La censura que viene

publicado el 08 de octubre de 2007 en «Milenio Diario»
columna: «la calle»

 

Sobre aviso no hay engaño: "Nos vemos a la salida", amenazó como grandulón de escuela la Triple y Santa Alianza PRI, PAN, PRD. Con la nueva Ley de Medios se van a cobrar la ofensa que les infligió una televisora y la poca docilidad de la otra. Televisión Azteca hizo públicos los escandalosos salarios (ellos los llaman dietas) que se pagan nuestros legisladores.

La ofendida respuesta del Senado fue: "Los medios no deben ser instrumentos para denostar...". Con lo que, hasta publicar lo que se embolsan (y empanzan) cae ahora dentro de las reformas que prohíben mencionar defecto alguno de un político, así se tengan datos precisos de cómo su gestión en puestos públicos ha sido un fracaso y/o una pillería.

Abusando de que la Constitución jamás define el término "nación", aunque lo emplea, nuestros bien pagados legisladores se han apropiado el derecho a "conceder", graciosamente, esto es por un acto de merced, existencia condicionada a los medios electrónicos. ¿Por qué sólo éstos? ¿Y la prensa escrita? Aquí nos hemos ganado, muy recientemente, por cierto, el derecho a existir y a no admitir revisiones de la censura. Pero no siempre fue así.

Cuando el PRI tuvo el monopolio del gobierno y éste el monopolio del papel, la Presidencia imperial reunía los poderes de un rey absoluto. Bajo ese poder incuestionable, los medios impresos vivían la amenaza constante de ver suspendida la indulgente "concesión" de comprar papel (caro y malo) al monopolio gobiernista del papel. Sólo se le vendía a quien demostraba servir a la nación, en otras palabras, a quien era fiel al gobierno. Y como eran los tiempos de fronteras cerradas a importaciones y exportaciones (hoy añorados por los globalifóbicos) tampoco podía el diario o revista, bajo sentencia de muerte, comprar su papel en el exterior. La pinza era perfecta y no precisaba de impopulares golpes al estilo Hugo Chávez.

En los medios escritos nos fuimos ganando el derecho a publicar sin censura porque confluyeron al menos cinco hechos: 1. Dimos la pelea día a día y página por página. 2. La apertura comercial, la globalización, terminó con el monopolio gobiernista del papel. 3. Los gobiernos del PRI consideraron que, en un país donde nadie lee nada, era poco relevante lo que algunos medios se permitieran publicar. 4. La creciente crítica internacional, las molestas definiciones como "la dictadura perfecta" exigían mostrar un México más abierto. 5. Las nuevas generaciones de gobernantes priistas se habían formado en la atmósfera dejada por el 68.

Pero aquella intimidación aún pende sobre los medios electrónicos y nunca el amago de los hoy poderosos legisladores había sido tan cínico. El espacio aéreo (como el subsuelo) pertenece a "la nación" y la nación son ellos, con capacidad para decretar la muerte súbita de un canal de tv o emisora de radio.

Así pues, la arremetida de esta Triple Alianza contra los medios electrónicos (ya luego irán por los escritos) no extraña por lo que respecta al PRI: fue lo que nos recetó por 70 años. Tampoco es rara en el PAN porque nos dicen a diario que es la derecha. ¿Y el PRD? Bueno, ya los vimos peregrinar al besamanos del golpista Hugo Chávez. Tiene por ideal a Cuba: un solo medio, un solo partido, una sola opinión, un solo hombre: Castro.

En una feria de hipocritones, los mismos legisladores han urdido una ley que prohíbe llamar al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, si se lanzara a una futura elección, con los adjetivos que hoy le aplican el PRD y los appos; pero ellos mismos se conceden derecho a emplear "argumentos" tan sólidos contra el secretario de Gobernación como "cínico", "mentiroso", "tarugo" y "liliputeño". Hasta quienes no le tenemos simpatía vemos la simple ofensa. Los ciudadanos tenemos prohibido contratar espacios para decirle lo mismo si Ramírez Acuña es candidato en el futuro, pues eso, denigrarlo, está prohibido por la ley que estas boquitas pulcras pergeñaron. Ellos, en cambio, pueden "denostar" cuanto quieran.

Y, por cierto, ¿mostrarles a los legisladores su pasmosa ignorancia cuando no logran distinguir entre "elegido" y "electo", también está prohibido?

El término "concesiones" lo dice todo. Un canal de tv es una concesión. ¿Es la cadena de diarios MILENIO otra "concesión"? ¿Nos dejan existir según nos portemos? ¿No era la libertad de expresión (que incluye denunciar los defectos del oponente) una de las conquistas del México moderno?

 

la talacha fue realizada por: eltemibledani

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