¿Se nos irá el Siglo XXI?

publicado el 25 de febrero de 2008 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

¡Al fin! Es gran noticia la convocatoria presidencial a reformar la educación media superior, si bien poco difundida porque no ha producido insultos entre políticos, gritos en el Senado ni sombrerazos en la Cámara de Diputados. Ante la vergüenza de nuestros jóvenes en las evaluaciones educativas PISA, la iniciativa del presidente Calderón ya urgía.

Nada estamos haciendo para preparar a nuestros jóvenes para el alud de alta tecnología que está ya, ahora mismo, transformando el mundo, el empleo, la industria, la vida cotidiana. Nos urgen historiadores que levanten las cartas de nuestros territorios históricos plagados de ínsulas Baratarias, archipiélagos de mentiras y mitos, territorios llenos de cabos inexistentes, matanzas reales que la fantasía multiplica pero deja obstáculos verdaderos no cartografiados; nos urgen geógrafos para mapas agrícolas y agrónomos que saquen regiones agrestes del monocultivo del maíz en pequeña escala y lo lleven a nuestras planicies, sustituyendo así un creador de pobreza, el maíz mal ubicado, por cultivos adaptados a la vocación de cada tierra y región.

Nos urgen físicos para ingresar al mundo de la computación cuántica, que multiplicará por millones la capacidad de los procesadores actuales antes de diez años; para dominar el campo de las fibras ópticas de tercera generación, a punto de salir al mercado sin que tengamos participación alguna; la teleportación y la superconductividad nos llegarán, si no modificamos nuestras universidades, en forma de aparatos maravillosos de funcionamiento incomprensible. Es en estos ámbitos donde podemos competir si tenemos el capital humano y dejamos de recelar de las inversiones.

No hemos sabido sacar provecho de las oportunidades: nuestra riqueza petrolera nos hundió en el despilfarro de López Portillo, con endeudamiento y crisis económicas hoy suspiradas por quienes ven en 1982, último año de aquel López, el fin de una edad de oro... que nadie vio. Hoy, cuando hasta Cuba deja el riesgo de la exploración y la perforación a la inversión privada, y se queda sólo con las ganancias, en México vemos agotarse los veneros que al parecer sí nos escrituró el diablo, como dice el poeta. Nuestros diputados nos siguen defendiendo de las inversiones que han beneficiado a Cuba. Los altos precios del petróleo en estos años se escurrieron en más burocracia durante el sexenio de Fox. Veremos pasar otra vez el desfile de la riqueza derivada de la ciencia.

El Presidente llamó "cuello de botella" a nuestras preparatorias. Son peor que eso: no preparan a nadie para nada, son un archivo de tres años para el joven. En una de las primeras universidades del país, la de Guadalajara, hay escuelas "cuyos excusados nos podrían costar una demanda ante Derechos Humanos", reconoció el propio rector. Olvidemos los contenidos y su pobreza catastrófica, los maestros que no asisten y cuando asisten no preparan sus clases, los sindicatos de la holganza, y simplemente preguntemos quién puede estudiar entre fetidez vomitiva. Y están en la segunda ciudad del país.

En abril se aplicará la prueba ENLACE en el nivel medio superior y se entregará más de un millón de becas para evitar la deserción escolar, anunció Calderón. Pero poco importa desertar de contenidos tan lamentables. La educación abierta y a distancia para las comunidades más pobres del país tampoco está mal, pero ¿y qué les enseñarán?

Decepciones del PAN

Como cualquier negocio, poseer un taxi debería ser asunto de cumplir con las normas relativas a calidad del auto y del chofer, luego pagar en la ventanilla municipal unos 10 mil pesos. ¿Cuántas placas poner a la venta? Las que se soliciten. El día en que los taxis fueran excesivos habría menos solicitudes, y cada quien decidiría si las compra. Pero sean del PRI, del PAN o PRD, los burócratas se empeñan en participar del negocio, retener las placas y entregarlas al mercado negro, donde cuestan 500 000 pesos, que van al bolsillo de "coyotes" y funcionarios. Mientras tanto, sin Metro, con camiones desbocados porque al chofer se le paga más si corre más, no dejan otra alternativa que usar el auto.

Octavio Paz

Es al contrario, bestias: ustedes no honran a Octavio Paz inscribiendo su nombre en esa guarida de la estupidez galopante y la imbecilidad crónica; el nombre de Paz habría dado un poco de lustre a la institución más despreciada por los mexicanos, que es la Cámara de Diputados, por si lo ignoraban.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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