Castigar la educación religiosa infantil

publicado el 15 de octubre de 2007 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

No sólo es el padre Maciel ni los curas pederastas cambiados de parroquia para ocultar el abuso de niños y seminaristas. No, no, no... son todos los curas de las tres religiones monoteístas, judíos, cristianos y musulmanes, quienes han traído al mundo la vergüenza del cuerpo, la repugnancia por el sexo (salvo en la sacristía) y la creencia en un Ser pleno de ira, venganza, mandatos, injustas predilecciones y megalomanía; un Poder Infinito que pone pruebas cuyo resultado conoce por anticipado y aplica la sevicia de torturas eternas, sin Comisión de Derechos Humanos, el llamado Jehová, Dios, God, Alá. ¿Hasta cuándo nos libraremos de sus voceros?

Todo abuso contra niños debe ser castigado. En cuanto se dice lo anterior vienen a la imaginación escenas de sexo forzado. Pero hay algo mucho más dañino porque es no sólo aceptable socialmente, sino aplaudido. Y es la enseñanza religiosa antes de la edad de la razón, los 16 años. Si ponemos ese límite para considerar a los jóvenes capaces de aceptar voluntariamente una relación sexual, ¿por qué los obligamos a recibir educación religiosa antes de que siquiera sepan hablar bien?

Y no vayamos lejos: a países remotos donde se impide todo placer sexual a las mujeres cercenándoles el clítoris en la infancia. No busquemos ejemplos en los talibanes y sus mujeres envueltas como lechugas de la cabeza a los pies. Pensemos en nosotros y en los terrores que la religión produce en muchos niños, en las lesiones psicológicas dejadas por un aprendizaje espeluznante que pinta un dios pícaro que mete zancadilla para vernos caer y luego, a diferencia del pícaro, que sólo se ríe de nosotros, nos manda al fuego eterno, siendo que no le pedimos ni la vida ni las pruebas. Es el dios de católicos, protestantes, testigos de Jehová y cuanto hongo crece a esa sombra. Es el Creador cuya sublime maldad nos hizo de tal forma que debemos comernos unos a otros para sobrevivir: el conejo mata verduras, el lobo, conejos. Una avispa paraliza orugas para dar alimento vivo a sus larvas que devoran por dentro la oruga. ¿Bondad del Creador?

Toda educación religiosa en la infancia es un abuso. Nada, ni la participación en redes de pornografía infantil, produce más severos y permanentes daños que aterrar a los niños con imágenes de un Ser que exige sufrimientos y sacrificios, condena a la humanidad a padecer en esta vida y más en la eterna por el pecado de desobediencia más bobo imaginable: una mordida a lo que había prohibido y, como buen Hijo de puta, hace pasar la pena de padres a hijos y a nietos por los siglos de los siglos... hasta que no lo calma sino la sangre ¡de su propio hijo!; rechaza a Caín porque le quema borregos menos apetecibles que los frutos de Abel; exige que Abraham lance al desierto a la esclava que le había dado un hijo porque ahora ya tiene otro, nacido de su legítima esposa.

La Humanidad, como el universo entero, estaba inmensamente feliz en el seno de la Nada, cuando llegó este Ocurrente a decirnos que nos iba a dar existencia para que viéramos su grandeza (ah, el gran Megalomaníaco) y tuviéramos felicidad a su lado si obedecíamos o eterno horror si nos descarriábamos. Usted... ¿aceptaría un boleto semejante ofrecido gratis en la calle por un desconocido?

El muy Canalla ahogó en un Diluvio Universal no sólo a niños inocentes, sino miles de animales y plantas que no tienen ni concepto de bien y de mal. Se cuidó de salvar una pareja de cada especie... aunque nunca nos explica esa infantil narración cómo hizo Noé para llegar a Australia y conseguir sus canguros, cómo llegó al Polo Norte por osos polares y al corazón de la Amazonia por sus boas constrictor. ¿Y por qué razón los peces, las almejas y otros seres marinos se salvaron del castigo? Historia ridícula escrita por pastores imaginativos.

Con citas de la Biblia los judíos apedreaban a muerte a la mujer encontrada en adulterio (pero no al hombre), y con citas de la Biblia los nazis llevaron a los hornos a seis millones de judíos, homosexuales y gitanos. Los esclavistas sureños en Estados Unidos probaban con la Biblia que Dios había hecho a los negros para servir a los blancos.

Y así seguiremos mientras no evitemos el nudo que nos atan en la infancia. Por eso las diversas iglesias nos quieren imponer la educación religiosa desde los primeros grados: saben que después, cuando la persona ya piensa, es demasiado tarde: la clientela no llega.

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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