[Carl] Sagan

publicado el 6 de enero de 1997 en «La Jornada»
columna: «la ciencia en la calle»

 

La noticia

La muerte de Carl Sagan resulta sorpresiva, además de dolorosa, porque tenía sólo 62 años y porque, según los informes, murió de neumonía, una enfermedad de la que ya nadie muere salvo en tres casos: descuido, pobreza extrema y complicación derivada de otro aspecto. Gran entusiasta de la búsqueda de vida extraterrestre, fue cofundador y presidente de The Planetary Society. Llevó la enseñanza de la astronomía de las aulas universitarias al gran público e hizo de la divulgación científica un arte cálido. Al entregarle su más alta condecoración la National Academy of Sciences dijo: "Nadie ha tenido nunca tal éxito en reunir la maravilla, la excitación y el gozo de la ciencia... Su habilidad para capturar la imaginación de millones y para explicar conceptos difíciles en términos comprensibles es un magnífico logro".

Pulitzer y Emmy

La serie Cosmos, con la que Sagan el astrónomo se convirtió en estrella, ha sido la más ampliamente vista en la historia de la televisión, pues fue seguida por más de 500 millones de personas en 60 países. El libro del mismo nombre es la publicación científica más leída en idioma inglés. Con esas obras obtuvo el Premio Pulitzer de periodismo y el Emmy de televisión. Su papel en el programa espacial estadunidense fue de primera importancia.

Los demonios

A continuación, dos bellos párrafos del libro publicado por Sagan hace un año: "Hemos levantado una civilización global en la que los más cruciales elementos dependen profundamente de la ciencia y la tecnología. Hemos también dispuesto las cosas de tal manera que casi nadie entiende la ciencia y la tecnología. Esta es una receta para el desastre. Podremos evitarlo por un tiempo, pero tarde o temprano esta mezcla explosiva de ignorancia y poder nos va a estallar en la cara... Me preocupa que, especialmente conforme nos acercamos al borde del milenio, la pseudociencia y la superstición parecerán año con año más tentadoras, el canto de sirenas de la sinrazón será más sonoro y atractivo. ¿En dónde hemos oído esto antes? Siempre que han surgido nuestros prejuicios étnicos o nacionales, en los tiempos de escasez, durante los retos al ímpetu o la autoestima nacionales, cuando agonizamos acerca de nuestro disminuido lugar y propósito cósmicos, o cuando el fanatismo burbujea a nuestro alrededor. Entonces hábitos de pensamiento, familiares durante épocas, se descontrolan. La llama de la vela parpadea. Su pequeño globo de luz tiembla. La oscuridad se congrega. Los demonios comienzan a agitarse". The Demon-Haunted World. Science as a candle in the dark. (Perdón por la traducción).

El escepticismo

La pasión de Carl Sagan por la creación y la difusión de la ciencia no le dio el tonillo ampuloso de quienes han hecho una cruzada y una religión del combate contra las supersticiones. Dice: "La forma menos efectiva en que los escépticos pueden obtener atención de estas personas brillantes, curiosas e interesadas es rebajarlas o condescender o mostrar arrogancia hacia sus creencias. Podrán ser crédulas, pero no son estúpidas. Si llevamos en mente la fragilidad y falibilidad humanas, entenderemos el aprieto en que están". Y más adelante: "La gente no es estúpida. Cree cosas por algunas razones. No descartemos la pseudociencia, ni aún siquiera la superstición con desdén". Y por último: "La deficiencia principal que veo en el movimiento escéptico es su polarización: Nosotros-vs-Ustedes, el sentimiento de que nosotros tenemos el monopolio de la verdad; que esa otra gente que cree en todas esas estúpidas doctrinas son retrasados mentales; que si usted es sensato nos escuchará a nosotros; y si no al diablo con usted."

 

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