A la Francia del affaire Dreyfus su hoy presidente añade el affaire Cassez. Entonces se discutía si el oficial francés, de familia judía, era culpable de traición. Hoy el asunto es de formas que, en Derecho, no son poca cosa. Pero no hay dudas sobre la culpabilidad.

Tenemos en México dos casos extremos de aplicación de la justicia que a nadie satisfacen: la liberación del homicida de Rubí Marisol Frayre, Rafael Barraza, quien no sólo confesó el hecho sino llevó a las autoridades a donde medio sepultó a su víctima, y aun se disculpó con la madre, Marisela Escobedo. Y el de Florence Cassez, cuya culpabilidad también está fuera de cualquier duda razonable, al menos como cómplice. En el primer caso fue un asunto desdeñado por el presidente Calderón como "formalismo"; en el segundo también hay faltas a las formas.

Nadie en México desconoce el pantano que son nuestras policías y agencias del Ministerio Público. Si una reforma inconclusa debemos lamentar es la del Poder Judicial iniciada por el presidente Zedillo. En el caso de Chihuahua, los jueces argumentaron que no había pruebas suficientes en el expediente del caso, y yo les creo porque es típico de nuestros MP. Lo llaman faltas en la integración de la acusación. Y hasta la confesión ha dejado de ser, como la llamaban los abogados, "la reina de las pruebas" porque simplemente incitaba a torturar acusados para terminar de una buena y fácil vez.

Repito lo dicho aunque levantó burlas en mis lectores: lo que la parte acusadora no asienta en actas no existe, así lo haya transmitido la TV. Esa norma del Derecho no se establece para liberar delincuentes, sino para proteger ciudadanos que no somos delincuentes y podemos caer bajo sospechas de las llamadas circunstanciales: "Usted estaba allí, odiaba a la víctima y muy cerca apareció el arma homicida analizada por todo tipo de peritajes". Sí. Ahora falta probar que yo disparé.

El caso de Chihuahua rebasó toda indignación cuando Marisela Escobedo, la madre que protestaba por la liberación del asesino confeso de su hija, fue a su vez abatida a tiros frente al mismísimo palacio de gobierno monitoreado por cámaras de vigilancia.

La acusación de secuestro también ha sido probada a Cassez y los diversos recursos de su defensa han llevado su caso ante cuatro tribunales distintos, conformados por jueces distintos; pero, una vez más, la torpeza en la detención con el show de García Luna para la TV, han viciado el caso y producido una crisis con Francia, gobernada por el equivalente de Fox en plena campaña para recuperar prestigio perdido.

Los medianamente informados sabemos del caso Al Capone: nadie en el planeta dudaba de que era un criminal, pero el FBI no logró "integrar el expediente" por delincuencia organizada, homicidios, etcétera. Así que buscó un resquicio: no había pagado impuestos. Fue encarcelado por un delito muy menor. Luego, adentro, pos quesque lo mataron en una riña de presos...

Uno de los discípulos de Freud, Wilhelm Reich, en sus últimos años de vida se puso a embotellar orgón: una fuerza del universo propuesta por él. Lo hizo siendo ya residente de Estados Unidos. Fue a la cárcel, pero no por fraude, pues cada quien es libre de embotellar lo que guste, sino porque ignoraba una ley que prohibía vender ciertos productos de un estado de la Unión a otro. Y Reich enviaba por correo a quien lo solicitara su botella de orgón.

Moraleja: si un pez escapa de tu red, siempre debes tener otra. Pero nuestros policías no saben ni tender la primera red. Como agentes de la ley disparan contra el delincuente que huye desarmado tras arrebatar su bolso a una señora y, por el contrario (Román: por contra es un galicismo que ahora más que nunca debes evitar), nuestros policías huyen del delincuente que los ataca con un cuchillo. Muchos los vimos en TV. [Y ya de paso: academia es un lugar para dar clases, los escenarios están en los teatros, discurso es lo que comienza con "señoras y señores" y patético lo conmovedor, como la sonata Patética de Beethoven y la sinfonía ídem de Chaikovsky].

Cuando el caso Dreyfus circulaba un chiste (intraducible):
Savez vous? Dreyfus n’est pas coupable...
—Ah, non?
—Non... il est déjà coupé (cortado = circuncidado).

El Universal. 15 de febrero. Galería de fotos donde los encantadores padres de la paloma Cassez departen con el secuestrador-novio años atrás, misma casa a donde llevaron a algunos de los secuestrados.

la talacha fue realizada por: eltemibledani