Programa mata carita

publicado el 31 de enero de 2011 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

En este momento los partidos están (o deberían estar) analizando los datos duros y levantando los estudios necesarios para armar un programa que en 2012 nos ofrezca algo más que un largo listado de ocurrencias, unas buenas y otras malas, o una cartita de buenos deseos para atarla a un globo y lanzarla al cielo y al Cielo. México está entrampado por muchos tapones, pero tres nos tienen tirados al suelo:

1. Nuestro sistema fiscal. Somos uno de las países que menos porcentaje recaudan, ya no digamos en el mundo, sino en Latinoamérica. Es así porque no tenemos un sistema fiscal eficaz, sencillo, entendible por cualquiera sin estudios de contabilidad. Y en ese sistema arcaico, la piedra más dura es la consigna "No al IVA en alimentos y medicinas", ya tan hueca como otra: "El pueblo/ unido/ jamás-será vencido..."

El PRI, como tantas veces, les ha vuelto a tomar la delantera a los partidos llamados (ignoro el motivo) "de izquierda" Al ofrecer lo que el PAN le negó a Zedillo, y el PRI, en venganza primitiva, le negó a Fox, se adelanta a una obviedad: bajar el IVA y ampliarlo a todo implica una reducción en el gasto de los pobres. Haré los números que repito de vez en cuando: un IVA al 12 por ciento en todo ahorra a los pobres un 4 por ciento en ropa, zapatos, renta, electricidad y gas: unos 2500 pesos que causan ahora 400 de IVA. Calculo sobre la base de una empleada doméstica: ganan de 1000 a 1500 por semana. 4 mil a 6 mil por mes. Y si el marido gana un poco menos (casi siempre ellos ganan menos que ellas) el ingreso familiar anda por los 10 mil pesos.

Una familia pobre así, con IVA al 12% ahorraría 400 al mes. Suficiente para pagar IVA en alimentos que no entren en una canasta básica. De medicina no pagaría IVA ni precio, porque si tiene empleo tiene IMSS y si no, el Seguro Popular, gran logro de Fox, lo cubre. Una familia de clase media ahorraría mucho más aunque pagara el 12% en alimentos.

2. Nuestras prohibiciones para invertir en todas las energías. El programa de AMLO en 2006 incluía inversión en contratos de riesgo. Inventados por el presidente Lázaro Cárdenas, consisten en permitir a particulares la exploración y explotación del petróleo. Si encuentran, se reparte. Si no, nada más ellos pierden. El actual sistema hace lo imposible en el mundo: pierde toda la petroquímica... excepto la planta de Texas, en la que Pemex debió salir del territorio nacional para asociarse con capitales privados.

3. Un sistema laboral atado al gobierno desde el sexenio de Cárdenas. Ahora que hay gobiernos de al menos tres partidos, los sindicatos siguen atados al PRI. La pasmosa ignorancia de Fox respecto del sistema corporativo que aceitó la maquinaria electoral y de gobierno en México, dejó intocado su pilar toral: la alianza con cúpulas sindicales que pueden enriquecerse sin dar cuentas a sus agremiados y obtener senadurías o diputaciones a cambio de su apoyo en elecciones y procesos legislativos.

Para sostener este sistema corporativo, fuerza del PRI, debe existir un sistema de dando-y-dando que se fundamenta en a) cláusula de exclusión para echar del trabajo a los opositores, b) descuento forzado de cuotas sindicales por la empresa y c) "toma de nota" o reconocimiento por el gobierno. Sin esto, el PRI deja de tener una importante mercancía para su corrupto intercambio: éste que cancela una de las libertades mayores garantizadas por la Constitución: la libertad de asociación.

PRI-vs-PRI

Como en la espléndida cinta El club de la pelea, estamos viendo competir al PRI contra el PRI, unos candidatos con sus colores, otros con los del PRD más minipartidos que son meganegocios. Alianzas hasta con los espurios del PAN. Pero al fin y al cabo, priistas contra priistas. Al parecer, la única cantera que proporciona candidatos viables, con independencia de su calificación en seguridad, democracia y desarrollo, es el PRI.

Acuñaré un oxímoron: las campañas negativas son positivas. Veamos un ejemplo que, supongo, une a tirios y troyanos: el deplorable caso de Bush jr. Nadie calificó como campaña negativa o guerra sucia que el Partido Demócrata le recriminara cómo engañó al Senado de Estados Unidos con pruebas fabricadas acerca de unas "armas de destrucción masiva" que jamás existieron; que recibió un país con sólidas reservas, producto del cuidadoso manejo de la economía por parte de su antecesor, el presidente Clinton y, tras de agotar las reservas, hundió a su país en la deuda más grande que haya acumulado país alguno.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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