógica. Pero en realidad están influidas por las metáforas".

Para observar cuánto en realidad importaba la metáfora empleada, los investigadores examinaron la afiliación política de los voluntarios. Supusieron que los republicanos estarían más inclinados a prender y encarcelar delincuentes que los demócratas, y éstos podrían preferir reformas sociales. Los resultados mostraron que los participantes republicanos resultaban sólo un 10 por ciento más inclinados a sugerir soluciones basadas en la fuerza.

La diferencia disparada por la metáfora fue mucho mayor que la afiliación política: los que leyeron que el crimen era una bestia estuvieron como un 20 por ciento más inclinados a elegir la solución basada en fuerza y cárcel que quienes leyeron la descripción del crimen como un virus, y, lo más importante: esos números se sostuvieron con independencia de las simpatías políticas. Las palabras empleadas en la descripción de un problema son más importantes que la afiliación política.

Contacto: Adam Gorlick.

Maravillas y misterios de la física cuántica (Cal y Arena, 2010).

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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